El Correo otorga uno de sus accésits al periodista de Ideal José Enrique Cabrero

El acto, que tuvo lugar en Bilbao y estuvo presidido por Enrique Ybarra, presidente de la Fundación Vocento, congregó también a otros ganadores, como el periodista de La Verdad Javier Pérez Parra, que recibió el accésit de la convocatoria de 2020, e Isabel Coixet', que obtuvo la máximo distinción. La cineasta recibió el premio por el artículo 'Saber de alguien' publicado en 'XL Semanal'.

Cabrero recogió la distinción y recordó cómo su historia arrancó «como empiezan ahora muchas historias», a través de las redes sociales. Pero no se desarrolló a golpe de clic. Como recordaba meses atrás, cuando conoció la obtención del premio, «había pasado tanto tiempo que al principio pensaba en términos de pasado, no imaginé que pudiera estar viva». Aun así, había una historia que contar. «Me quedé con la copla y dije: voy a probar. Toqué varias puertas, de vecinos, gente de la farándula, fotógrafos... y todos me decían: pregúntale a Curro».

Curro Albaicín «es un milagro», uno de los personajes que dan grandeza a este reportaje. En su cueva del Sacromonte, donde custodia la historia de un barrio y una ciudad «que fueron famosos antes fuera que dentro de España», reconoció a la belleza de la foto y le puso nombre, Conchita La Carajarapa. Concepción Peña Gómez, bailaora, nacida en el Sacromonte en 1934. Tiró de su agenda de teléfonos, uno de los tesoros de Granada, y después de preguntar una y otra vez supo que reside en Benalmádena. «¡Vive, vive la Conchita!».

Curro «lo dijo como el que gana un concurso, fue muy emocionante», recordaba el periodista, del periodista, que escribe en las secciones de Cultura y Local y firma los domingos en todos los periódicos del grupo la crítica de Televisión. La llamó enseguida, pero, en pleno confinamiento, tuvo que esperar para visitarla en su casa en la playa.

Como destacó el jurado del premio, Conchita la Carajarapa resultó ser una mujer que llenaba teatros en Francia, América e incluso en Japón. Su belleza sedujo a Kirk Douglas, aunque ella, ante la atenta mirada de su marido, rechazó su invitación. Un 'historión' al que Cabrero supo sacar brillo y por el que luchó pese a la pandemia y sus restricciones.