Francis Porcel, en su estudio de Quéntar, armado para dibujar. RAMÓN L. PÉREZ

La espada del caballero Porcel

Desde su casa de Quéntar, este granadino dibuja cómics de éxito internacional | Acaba de publicar 'Caballero Brayard', una aventura medieval escrita por el belga Zidrou y protagonizada por tres personajes inolvidables

Domingo, 2 de junio 2019, 01:41

El pequeño Francis sujetaba el lápiz como si fuera una espada. Y no una espada cualquiera:una espada láser. Nacer en Albolote, en 1977, el mismo año que se estrenaba 'Star Wars', tiene sus consecuencias. «En los 80, como mucho, veías una ... vez al año la película si la ponían en la tele. Así que para disfrutarla siempre, para poder continuarla, empecé a dibujar cómics». 42 años después, Francis Porcel vive en una encantadora casa con vistas al campo, en Quéntar, donde tiene su estudio de trabajo. «Un momento», dice mientras se levanta de la mesa.

Publicidad

Al poco, vuelve con un álbum bajo el brazo y un pájaro posado en su hombro que termina de completar su imagen de Jack Sparrow a la granaína. «Este es Pollo –mueve el cuello hacia el agaporni–, se pasa ahí todo el día, mientras yo dibujo. Yesto –coloca sobre la mesa el álbum–, mis primeros cómics». El libro, que parece el tomo de una enciclopedia, tiene centenares de páginas plastificadas con viñetas que datan de finales de los 8o hasta mediados de los 90. Y ya eran buenas. «Yo dibujo. Es mi trabajo y mi afición. Sólo necesito folios y lápices y ya estoy contando una historia».

Porcel sostiene el álbum con sus cómics de cuando era niño. R. L. P.

La última historia de Francis Porcel es 'Caballero Brayard' (Norma), una aventura medieval protagonizada por un carismático trío de ¿héroes? que compartirán una inesperada huida hacia adelante. «Me ha encantado hacerlo. Aunque se me ha hecho corto, me he quedado con ganas de dibujar más», confiesa. En Brayard hay espadas y humor, pero al mismo tiempo hay realismo y crudeza. «Mi inspiración han sido los libros de Astérix. Quería conseguir esa sensación de cuando terminabas una aventura, fresca e inolvidable».

Portada y páginas de 'Caballero Brayard'

En el estudio de Porcel hay cascos militares y espadas por todas partes. Los cascos los usó para dibujar 'Les Folies Bergère' (Norma, 2013), un cómic colosal sobre la Primera Guerra Mundial que obtuvo el Premio Internacional de Manga que otorga el Gobierno japonés (lectura obligatoria). Las espadas le han acompañado desde que trabajara en el rodaje de 'Justin y la Espada del Valor' (2013), la película de animación granadina del estudio Kandor. «Me apunté a esgrima para aprender a usar la espada. Me di cuenta pronto de que si peleáramos como en las películas moriríamos a los dos segundos». Desde entonces, todos los miércoles asiste puntual a su clase de esgrima medieval en la sala Pedro del Monte, en Churriana.

'Les Folies Bergère', 'Bufón' y 'Caballero Brayard', sus tres últimos cómics publicados en España, comparten mérito con el guionista belga Zidrou, afincado en Ronda desde hace una década. «Es un tipo muy inteligente. Te da mucha libertad y eso me encanta. Brayard, de hecho, la escribió para mí». 'Zidrou & Porcel' se ha convertido en una firma de referencia del cómic europeo, con especial éxito en Francia. «Ahora empiezan a conocerme más por aquí. En Francia es que llevo 20 años publicando. Todavía me queda mucho por delante, pero vivir de esto ya es un éxito».

Publicidad

Una vida plena

La vida, su estilo de vida, es fruto de una apuesta personal. Francis da un sorbo a su café, respira hondo y sonríe con los brazos muy estirados. «Trabajar desde aquí –dice mientras expulsa el aire poco a poco– es una suerte. Es lo que he buscado». Efectivamente, el talento de Porcel triunfa por toda Europa pero ni aunque le llamara el mismísimo Disney descongelado cambiaría su vida por entrar en una gran empresa. «Tengo compañeros que están a tope. Curran muchísimo. Están quemados. A mí me gusta tanto lo que hago que no quiero perderlo. ¿El dinero? No hace falta tanto. A mí me han dicho que el dibujo es para 'enmallaos', que los 'belloartistas' son unos muertos de hambre que no sirven para nada, que debería buscar un trabajo de verdad... ¡Pero si vivo mejor que ellos! No tengo un Audi, ¿y qué?»

En su mesa hay dibujos de un señor con cara de pocos amigos y de un niño con pintas de Lazarillo. Son los protagonistas de su próximo cómic, 'En mi pueblo comemos gato', escrito por el francés Philipp Pelaez. «Un chaval descubre que el carnicero del pueblo hace paté con carne de gato. Una historia negra, cínica, oscura... Me he inspirado un poco en la película 'Delicatessen', en ese ambientillo malsano, que huele a podrido». Con un rápido gesto de la mano, aparta el trabajo para colocar una libreta. «Voy a dibujar a Brayard en La Alhambra», dice. «Me encantaría hacer un cómic de La Alhambra –sigue–. De cuando Washington Irving vino y se encontró un monumento abandonado donde vivían gitanos. Tiene muchas posibilidades».

Publicidad

Conforme dibuja bajo la atenta mirada de Pollo, Francis recuerda su vida en Albolote, cuando niño, obsesionado con 'Star Wars', rodeado de cabras y campo. «En Albolote era de los pocos niños frikis. Luego me fui a Barcelona, a la escuela de cómic Joso, y descubrí que no era tan especial». Precisamente allí, con 18 años recién cumplidos, dibujó las últimas páginas del álbum que hoy atesora en su estudio de Quéntar. «Un momento», dice otra vez mientras interrumpe las acuarelas.

Brayard en La Alhambra

Al poco viene con una espada y un escudo. «Mira, las armas de Brayard. Cómo me gusta este personaje...», suspira. Y ahí, entre papeles y lápices y acuarelas y Pollo y varias espadas y un escudo y su colección de Playmobil y el busto de Darth Vader y las vistas de Quéntar y los cascos de la Primera Guerra Mundial y las ediciones especiales de los cómics que ha publicado por toda Europa y su álbum de cuando era un zagal que soñaba con 'Star Wars', ahí, justo ahí, piensas que lo mismo sí que era más especial que el resto de los niños. El caballero Porcel.

Publicidad

«Kandor fue un pequeño milagro»

Francis Porcel fue uno de los artistas locales que formó parte de Kandor, la productora de animación que reinó en Granada durante casi una década. «Lo de Kandor fue un pequeño milagro que ocurrió en Granada. Fueron muchos años trabajando para sacar adelante proyectos... El barco se hundió, pero ellos siguen a flote. Manolo Sicilia está luchando, es un entusiasta, y tarde o temprano saldrán con algo». De hecho, Porcel, que participó en 'Justin y la Espada del valor', 'La dama y la muerte' y 'El lince perdido', ya ha trabajado en algunos diseños de proyectos que están por ver la luz. Que vuelvan.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad