
«El Espárrago Rock de Granada fue la 'zona cero' de los festivales»
David Saavedra | Sociólogo ·
La serie de libros de viaje de la editorial Anaya publica un libro sobre los festivales musicales veraniegos en EspañaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
David Saavedra | Sociólogo ·
La serie de libros de viaje de la editorial Anaya publica un libro sobre los festivales musicales veraniegos en EspañaJ. J. GARCÍA
Martes, 1 de noviembre 2022, 23:32
Se veía venir. Los Festivales de música forman ya parte de un mapa turístico, una ruta que dejo de ser alternativa para convertirse en un ... reclamo transversal y ya convencional. La ausencia de una guía festivalera por todos los rincones del país la ha solucionado el periodista y sociólogo gallego David Saavedra, con el libro 'Festivales de España', en la colección 'Touring' de la editorial Anaya. Saavedra selecciona decenas de citas entre el casi millar que se ofrecen cada verano. En su volumen ofrece también una semblanza histórica del fenómeno, donde se reseña que el Espárrago Rock granadino fue el pionero del modelo y el origen de toda la fiebre festivalera actual.
–¿Los festivales son las nuevas romerías? Porque algunos parecen verdaderas además 'granjas' de ordeño… ¡de nuestros bolsillos!
–Bueno, la principal diferencia es que las romerías han sido tradicionalmente gratuitas, con consumiciones a precios populares. Pero sí es cierto que, si el fenómeno festivalero ha tenido tanto éxito en España puede tener una explicación en lo bien que aquí han funcionado siempre las celebraciones populares al aire libre, ya se trate de romerías, verbenas o festejos al estilo San Fermín. Los macrofestivales se podrían considerar una evolución de ese tipo de festejos, adaptados a la cultura pop de los que fuimos jóvenes entre los años 90 y la actualidad.
–En los setenta, los primeros fueron Burgos, León y Canet… fueron ansiados espacios, sobre todo de libertad… ¿Así lo recuenta?
–Sí, claro, hay que tener en cuenta las especificidades históricas de España. Aquí los años 60 no fueron precisamente una década prodigiosa, no hubo un Woodstock ni un festival de la Isla de Wight; entonces todo eso llegó con retraso en el declive de la dictadura. Había en aquellos primeros festivales (como antes en el Festival de jazz de San Sebastián, que ese sí empezó en los 60) una reivindicación contracultural juvenil con un fuerte carácter político, y también un entorno de libertad en el que la gente probó por primera vez muchas cosas después de décadas de oscuridad y represión.
–Pero en los tiempos modernos ¿el Espárrago Rock granadino fue la zona cero del nuevo concepto festivalero'?
–Sí, sin duda lo fue. En los años ochenta predominaron los macroconciertos pero no esa idea de festival tal como la conocemos ahora. El Espárrago fue el pionero, años antes de que nacieran el FIB y el Festimad, y además el primero en traer a grupos internacionales como Sonic Youth.
–Puso sobre mapa una oferta inédita y una clientela amplia…¿Demostrando que el formato era posible y viable?
–Sin duda. Hubo gente de toda España (compañeros míos de Facultad en A Coruña, entre ellos), que se fueron al Espárrago para ver a Sonic Youth. Además, vislumbró muy bien la forma de conectar con todo lo que era la cultura juvenil alternativa que entonces emergía en España, ya que mezclaba estilos muy dispares bajo ese denominador común de «lo alternativo». Podía haber grupos indies, de metal, punk, mestizaje, electrónica o flamenco. Sonic Youth compartiendo cabeza de cartel con Pata Negra y Moe Tucker, o Morente y Lagartija Nick estrenando el «Omega» y compartiendo honores con Iggy Pop, Bad Religion y Howie B. Su trascendencia en la historia festivalera española es fundamental, y es una lástima que se dejara de celebrar. Supongo que su traslado a Jerez fue lo que marcó el principio del fin.
–Fue una iniciativa privada, aunque con una fuerte subvención pública, como casi todos ahora a la hora de financiarse.
–Sí, incluso los festivales más grandes y consolidados, como Sónar, Primavera Sound, Mad Cool y Bilbao BBK Live, cuentan con una altísima inversión pública. Supongo que ese es otro de los factores que ha dotado de éxito a los festivales españoles: poder captar mucho dinero público además de una alta recaudación por patrocinios, lo que posibilita que se puedan pagar cachés tan altos, exclusivas y todo lo demás.
–También con una programación muy 'mix', que es el modelo que cada vez más se usa ahora para conseguir público transversalmente…
–Es curioso, porque siento que eso ha ido un poco por modas. El Viña Rock, al principio, proponía una mezcla algo similar a la del Espárrago, también el Festimad..., pero luego, al triunfar el modelo del FIB, que era, básicamente, música indie y electrónica, los festivales tendieron a especializarse más. El propio FIB fue el que volvió a cambiar la tendencia ya bien entrada la década del 2010, pero tal vez porque la forma de consumir música del público es ahora menos prejuiciosa y más variada también. La particularidad del Espárrago consistía en que aglutinaba a todos los estilos de música no generalistas: eran grupos que no salían en la tele ni sonaban en los 40 porque suponía una cultura de resistencia casi ideológica. Ahora es diferente: cualquier festival del mundo vendería a su madre para poder tener a Beyoncé o Taylor Swift.
–Y además, no sé si lo sabe, pero creó tendencia: existieron (y aun queda alguno) los festivales Asituna Rock, Ajorock, Pimiento Rock, Almendra Rock…y hasta en la película 'Mamy Blue' sale el 'Alcachofa rock' (risas).
–¡Y el Jamón Rock, en la sierra de Huelva, que un año estuve a punto de ir! Es curioso, porque la asociación de eventos musicales con fiestas gastronómicas en Andalucía comenzó siendo patrimonio del flamenco (El Potaje de Utrera, la Caracolá de Lebrija) y el Espárrago fue el que supo ensamblar muy bien todo eso dentro de la cultura rock. Aún hoy día mucha gente no sabe de dón
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.