Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La crisis del coronavirus ha modificado radicalmente las agendas de los artistas y escritores granadinos que se encuentran fuera de nuestro país. Muchos de ellos son primeras figuras en su campo, y a todos les gustaría estar cerca de sus seres queridos, pero en ... todos los casos, la normativa transfronteriza que progresivamente han ido implantando los distintos gobiernos va a hacer imposible este intento. Están repartidos por países como Italia, Alemania, Suiza o Estados Unidos. A alguno le dio tiempo a llegar a España justo antes de que se empezaran a cerrar fronteras. Todos están llevando el encierro como mejor pueden, pero en todos ellos coincide una sensación de impotencia que les va a impedir desarrollar su carrera en los próximos meses, con las consiguientes pérdidas económicas, y que, en cualquier caso, va a condicionar su agenda durante mucho tiempo.
El país donde la escalada de contagios se ha disparado de forma más importante en los últimos días es Estados Unidos. Un país con un sistema sanitario peculiar, donde la sanidad pública y gratuita apenas existe, lo que lleva a la población a vivir en una especie del ley del péndulo: de la confianza en que a ellos «no les va a pillar», hasta el pánico –casi 'Made in Hollywood'– cuando las cosas se ponen feas. Y se han puesto muy feas. El poeta granadino Fernando Valverde es profesor en Virginia, una universidad situada en Charlottesville, en la costa este del país.
Lo primero que manifiesta es su preocupación por la situación que vive España: «La impresión que tenemos es que la gestión de la crisis ha sido muy lenta, y se ha dado una sensación de poca responsabilidad. En plena fase de expansión del virus se veían manifestaciones autorizadas por el Gobierno, y esto me parece inaudito». Sobre la posibilidad de regresar, afirma que «tenía previsto regresar en mayo pero ahora la situación es muy incierta porque no podemos salir sin garantías de poder regresar». Sobre las medidas implementadas en su país, afirma que «los estadounidenses priman la seguridad ante todo.
Crisis del Coronavirus
Con menos de diez casos en el estado de Virginia cancelaron las clases en la universidad, y no hay un solo evento que no haya sido cancelado. Por aquí, ahora mismo, es difícil conseguir desinfectante de manos y otros productos de limpieza, porque el miedo se expande tan rápido como el virus». Valverde fue codirector del Festival Internacional de Poesía, y afirma que la suspensión del evento «es la mejor decisión posible, porque siempre hemos tratado de beneficiar a Granada. El año que viene tendremos un gran Festival, de ello estoy seguro». El poeta ocupa su tiempo leyendo, investigando y paseando en los alrededores de su residencia, junto al campus, por calles vacías.
Iowa City está en el centro de EE UU. En su universidad ejerce como profesor el poeta granadino Luis Muñoz. También tenía previsto venir a España en unas semanas: «Tenía el billete sacado para ir a Madrid a la Residencia de Estudiantes para participar en una lectura de poesía el pasado 17 de marzo, y luego en otra en Bruselas dos días después. Y en abril tenía previsto ir a Granada a la Feria del Libro para dar un taller y una conversación en el entorno de las ciudades Unesco de la Literatura, que este año se le dedicaba a Iowa». Su universidad prohibió el día 5 de este mes todos los viajes internacionales relacionados con el trabajo de los profesores y a partir de ahí en el ambiente cundió la severidad de la crisis. Entonces las reuniones empezaron a hacerse por Zoom, cada uno desde su casa. «Esta semana es la de vacaciones de primavera y a la vuelta las clases se harán todas online. Así que estoy trabajando en adaptar mis clases (doy un taller de escritura de nivel graduado y un curso de introducción a la poesía) a enseñanza online, que es algo que nunca había hecho», comenta.
En cuanto al ambiente que se respira en su zona, afirma que «es tranquilo, pero siempre lo es. Pasa de vez en cuando un coche, alguien pasea a su perro. Pero en esta zona estamos claramente solo en la primera fase. Primero dejaron los bares abiertos y luego los cerraron. Los restaurantes los cerraron primero. La librería de la ciudad, la legendaria Prairie Lights, cerró hace unos días y está activando la compra online», afirma.
El poeta comenta que «paso los días leyendo, cocinando (el tiempo que no tengo habitualmente se lo estoy dedicando a hacer recetas de mi madre y también de un libro que publicó hace años la Diputación de Granada, 'Recetas de cocina granadina', que adoro), viendo películas (compramos un pack con todo el cine de Bergman), aprovechando para tener conversaciones largas con mi familia y mis amigos de España, y tomando apuntes para un nuevo libro».
Por su parte, el editor musical de Marvel, el bastetano Anele Onyekwere, confirmó a IDEAL desde Los Ángeles, en la costa oeste, que la situación era tranquila, y que hasta hace escasas fechas seguía acudiendo a su trabajo de forma normal, aunque la evolución de la pandemia en su estado, uno de los más castigados, ha hecho que el gobernador les confinara esta misma semana. A Onyekwere le va a tocar trabajar desde casa, ya que los más de 42 millones de habitantes de California deben permanecer en sus domicilios hasta nueva orden.
En Europa se encuentran buena parte de los solistas granadinos de clásica más prestigiosos. En Roma (Italia), país que ha sufrido con más fuerza los embates de esta crisis sanitaria, vive la mezzosoprano Sandra Pastrana, junto con su esposo, el tenor italiano Alessandro Liberatore. «La vida del artista tiene en ocasiones un componente muy importante de encierro, así que lo estamos llevando más o menos bien», afirma. «Nos falta el público, eso sí. Y aquí las noticias son alarmantes, porque se dice que no hemos llegado aún al pico de contagios. No quiero pensar en España, que va más de una semana por detrás nuestra», añade. «Llevamos diez días en casa encerrados, y lo único que se oye por la calle son ambulancias». Afortunadamente, la mezzo tiene una casa muy amplia en un barrio residencial romano, donde tiene incluso gallinas. «Estoy aprovechando para hacer recetas en los descansos de los ensayos», dice con humor.
Con todo, el daño económico que está sufriendo por las cancelaciones de estos días no es pequeño. «En estos días debía haber volado a Madrid para preparar una producción que tengo a finales de abril en Alicante, que lleva consigo un vestuario que me tienen que diseñar a medida. Además de que la producción probablemente se cancele, no habría tenido modo de regresar a Italia, así que he preferido quedarme aquí», comenta. Y no es el único concierto que tenía programado. También tenía otro en Lucca, en la Toscana, con el 'Canto de la tierra' de Mahler, y una grabación pendiente, que difícilmente podrá desarrollarse hasta el otoño. «No podemos salir apenas, y si sales de forma injustificada, te detienen, así que nos quedaremos en casa, estudiando», concluye la cantante granadina.
Al sur de Alemania, en Múnich, se encuentra el oboe solista de la Bayerische Rundfunk Orchester, el granadino Ramón Ortega. Su condición de miembro de la Orquesta le garantiza el salario, pero ha perdido un buen número de conciertos como solista (Heidelberg, Berlín, Hamburgo) y en formaciones de cámara, ya que estaba inmerso en la promoción de su más reciente disco, grabado con la flautista australiana Ana de la Vega y los Trondheim Soloists, presentado a finales de enero en Londres. «Todavía se puede salir, pero todos los restaurantes y salas de fiesta están cerrados». Con la Bayerische, Ramón tenía previsto tocar la 'Sinfonía de los Planetas' de Holst y la 'Misa Solemne' de Beethoven, con Sir John Eliot Gardiner. Sobre las agendas de los próximos meses, ve muy difícil que estas se recuperen. «Todas las programaciones se hacen a años vista, con lo cual es muy difícil reubicarlas. Ojalá pueda hacerse, porque es una pena que el público se pierda estos conciertos». Mientras ello ocurre, Ortega se dedica a estudiar en casa, acompañado por su mujer, también oboísta y afectada más gravemente por la pérdida de conciertos, y su hijo pequeño.
En la ciudad suiza de Basilea vive el chelista granadino Guillermo Pastrana. Suiza ha sido uno de los últimos países en implantar medidas restrictivas, y ahora está viviendo 'la crisis del papel higiénico': «Ves a mucha gente por la calle con rollos», dice Pastrana con perplejidad. Las calles se están vaciando, y «tenemos menos medidas restrictivas que España e Italia, pero no creo que sea porque haya menos casos o sea menos peligroso. Lo que ocurre es que aquí interactuamos socialmente mucho menos: no nos vemos ni en cafés ni en bares», afirma. Quien puede trabaja desde casa, pero la construcción no ha parado, y aunque el país no se ha cerrado, al haberlo hecho todos los de alrededor, en la práctica el resultado es el mismo. Pastrana tenía varios conciertos inmediatos que ha tenido que suspender, aunque sí pudo ofrecer un concierto en Lodz (Polonia), con el director Michal Nesterowicz. «Me preocupan no solo las secuelas físicas, sino las psicológicas. El confinamiento va a ser largo, y por mi parte, voy a seguir estudiando y preparando los compromisos que tengo», comenta el chelista.
La clarinetista granadina Claudia Reyes pudo llegar a España justo antes de que la crisis empezara a ser grave. Su último concierto lo ofreció en la lejana Finlandia, en la ciudad de Vaasa, donde trabajó con la Vaasa City Orchestra, paralelamente a los conciertos con el Aión Dúo, con el que preparó su concierto en el Jardí dels Tarongers en Barcelona, con el que obtuvo un gran éxito. Cancelados, sin embargo, han quedado compromisos con la Orquesta Filarmonía y la OCG. Tampoco podrá volver a Finlandia, ya que Vaasa ha cancelado sus conciertos hasta el 27 de mayo. Sin embargo, continúa preparando el Festival Ágora, del que es codirectora junto a Pau Fernández, y que tiene previsto desarrollarse a finales de junio y a mediados de septiembre, en dos fines de semana. Aislada en su casa de Armilla, Claudia estudia partituras en estos días y el temario del Master de Investigación que está desarrollando en la Universidad Internacional de Valencia, a la espera de que haya tiempos mejores, y pueda reanudar un trabajo que por culpa de las cancelaciones le está haciendo perder muchos miles de euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.