Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Jorge Fernández Bustos
Miércoles, 7 de julio 2021, 01:36
Al mismo tiempo que el cante de hombre fue el cante de mujer, expresión de un pueblo. Por las circunstancias y la evolución patriarcal de nuestra civilización, y del mundo flamenco en particular, puede que el cante femenino pasara a un segundo plano. De hecho, ... entre los primeros intérpretes de este arte no aparecen los nombres femeninos. Hay que esperar que trascendiera el de la Juliana, el Planeta y Silverio para que alguna mujer rubricara el cante, hasta que llegó Pastora y revolucionó el canon.
Hasta ahora la presencia de la mujer en el cante se ha ido reivindicando de una u otra forma y, aunque todavía hay conatos de discriminación, el grado de igualdad es manifiesto. Convocar una gala 'Andalucía flamenca', llamada de 'Cantes de mujer', más que una reivindicación es una puesta en conocimiento del estado en cuestión, al igual que llamar a esta reseña 'La agudeza del flamenco', pues no todo el cante de mujer es agudo ni todo el cante de hombre es grave (que se lo pregunten por ejemplo a Arcángel).
Basta referir el elenco de mujeres reunidas para que atendamos sin prejuicios su indiscutible calidad. No hay duda de que son más de las que están, pero las que están son sin ninguna discusión. En primer lugar hay que disculpar a Anabel Valencia de Lebrija, que por un molesto positivo de última hora no ha podido acompañar a sus compañeras.
Turnándose las guitarras de los granadinos Paco Cortés y Carlos de Jacoba y de los jerezanos Antonio Malena y Manuel Parrilla, dos de las escuelas más carismáticas de Andalucía, se empieza a desarrollar un concierto de difícil convocatoria de predominio gitano. Tanto es así que dudamos que vuelvan a reunirse en un mismo espectáculo tantas damas del cante, de varias generaciones, de tantos puntos de nuestra Andalucía y de tantas personalidades diferentes.
Comienza la noche con una presentación del gran grupo por tangos, guitarristas, palmeros (Ángel Moreno 'el Pirulo', Markito Carpio, Manuel Jesús Blanco), que se escucharon poco, y cantaoras: María Vargas de Sanlúcar de Barrameda; Juana la del Pipa, Dolores Agujetas y Lela Soto de Jerez; Mari Peña de Utrera; Herminia Borja 'la Chula' de Triana; La Nitra y Chonchi Heredia de Granada; y Rocío Segura de Almería. Cada una con su timbre, con su eco flamenco.
Las propuestas no fueron muy variadas y se mecían entre las bulerías, las soleares, la malagueña, el taranto, la bambera, la romera, los fandangos del Albaicín y, por encima de todo, las seguiriyas, donde llegamos a apreciar el aguardiente y ese sabor a sangre del que hablaba Tía Anica la Piriñaca.
El apoteósico fin de fiestas, con todas las convocadas sobre el escenario, vino por bulerías, donde cada cual aportó su granito de arena y no faltó quien se animara con un poquito de baile.
Una noche para el recuerdo que se alargó en demasía, pero ahí queda en los anales de lo extraordinario. No sabemos si se volverá a repetir pero el empeño está conseguido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.