Edición

Borrar
Afkham, junto a los solistas, el coro y la orquesta. RAMÓN L. PÉREZ
La Orquesta y Coro Nacionales de España, plenos de solemnidad en Granada

Festival de Música y Danza

La Orquesta y Coro Nacionales de España, plenos de solemnidad en Granada

Dirigidos por su titular, el alemán David Afkham, afrontaron con solvencia la interpretación de la 'Missa solemnis' de Beethoven en el Carlos V

Jueves, 27 de junio 2024

Qué equivocados estaban quienes auguraron una estancia corta del director alemán David Afkham (Friburgo de Brisgovia, 1983) al frente de unas Orquesta y Coro Nacionales de España que cuando llegó atravesaban una fuerte crisis. Quien entonces arribó y ejerció como salvador de la formación se vio luego en medio de las maquinaciones originadas en diversos despachos de varios ministerios, una situación que le llevó a manifestar públicamente su deseo de no prorrogar un contrato que tenía como fecha de finalización este próximo agosto. Unas maquinaciones en las que, por cierto, hubo elementos granadinos. Resultó a la postre que no, que su posición era más firme de lo que algunos pensaban, y en enero de 2023 llegó a un acuerdo para seguir hasta septiembre de 2026. Serán 12 los años que el maestro estará al frente de la OCNE, y no hay más que ver y oír cómo dirigió anoche la 'Missa solemnis' de Beethoven en el Palacio de Carlos V para agradecer que algunos se bajaran 'De la Parra', aunque fuera a empujones.

Lo que oímos en el patio de la residencia nunca habitada por el César fue estupendo, una gran noche de música. Con orquesta, coro y solistas empeñados en dejar el mejor sabor de boca en el público. La obra de Beethoven es monumental, y está diseñada para que la interprete una formación con fuste y fuelle. De ambos tuvo, y en cantidad, el concierto de anoche. Los músicos, dispuestos en su espacio habitual, y el coro, tras las columnas del fondo, un espacio que puede dificultar la proyección cuando se anda justito, pero que la favorece cuando se va sobrado. Por cierto, es curioso comprobar cómo los coralistas se ayudaron de pequeños flexos de pinza para poder seguir la partitura ante las limitaciones de iluminación del espacio. Pronto, como ya vimos en el concierto de la Orquesta Sinfónica de RTVE, los dispositivos electrónicos sustituirán al papel.

Musicalmente, desde el 'Kyrie' inicial, se vio al coro muy seguro, con una capacidad para el fraseo notable, y con la orquesta convertida en su aliada, no en su enemiga, como por desgracia ocurre a veces. Las entradas, a tiempo; los diálogos entre voces femeninas y masculinas, suaves, sin fricciones, y la fuerza, correcta. Ambas agrupaciones pusieron en la interpretación el mismo cariño que Beethoven derramó al escribir esta obra, a la que siempre consideró su mejor creación, más allá de sus sinfonías.

Muy buenas las solistas femeninas, la soprano Sarah Wegener y la contralto Wiebke Lehmkuhl, plenas de delicadeza, con el viento madera y la cuerda como aliados en el 'Credo', y con los pasajes de letra más abigarrada resueltos con pericia. Es preciso recordar que el 'Credo' es una compilación de hechos tenidos como ciertos por los creyentes, por rocambolescos que a algunos les puedan parecer. Hay hechos tristes –el padecimiento y muerte de Cristo- y felices –su nacimiento y su resurrección– y los músicos supieron ser fieles a los sentimientos que el genio de Bonn quiso transmitir a quien escuchara su obra.

En cuanto a los solistas masculinos, el tenor Maximilian Schmitt cumplió con aseo y limpieza –muy bien en el 'Benedictus' del 'Sanctus'–, mientras que el bajo–barítono Ashley Riches –el único con corbata– estuvo inspiradísimo en el inicio del 'Agnus Dei'.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La Orquesta y Coro Nacionales de España, plenos de solemnidad en Granada