Crítica
Sonaron las flautas, y no por casualidadSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Crítica
Sonaron las flautas, y no por casualidadAndrés Molinari
Domingo, 2 de julio 2023, 20:56
Los escolares de mi generación nos sabíamos, casi de memoria, la fábula del burro flautista, aquel que, al rebuznar, resopló en una siringa abandonada en el prado y la flauta sonó por casualidad, pavoneándose el animal de lo dulce que era la música asnal. La ... retranca de la fábula alude a lo difícil que es ser un buen intérprete de este instrumento que fue viniéndose desde la caña de Afrodita hasta la flauta de Pan y de la flauta dulce o la de pico a la travesera, imprescindible en la orquesta.
Por eso merece la pena recordar el poema de Tomás de Iriarte. Porque lo que allí ironiza el tinerfeño como difícil, resulta sorprendentemente sencillo para el milanés Giovanni Antonini, el cual tituló su recital de ayer domingo con una cita de Hamlet, en la que también retranquea la sorna de Shakespeare: Cuando Guildenstern dice que no puede tocar la flauta, porque le resulta muy difícil, Hamlet le corrige que hacerlo es tan fácil como mentir (it's as easy as lying), lanzando la puya a su interlocutor, que por escenas anteriores sabemos diestro en el engaño.
El flautista italiano, cofundador del grupo Il Giardino Armonico, que oiremos el miércoles próximo en el presente Festival, no nos engaña. Porque vemos, con nuestros propios ojos, ese prodigio, casi milagroso, de convertir el aliento salido de sus labios, sin rictus raros, en melodía dilecta y halagadora. Sin embargo, a pesar de la ausencia de todo engaño, el canoso y juncal milanés actúa casi como el flautista de Hamelín, seduciéndonos y casi embaucándonos con su virtuosismo, su destreza y la aparente sencillez de su proeza.
Talento y destreza
Antonini posee una inaudita destreza a la hora de introducir el soplo amorfo surgido de su boca dentro de las flautas históricas y así obtener sonidos delicados a la vez que henchidos de encanto. En su recital, disfrutado en el amplio crucero del Hospital Real, fue hojeando parte de la historia moderna de la flauta, desde el mítico Tristán traspasado por su lamento, hasta el poliédrico Bach, que también quedó seducido por ese aire domeñado dentro de un tubo de madera, horadado, cuando es soplado con talento y arte.
Cada madera con su son y cada pieza con su ambición. El flautista unas veces sentado y otras casi meciéndose en pie. Giovanni Antonini logró que la evidente monotonía de un concierto a solo con un instrumento poco concertante resultase lectura liviana y 'silbo no vulnerado'. Para las piezas más antañonas: Virgiliano, Eyck… la flauta sencilla, un mero tubo recto y acastañado, horadado donde le es preciso, que su herida es portento; para los autores barrocos centroeuropeos: Telemann, Bach… la madera ya tallada y trompeteada en su final, acompañada de anillos de metal o aros de marfil. Porque también fue un espectáculo ver los distintos instrumentos que fue exhibiendo el músico y a los que fue dando vida con el batir de su pecho. Un juglar, incluso con cierta teatralidad en el ritmo cimbreante de su lectura en pie, que se transforma en jilguero para esa pieza titulada 'El jardín de las delicias'. Un sonido de terciopelo y rica nasalidad para las fantasías y partitas de rara presencia en conciertos.
Una colección de flautas para un museo en el aire y con el aire. Una digitación prodigiosa junto a un control pulmonar admirable. Ni siquiera el evidente cansancio ni el calor de la mañana hicieron demasiada mella en la corrección, casi ausente de notas fallidas. Marsias redivivo para acompañarnos desde lo juglaresco hasta los salones rococó, en una soleada y cálida mañana de julio.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.