El pianista utrerano Andrés Barrios. Diego García

Andrés Barrios | Pinaista

«El flamenco es símbolo de vida y ilusión por crear, espero que siga evolucionando»

El premio Filón Minero en el Festival de las Minas de la Unión en 2018 traerá este jueves, a las 19.30 horas, su concepto musical al ciclo 'Universijazz' del espacio V Centenario, Sala Máxima, de la antigua Facultad de Medicina

Jorge Fernández Bustos

Miércoles, 1 de noviembre 2023, 23:56

El pianista utrerano Andrés Barrios, premio Filón Minero en el Festival de las Minas de la Unión en 2018, traerá este jueves, a las 19.30 horas, su concepto musical, al ciclo 'Universijazz' del espacio V Centenario, Sala Máxima, de la antigua Facultad de Medicina, ... de entrada libre hasta completar aforo. Un programa que aúna su conocimiento de flamenco, con el jazz y la música clásica. Temas de composición propia, donde también se acordará de las canciones populares antiguas españolas.

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–¿Se considera flamenco que mira a otras músicas o músico que mira al flamenco?

–Podría decir que me identifico con los dos enfoques. Cuando era niño o adolescente era más el músico que mira al flamenco, ya que investigué en muchos estilos muy diversos, desde el clásico al rock o el pop, aunque sí que había vivido el flamenco de cerca por la tierra de la que vengo. En Utrera está muy presente. Poco a poco el flamenco se fue convirtiendo en mi vértice desde el que moverme en otras músicas.

–¿La actualidad de la música es transversal?

–En mi paso por los países a los que he tenido la fortuna de viajar gracias a la música he visto esa transversalidad. Todos nos nutrimos de todos, en mayor o menor medida. Los cantaores de flamenco escuchan los cantos indios, los indios a los arábigos, etc. Pero también nos influencia esa música que casi diariamente escuchamos en la radio, músicas mainstream.

–¿Cree que se comprenden hoy día los derroteros que está tomando el flamenco?

–Hay muchas personas que siguen con fervor el flamenco actual. Creo que el flamenco es una música viva, que espero que en 50 años haya seguido evolucionando. Es símbolo de vida y de ilusión por crear y por, al igual que los flamencos de hace 70 años, dejar una huella que permanezca en el tiempo y que nos defina como sociedad. Creo que hay mucha gente que comprende esto y se sube a este tren. En cambio hay quienes no lo aceptan, pero creo que son minoría, pues el respeto que hay a la tradición es grande.

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–¿Es necesario conservar el flamenco ortodoxo?

–Sin duda. También es 'necesario' conservar la música gregoriana, aunque hoy en día las nuevas creaciones ya no tengan ese estilo (salvo casos concretos), pues no son sonidos que definan la actual sociedad, pero sí que nos define la historia. Así que siempre podemos acudir a esos géneros del pasado para hacer alusiones, pues es algo que, gracias a su conservación, forman parte de nuestra identidad y nuestra cultura. En el flamenco pasa lo mismo. Siempre pongo el ejemplo del que canta «grandes fatigas paso» y al terminar de cantar saca el iPhone 15 Pro Max. Esa letra define nuestra historia, pero no siempre nos identifica en la actualidad.

–¿Hay un antes y un después de haber obtenido el Filón Minero?

–Es sin duda un reconocimiento al tesón de muchos años. Muchas horas inspirándome mirando los ladrillos en la pared de una habitación en soledad con mi piano. Al día siguiente del reconocimiento todo era igual en mi interior, aunque mucha gente empezó a reconocer que esos ladrillos de la habitación también fueron inspiradores.

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