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Espectacular imagen de la Torre de la Vela y la Luna tomada con telescopio desde la Vereda de Enmedio.

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Espectacular imagen de la Torre de la Vela y la Luna tomada con telescopio desde la Vereda de Enmedio. LEONARDO FERNÁNDEZ
Patrimonio de Granada

Las fotos imposibles de Leonardo Fernández

El fotógrafo granadino se ha especializado en capturar con su telescopio, disparando hasta a diez kilómetros de distancia, los monumentos de Granada en conjunción con la Luna

Jorge Pastor

Granada

Viernes, 6 de diciembre 2024, 00:52

Leonardo no recuerda el día exacto, pero sí que fue en 2016. «Venía por la autovía camino de Granada cuando alcé la mirada y vi la Luna detrás del Torreón de Albolote; me pregunté ¿por qué no fotografiarlo con un telescopio?», rememora. En el siguiente ciclo lunar volvió para hacerlo. Y el resultado fue, sencillamente, espectacular. Desde entonces, no ha parado de capturar el patrimonio de Granada con un 'catalejo' que, normalmente, se emplea para escrutar los confines del universo.

Así que imagínense cuando Leonardo Fernández Lázaro (Granada, 1980) apunta hacia el horizonte en vez de hacia arriba con su Sky Watcher. Que realiza increíbles capturas a seis kilómetros –ha llegado a distanciarse hasta diez kilómetros– del Faro de Castell de Ferro, por ejemplo, con una imponente Luna casi llena en segundo plano. Un 'fogonazo' que no solo nos muestra la belleza del Faro de la Punta del Melonar y de la Torre de la Estancia que construyeron los árabes –situada justo al lado–, sino de la propia Luna, en la que se aprecian, con todo lujo de detalles, los cráteres de Tycho o Copérnico o las inmensas llanuras de lava del Mar de la Tranquilidad o la Tempestad.

Leonardo Fernández Lázaro, en el mirador de San Nicolás con los palacios de la Alhambra como telón de fondo. JORGE PASTOR

Y es que Leonardo Fernández sabía que quería dedicarse a la astronomía y al mundo de los telescopios desde crío. Desde que, con cinco o seis años, pasaba horas y horas mirando Casiopea o la Osa Mayor en el cortijo de sus abuelos José y Angelitas en el Vallejo, cerca del Río Colomera. «Veraneaba allí todos los años y sentía verdadera fascinación por el cielo», dice. Ahora, cuarenta años después, regenta una empresa, AstroNatura, que se dedica precisamente a eso, a realizar sesiones de observación y a vender todo el instrumental que se necesita para llevarlas a cabo.

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A Leonardo le resulta imposible seleccionar las dos o tres mejores instantáneas de su prolija producción, aunque reconoce cierta predilección por una tomada desde la Vereda de Enmedio de la Torre de la Vela hace un año. La Luna, recién salida, se encontraba afiladísima porque estaba en el segundo día de su fase creciente. «Una noche, paseando por allí, vi la oportunidad y decidí hacerla aprovechando la luz cenicienta». Sólo había que esperar el momento adecuado.

Castillo de la Calahorra, Mojón del Trigo y Torre del Diablo. LEONARDO FERNÁNDEZ
Imagen principal - Castillo de la Calahorra, Mojón del Trigo y Torre del Diablo.
Imagen secundaria 1 - Castillo de la Calahorra, Mojón del Trigo y Torre del Diablo.
Imagen secundaria 2 - Castillo de la Calahorra, Mojón del Trigo y Torre del Diablo.

Y el momento adecuado llegó el 16 de noviembre de 2023 a las siete y once minutos de la tarde, con Granada ya a oscuras. Consultó la aplicación PhotoPills para saber cuál era la angulación de la Luna y su evolución, se fue a la Vereda de Enmedio con suficiente antelación para tenerlo todo preparado y pulsó el disparador un centenar de veces para obtener un centenar de fotones. Leonardo, su Sky Watcher con aplanador de campo y su cámara Sony se encontraban exactamente a 885 metros de la Torre de la Vela y a 378.343 kilómetros de la Luna, pero el efecto final es que la una, la Torre de la Vela, estaba al lado de la otra, la Luna, casi 'besándose'. Una composición fotopoética. Lo llaman 'magia de la fotografía'. Increíble nitidez, por cierto.

Tecnología y mucho más

Leonardo Fernández, que trasladó su residencia al barrio de Santa Ana de Guadix buscando el cénit limpio de la comarca accitana –asegura ver la Vía Láctea asomándose al balcón de su casa–, le gusta llevar sus sesiones bien planificadas. La tecnología permite anticipar muchos de los factores que intervienen en que una fotografía salga como tiene que salir. O sea, con los parámetros adecuados de exposición, composición y narración. O que las condiciones meteorológicas sean las idóneas. Pero siempre hay una probabilidad de que todo se frustre porque se interponga un árbol o una tapia. «Google Street View te ayuda mucho, pero hasta que plantas el trípode no puedes cerciorarte de que tienes el tiro perfecto», asegura. «A mí me ha pasado; me he hecho trescientos kilómetros de carretera y al final he vuelto con una frustración tremenda», relata entre risas.

Faro y Torreón de Castell de Ferro desde Castillo de Baños. LEONARDO FERNÁNDEZ

Lo primero es tener muy claro qué queremos mostrar. «Yo soy un defensor de nuestro patrimonio arquitectónico, de nuestra naturaleza y de su conservación», asevera. «Si después lo combinamos con la Luna, el maridaje es perfecto», agrega. Le pueden echar un vistazo a la galería que Ideal ha publicado en su web. Ahí podrá disfrutar de impresionantes estampas del Castillo de la Calahorra y la Luna, de la escultura del Sagrado Corazón de la Catedral de Guadix y la Luna, de la ermita de San Miguel Alto y la Luna, de la Vega de Granada y la Luna, de la Alhambra y la Luna… de buena parte de los monumentos más representativos de Granada y siempre la Luna.

Estatua del Sagrado Corazón de Jesús, que corona la Catetedral de Guadix, con la Luna. LEONARDO FERNÁNDEZ

Lo segundo es adoptar un alejamiento suficiente para que la Luna ocupe todo el visor, de tal forma que el motivo –o su silueta– sea identificable y que se aprecien, incluso, algunos de sus detalles más significativos. Para ello, Leonardo opta por tiempos de exposición prolongados que eviten sensibilidades muy altas. «Se trata de que haya poco ruido para luego levantar las sombras sin que haya mucho grano», dice para iniciados y no iniciados.

Y lo tercero, pasión. Pasión por lo que hace. Y a este fotógrafo con nombre de artista universal, Leonardo, desde luego no le falta.

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