Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
José Antonio Muñoz
Sábado, 31 de agosto 2024, 00:01
El veterano periodista e investigador Pablo Ignacio de Dalmases (Barcelona, 1945) acaba de publicar en Cántico 'Los novios de Federico', una aproximación a la biografía sentimental gay de Lorca. En ella, trata de repasar las relaciones, más o menos largas, más o menos profundas, del ... poeta granadino.
–En el primer capítulo del libro, ya surge un término clave: Lorca tenía un «defecto».
–El de la homosexualidad de Federico fue un asunto espinoso, incluso para su propia familia. Incluso sus hermanos intentaron taparlo. Los investigadores no pudieron, durante años, profundizar en este rasgo de su personalidad, que para mí es clave porque influyó en su obra literaria. Cuando Ian Gibson publicó su libro 'Caballo azul de mi locura', aunque trató el tema en profundidad, se encontró con problemas. El primero que habló de «defecto» fue José Moreno Villa, artista plástico y compañero de la Residencia de Estudiantes, en sus memorias, publicadas en 1945.
–¿Qué supuso para el poeta reconocer y reconocerse en ese «defecto»?
–Creo que él vivió con plena libertad –dentro de lo que cabe– su condición, a pesar de que en los años 20 y 30, en España, e incluso en algunos países europeos, la homosexualidad fue considerada incluso un delito. Él huyó de Granada a Madrid, porque allí le habría sido mucho peor vivir su vida. De ello habla su compañero de correrías, también gay, García Carrillo. En una entrevista en los años 50 con Agustín Penón, dibujó a un Federico bastante promiscuo, a quien si le gustaba un chico, no se paraba en barras hasta conquistarlo, incluso si tenía que pagar.
–Se refiere a él con el término 'pillamoscas'...
–Tal cual... (risas).
–¿Tuvo algún acercamiento a una mujer?
–No hay constancia de que tuviera relaciones físicas con mujeres, al menos hasta donde yo he llegado. Era una persona muy simpática, abierta, con encanto, que gustaba también a las mujeres, pero de ahí a algo más profundo... no. Se dice que hubo un caso en que, al no consumar sus relaciones con Dalí, se alivió con una amiga que iba por la Residencia de Estudiantes. Pero no está comprobado.
–¿Dalí fue el gran amor de Federico?
–Podríamos decir que sí. Su relación fue compleja; eran dos genios. Dalí fue un personaje laberíntico desde el punto de vista sexual. Ciertamente, se emparejó con Gala, pero me plantea serias dudas lo que hubo entre ellos en la intimidad de la alcoba. Creo que de su condición de 'voyeur' no pasó. No creo que fuera homo ni hetero. Eso que dijo alguna vez de que Federico le quería poseer, pero que a él le dolía... Y el propio Lorca, cuando le contaron el asunto de Dalí con Gala, dijo, con esa mala uva que a veces se gastaba, que al pintor «solo se le ponía tiesa cuando le metían un dedo en el culo».
–¿Qué supuso para Lorca su viaje a EE UU y Cuba desde el punto de vista sexual?
–Una gran liberación. En el Nueva York de finales de los 20, la libertad era mayor. El ambiente gay de la ciudad que le cautivó, y entró en contacto con hombres de raza negra, que le cautivaron. Esa fascinación también se hizo palpable en la coda de ese viaje, en Cuba. Su amante más duradero fue Cummings, como es de todos conocido, con quien vivió un mes.
–¿Cómo fue la relación con el diplomático Morla Lynch?
–Morla fue un personaje al que cautivó España, y conectó mucho con Federico en el Madrid de los años 30. Su casa fue una fuente inagotable de anécdotas. Tenía una sensibilidad cercana al mundo gay, aunque estuvo casado y tuvo hijos. Mantuvo con Federico una relación casi de confidentes.
–¿Fue Rodríguez Valdivieso el más importante de los amantes granadinos de Lorca?
–Sin duda. Sin embargo, fue una relación sobre todo epistolar, por la distancia que hubo entre ellos, ya que él se marchó a Madrid y Valdivieso se quedó en Granada. La correspondencia entre ambos es una auténtica mina de oro. La relación fue esporádica, pero profunda; de hecho, le felicitó en la Huerta en su última onomástica.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.