Ian Gibson, en una firma de libros. efe

Ian Gibson gana el Premio Comillas con un libro de memorias que destila amor por Granada

'Un carmen en Granada. Memorias de un irlandés' une a su ciudad natal, el Dublín de Joyce, con la capital nazarí. en la que descubrió a Lorca

Viernes, 13 de enero 2023, 00:53

El escritor e hispanista Ian Gibson (Dublin, 21 de abril de 1939), ganó en el día de ayer la trigésima quinta edición del Premio Comillas de Historia, Biografía yMemorias, que organiza Editorial Tusquets, con su libro 'Un carmen en Granada. Memorias de un irlandés'. El ... jurado, presidido por Miguel Ángel Aguilar y formado por Anna Caballé, Jordi Amat, Miguel Dalmau y, en representación de Tusquets Editores, Josep Maria Ventosa, acordó por mayoría otorgar el premio a un autor que hizo de Granada su casa, no solo metafóricamente hablando, y que sigue vinculado estrechamente a ella, incluso más allá del día en que se ausente de este mundo, ya que su legado fue donado al Patronato Federico Garcia Lorca, con sede en el Fuente Vaqueros natal de Federico García Lorca.

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En su fallo, el jurado destaca la valentía y honestidad de las memorias del hispanista y biógrafo. Nacido en una familia metodista en la muy católica capital irlandesa, el autor evoca en su relato, a menudo de forma descarnada, las tensiones y frustraciones de un hogar marcado por el puritanismo, así como su educación sentimental en diversos internados, donde trató a personajes pintorescos que con el tiempo adquirieron relevancia en el ámbito anglosajón. Sobre esas experiencias se fue forjando una personalidad que, tras un viaje iniciático, quedó fascinada por la tragedia de Federico García Lorca. Fue el comienzo de su historia de amor con Granada y también de su compromiso inquebrantable con la recuperación de figuras decisivas de la cultura española del siglo XX.

«Guardo el recuerdo de las conversaciones con Marcelle Auclair o Manuel Ángeles Ortiz», asegura

El autor, en charla con IDEAL, manifestó, en primer lugar, su gran satisfacción. «Estoy encantado de haber recibido este premio con un libro de memorias en que Granada, una vez más, y como el propio título indica, es el epicentro», aseguró. «El hecho de haber vivido en un carmen durante un año, entre 1965 y 1966, marcó mi vida». Gibson recuerda que aquella casa de la calle Santa Ana fue la base de operaciones desde la que realizó su investigación en torno al asesinato de Lorca. Un carmen que, como recuerda, no estaba en el Albaicín ni en el recinto de la Alhambra, y cuya existencia pasaba, por ello, ciertamente desapercibida. «Fue un hispanista norteamericano que ofreció un curso de verano quien me ofreció la posibilidad de acceder a él cuando se marchó, y para mí fue un sueño».

Gibson llama la atención sobre el propio término de 'carmen', que, teniendo un origen árabe, alberga connotaciones también hebraicas y cristianas, y una conexión directa con la devoción de la Virgen del Carmen y su culto en la costa andaluza. En aquel ambiente, «en un año de concentración total, inmensa», dio luz a su primer libro, 'La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca'. que publicara Ruedo Ibérico en 1971. «En aquel año descubrí la vocación de mi vida, que es ser biógrafo», subraya.

En el libro, afirma Gibson, muestra una Granada en la que aún se guardaban muchos secretos. «Había todo un sistema represivo, y la gente tenía miedo. Yo menos, porque tenía un pasaporte irlandés y no me podían hacer nada». En aquella época, las 'Obras completas' de Lorca, publicadas por Aguilar, eran un lujo discreto al alcance de muy pocos. «Pero Franco había llegado a un acuerdo con la familia para proteger los derechos de autor», matiza. En cualquier caso, destaca, hablar con aquel irlandés espigado era un riesgo para quien lo hacía. Un riesgo que personajes como Manolo Castilla, 'Manolo El Comunista', afrontaron sin pestañear. De aquel año guarda también el recuerdo de sus conversaciones con Marcelle Auclair o Manuel Ángeles Ortiz, mirando hacia el Albaicín y con la torrecilla de Santa Ana al lado. «Hoy, me apena profundamente ver que el carmen se demolió y es un solar vacío», dice.

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Paralelismo

El libro de memorias también deja entrever el paralelismo existente entre su Dublín natal y su Granada adoptiva, en el momento de conocerla. «Ambas, la que describió Joyce y la que muestra Lorca, eran ciudades oscuras, pacatas, marcadas por un ambiente en que la religión dictaba sus normas», recuerda. En esa Granada vivió Federico, «el poeta nacional de este país, aunque a algunos les moleste el calificativo».

El número de manuscritos presentados a esta edición del Premio Comillas ha sido de 47. El galardón consiste en una estatuilla de bronce diseñada por Joaquín Camps y en un anticipo sobre derechos de autor de 12.000 Euros. El libro se publicará el próximo mes de marzo.

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