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El joven artista granadino Ozelot, alias de Fernando, en su videoclip 'El ciclo del carbono'. R. I.
Muere el joven artista granadino Ozelot, referente por la emoción de sus letras
Música

Fallece el joven artista granadino Ozelot, referente por la emoción de sus letras

Natural de Albolote, publicó una veintena de canciones con gran calado filosófico y científico a raíz del descubrimiento de su enfermedad, contra la que luchó durante doce años

Miércoles, 29 de enero 2020, 12:29

El joven artista granadino Ozelot, alias de Fernando, falleció en la madrugada del pasado jueves en su casa de Albolote víctima de un cáncer tipo sarcoma contra el que luchó durante doce años, hasta los 28. Deja tras él un legado de una veintena de canciones de rap publicadas que reflejaron una personalidad muy volcada en la filosofía y la ciencia como temas principales de su obra, de una gran calidad literaria pese a que siempre trató de pasar desapercibido.

Este granadino se abrió paso con mucha discreción en la música como Ozelot a partir del diagnóstico de su enfermedad como una vía de escape. Recopiló sus canciones en los trabajos 'Singularity', 'Dimensiones y cuerdas' y 'El hombre de masa cero', este inconcluso. En ellas relataba sus vivencias personales, las más alegres y las más amargas, expresaba sus propias reflexiones existenciales y teorizaba acerca de la sociedad y sus lacras. A día de hoy suma 20.000 suscritores en su canal de Youtube. Su canción más célebre, 'Por qué existe algo en lugar de nada', acumula más de 279.700 reproducciones. Sólo llegó a grabar un videoclip, en el que no alcanza a mostrar su rostro, llamado 'El ciclo del carbono'.

Ozelot fue un singular artista dentro del rap que nunca buscó el éxito, más bien desconocido incluso en Granada, donde sólo llegó a dar dos conciertos. Sin embargo se convirtió en una referencia para raperos muy conocidos en el panorama nacional como Arkano, Juancho Marqués o Piezas, quienes le rindieron pleitesía en la red social Twitter al conocer su muerte.

Sus seguidores incondicionales, muchos de Latinoamérica, quisieron despedirlo con comentarios en sus temas. Nunca fue un artista de primera línea en la escena nacional, quizás porque su estilo no casaba con ningún género en concreto ya que le gustaba recitar sobre bandas sonoras de películas incluso. Sin embargo, quienes le seguían han reflejado estos días cuánto significaban para ellos sus canciones, con mucha carga emocional, incluso para superar complicadas situaciones personales, identificados con él.

A Fernando, el hombre tras Ozelot, le dio tiempo a graduarse en Medicina por la Universidad de Granada el pasado mes de mayo. Entre sus aulas vivió muchos de los momentos más felices de su vida, apasionado del conocimiento, que le atraía de forma natural y sin esfuerzo. Dos grafitis rememoran ya su memoria en los alrededores de su casa en Albolote. Su familia, en duelo y agradecida por la enorme lección de vida que les dejó hasta el último suspiro, trabaja ya para proteger y homenajear su obra al comprender la dimensión que su figura tuvo para tantas y tantas personas. Un legado inmortal.

Ozelot - Luz:

«Esperando el desenlace, a que se rompan los enlaces.

No eres lo que te construye sino cómo lo hace.

Todo parte de la misma base, y es tan frío,

que hasta la materia está esculpida en el vacío.

(...)

Entonces, de repente, el médico dijo «metástasis».

Esa mierda, ¿cómo la afrontas?

Te aferras la vida y la vida se te desmonta.

Te montas tus películas y finges,

pero sabes que es simple,

te degeneras hasta que no existes.

Esa mierda no es tan triste en realidad,

ya antes de estar vivo estuviste muerto una eternidad.

Y la vida es ese estado entre un futuro y pasado de oscuridad,

El presente, un flash que nos deja cegados.

Así vivimos, caminando en el sentido errado.

Sólo al final del recorrido percibimos esto.

Por eso nacemos con los ojos cerrados,

por eso morimos con los ojos abiertos«.

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