La granadina que representa a España en concursos de belleza inclusiva

Gloria tiene 44 años, una talla 44 y una belleza 4x4. «Creo que muchas mujeres se sentirán más identificadas con alguien como yo: rellenita, con celulitis, estrías y un montón de imperfecciones... que con una mujer que es, digamos, otro canon». La risa de la granadina resuena en el Claustro de Santa Paula, donde ella, entre flores blancas y azules, mira a cámara. «Y que todavía no me acostumbro a esto de posar...», ríe otra vez, divertida. El 13 de julio viajará a Saigón, Vietnam, para representar a España en Miss Business Global, un certamen de belleza internacional en el que la talla o la edad no tienen la última palabra. «Con la de complejos que he tenido toda la vida por la gordura... ¿Quién me iba a decir que iba a ser modelo?».

Empecemos por el principio. Gloria Jiménez Muñoz-Cobo estudió Turismo, pero se dedicó 12 años al mundo de los seguros, hasta que, cansada de los objetivos y las ventas –que se le daban muy bien–, decidió dar un vuelco a su vida y ahora trabaja en una residencia. «Estudié Trabajo Social en la Uned por una cuestión puramente vocacional. Quería un empleo en el que sintiera que podía mejorar la vida de los demás». Lectora empedernida, llora cuando recuerda 'El corazón helado' de Almudena Grandes, la filosofía de vida se la enseñó José Luis Sampedro en 'La vieja sirena' y, para reír, el mejor humor es el de Eduardo Mendoza. «¡Pero que va a parecer que soy una cultureta! –ríe– También me encanta salir de fiesta y tomar vinos con los amigos, ¿eh?».

¿Cómo una mujer que jamás se había planteado presentarse a un concurso de belleza termina representando a España? «Casualidad –responde–. Una agencia de modelos curvy vio fotos mías en Instagram y me contactaron. Me ofrecieron participar en Miss Canarias. Y fui sin expectativa, a ver en qué consistía. La verdad es que era bastante reacia a estos certámenes, siempre he estado en contra de la cosificación de la mujer y lo asociaba a un mundo muy superficial. Pero estos certámenes eran distintos».

El certamen de Canarias, como todos los que vendrían después, tiene diferencias evidentes: no hay limite de edad ni un canon de belleza establecido. «Me pareció una oportunidad súper bonita para demostrar que la belleza es más lo que consigas transmitir que una talla en sí. Que una mujer puede ser bella a los 30, a los 40, a los 50...». Gloria triunfó en Canarias y luego en Miss 30 Spain, en Barcelona, donde ganó el título en la categoría de más de 40. «Eso me convirtió en la candidata española para el certamen internacional de Filipinas, Miss Tourism, el pasado octubre, donde quedé quinta de treinta». Y resulta que las seis primeras de Filipinas tienen pase directo para el siguiente reto, el Miss Business, en Saigón.

«Como tú comprenderás, a estas alturas de mi vida mi objetivo no es ganar ninguna corona. Quería disfrutar la experiencia». El viaje a Filipinas fue «inolvidable», rodeada de mujeres como ella venidas de todo el mundo. «Lo bonito es que no nos sentíamos rivales. Hice dos buenas amigas, Coco, de México, y Cao, de Vietnam… Sí, Coco y Cao, suena a broma, pero es así», se carcajea.

Estos certámenes, lejos de ser un mero desfile por la pasarela, son jornadas kilométricas repletas de actividades. «Hay mucho trabajo y esfuerzo. Y me gusta porque el jurado va más allá del aspecto físico. No gana necesariamente la más guapa, entienden la belleza como un cómputo de lo que transmite, su cultura, su manera de hablar, el compañerismo…». Para el siguiente desafío, en Saigón, Gloria ya prepara vídeos, discursos y vestuario. «Allí hay mujeres que llevan maquilladores, peluqueros, estilistas y ropa de diseñadores que te mueres… y luego está lo que voy a hacer yo: mi ropa, mis formas, mi manera. Una belleza real».

El premio de estos certámenes es clasificarse para ir al siguiente. «Que no es poco, nada más que con el viaje… ¡una pasada!», exclama Gloria. En cualquier caso, en estos concursos hay empresas en busca de nuevas imágenes para sus marcas. «En Filipinas me salió una colaboración con una tienda de productos españoles. Y estuve en Milán haciendo un catálogo de cremas para pieles maduras. ¡Y fui con mi hija!». Gloria quiso compartir la experiencia con Sofía y ambas pasaron un fin de semana precioso en la capital italiana de la moda.

«Cuando veo a las adolescentes como mi hija en TikTok, presionadas para estar más guapas… el mensaje me parece aún más importante: todas las mujeres tenemos algo que nos hace bellas y únicas». Sobre las operaciones estéticas, Gloria asegura que es «profundamente respetuosa» con que toda mujer haga con su cuerpo lo que le haga sentir mejor. «Pero yo no lo haría. Una mujer puede estar estupenda en una talla 36 y otra, con la 42-44, también».

La aventura de la belleza no deja de ser un hobby para Gloria. «No es mi fuente de ingresos ni mi modo de vida. Yo soy trabajadora social. Pero esto es muy bonito». Con Vietnam a la vista, la granadina pone una carta más en la mesa: «Voy a organizar un certamen de belleza inclusiva en Andalucía. Habrá premios, viajes, marcas… Es un proyecto que me ilusiona mucho».

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