Si alguien lee el título de una de las nuevas canciones de El Jose puede correr el riesgo de escupir fuego en redes sociales en defensa de la tierra nazarí. No es para menos: leer 'Ese acento de Graná no vende ná' indigna ... a cualquiera. Pero si optamos por escuchar los 3 minutos y 52 segundos que dura el tema entenderemos que más que un insulto es una defensa a ultranza de ese habla que se come las 'eses'. Así nació una de las propuestas más originales de un grupo nacido en el Albaicín que acaba de estrenar su tercer disco.
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Jose Miguel Romerosa (letrista, voz y guitarra), Alberto Sapillo (bajo), Nano Díaz (batería), Juanma García Navia (flauta y teclados) y Julián Suárez (guitarra eléctrica) son la base de este tándem. Y la idea de la canción surge de la presión por imponerle a Jose un acento «neutro» al cantar, cuando él es más de Granada que la Alhambra.
JOSE
«Constantemente me decían que no me iban a tomar en serio, ni me iban a escuchar, ni me iban a respetar como merezco. Al principio intentaba poner un acento que no era el mío, pero cuando busqué mi comodidad vi que era una gilipollez inmensa. El neutro, que es ficticio y personalmente creo que no es necesario, existe porque no tenemos ganas de escucharnos los unos a los otros, pero yo entiendo a un vasco, y él a mí. Reivindicamos que hablamos así, le guste a quien le guste, nos sentimos especiales pero no superiores. Igual le pasa a un catalán, un vasco o un peruano, las identidades sirven para que haya riqueza y estemos orgullosos de vivir en un mundo sin monotonía», manifiesta Jose.
El jienense Alberto Sapillo va más allá y afirma que el acento andaluz en general «está maltratado». «El menosprecio a nuestra forma de hablar está ahí, si no nos reivindicamos se nos va a seguir tachando de incultos o graciosillos. Se pueden hacer cosas muy serias más allá de cantar flamenco y contar chistes, que también está bien», asegura.
ALBERTO SAPILLO
Quizás parte del éxito de El Jose resida justo ahí, en no aparentar algo que no son. Ellos le cantan al feminismo, al existencialismo, a los problemas o a las contradicciones. ¿Es difícil para un músico escribirle a algo que no sea el amor romántico? «Me gusta hablarle a otras cosas, no es difícil cuando el corazón te lo pide. Me puede apetecer igual escribirle al acento de Graná que a 'me ha dejado el amor de mi vida y estoy hecho una mierda'», apostilla el cantante.
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La pandemia ha marcado inevitablemente este nuevo disco. Su título, 'Seguro de ná', refleja esa incertidumbre a la que todos nos enfrentamos desde hace ya más de un año. «A nivel general nadie ha podido hacer planes ni a medio plazo, y a nivel musical las canciones han ido brotando hacia diferentes direcciones que no teníamos claras, todo ha sido en función del momento. No estábamos seguros de nada, ni siquiera de que se fuera a llamar así el disco, lo que hace que tenga aún más sentido», recalca el bajista.
La mayor parte del trabajo ha sido ideado durante la pandemia, que ha cambiado el concepto inicial que tenían en mente. «Hubiera sido más inspirador seguir viviendo cosas, al final en casa como mucho puedes dedicarle una canción al microondas. Eso sí, los momentos de soledad han servido para cantarle al sentimiento de estar aislado, como en 'Me falta algo'», indica Jose.
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La única parte positiva es que han podido dedicarle más tiempo a elaborar y perfeccionar el disco, incorporando un sinfín de instrumentos que lo dificultan todo más económicamente pero que les enriquece personalmente a niveles extremos: desde los básicos, como la guitarra o el bajo, hasta violines o el clarinete, pasando por la trompeta, el trombón o el saxofón. Por lo demás, la covid-19 solo le ha puesto piedras por el camino a los músicos, que con los conciertos mermados -su principal vía de ingresos- han visto más complicada su supervivencia.
De cara a los próximos meses, esperan que la situación mejore y puedan volver a escuchar las voces sin mascarilla de un público que baile y salte como antaño, ya que a ellos les gusta «el follón». Y que griten bien fuerte eso de «me da pena, penita pena, que con el arte que le corre por las venas no sea un poquito más inteligente y hable como se tiene que hablar». Porque a la canción del acento Jose la llama un «surf de playa de piedras», algo tan característico en el literal granadino como abrir las vocales. Y por lo que nos sentimos orgullosos.
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