Jorge Fernández Bustos
Viernes, 18 de septiembre 2020, 01:13
Por segunda vez el concierto programado para el festival de flamenco Milnoff se tuvo que suspender a su mitad este miércoles en el Palacio de los Córdova debido a la lluvia. Fueron solo unas gotas, más bien goterones, que llegaron a incomodar al ... público asistente y sobre todo a los músicos que veían cómo se les mojaban sus instrumentos y temían que incrementara el aguacero. No obstante, a pesar de la amenaza, los Jóvenes Habichuela —el teclado cubierto con un plástico— pudieron conceder un último tema que cumplió con creces la función de fin de fiestas y dejó más que un buen sabor de boca a los asistentes que, comprendiendo las razones, ordenadamente abandonaron el recinto. Se trataba del desgarrador 'Ne me quitte pas' de Jacques Brel entre francés y castellano ('No me dejes, no'), que Marina Carmona entonaba con dulce flamencura y buena pronunciación y con aires del Camino a su final —donde Carlos Carmona remedaba el soniquete de su abuelo Juan Habichuela, a quien estaba dedicado el día—. Antonia Heredia —de las Gallinas de Granada— salió a su final para reforzar las palmas y animar Marina a hacer mutis con una pataílla por tangos.
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No se sabía si el cielo podría esperar cuando comenzó el concierto de los Jóvenes Habichuela (los madrileños Juan, Lucas y Carlos Carmona), aunque, entre sí y entre no, pudieron hacer entrega de media docena de canciones. Más cercanos a las propuestas de Ketama, sus padres, que a las de Juan y Pepe, sus abuelos, se desarrolló el espectáculo con piezas cercanas al pop, a la salsa, a la rumba o al bolero. Abrieron la noche con la rumba 'Te empecé a querer' con estilo inconfundible de los Nuevos Flamencos de finales de siglo. Continuaron con una versión de 'El lago' del mítico grupo Triana con ritmo de reggae para volver a la composición propia con 'Déjame quererte para siempre' y, recibiendo a su primo Carlos Carmona (residente en Granada) abordaron 'Después de un tiempo' de Ketama.
Marina Carmona sustituyó a su primo Lucas como cantante solista, algo más madura musicalmente hablando, que se acercó al bolero en un primer tema para seguidamente mostrar su bilingüismo y versionar una canción de Manzanita llamada 'La quiero a morir'. Terminó el espectáculo, como ya dijimos, pasados por agua y con la canción antedicha del cantautor belga.
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