Estreno en Granada
La historia de cine del lama que nació en la AlpujarraEstreno en Granada
La historia de cine del lama que nació en la AlpujarraAño 1986. María y Francisco, dos hippies que vivían en la Alpujarra, entregan al pequeño Osel a los monjes tibetanos. Aquel bebé estaba a punto de ser reconocido como la mismísima reencarnación de Thubten Yeshe, el lama que, a pesar de morir joven, con tan ... solo cuarenta y nueve años, fue el gran introductor del budismo en Occidente. Hablamos de finales de los sesenta y principios de los setenta, cuando los movimientos contraculturales triunfaban en Europa y Estados Unidos. La madre de Osel, María Torres, y el propio Osel Hita son los principales protagonistas de 'El reencarnado Osel, historia de un lama rimpoché', un documental que ya se ha presentado con gran éxito en Bilbao e Ibiza y que se estrenará en Granada, en el Lemon Rock, el próximo 10 de octubre –a partir de las 19.30 horas–.
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El padre de la criatura es el cineasta granadino Samaj Moreno (Yegen, 1981), que estará presente en la proyección en el Lemon acompañado de María Torres y Osel Hita, quienes participarán en un coloquio a la finalización de la emisión. «Me gusta mucho esta fórmula –dice Samaj– porque la gente, en función de lo que ha visto y oído, tiene suficiente información para entablar un debate». La entrada será libre hasta completar un aforo de 150 espectadores.
La inquietud de Samaj Moreno por el periplo de Osel, desde sus orígenes, su nombramiento como sucesor de Thubten Yeshe y otras circunstancias como el abandono del monasterio de Sera (India), surgió a raíz de la lectura del libro 'Sobre la cola del cometaOsel', escrito por María Torres. «Ahí me di cuenta de que se trataba de una historia muy potente que merecía la pena llevarla al cine», asegura Samaj.Y lo hace contando con testimonios tan cualificados como el de María, el de Osel y el de la discípula Ana Jackimov.
Y es que, a pesar de que Osel Hita decidiera salirse del camino y elegir su propio destino, el 'lama de la Alpujarra', como fue bautizado en su momento, sigue siendo el elegido para los cientos de miles de seguidores de la doctrina de Thubten Yeshe, que viajó por múltiples países para impartir sus enseñanzas. «Aún hay muchas personas que identifican a Osel por la calle y que se ponen de rodillas para venerarlo», cuenta Samaj, unido con Osel por una relación de amistad. «Yo, cuando era pequeño, iba a su casa de la Alpujarra, aunque mi contacto era más con los hermanos que con Osel, que ya vivía en el Tíbet», reconoce. Después sus biografías volvieron a coincidir en Ibiza.
Samaj, residente en Ibiza, no olvida su nexo con la Alpujarra. «Fui el último crío que nació en Yegen, ya que después cambiaron la ley, y ya todos los alumbramientos se producían en Granada», recuerda entre risas. Unos años después, volvió a la comarca y habitó durante unos años en Mecina Bombarón.Hasta que finalmente se instaló en Ibiza, donde se dedica a la creación cimetográfica y a escribir libros.
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María Torres, explica Samaj Moreno, es oriunda de un pueblo de Alicante que se llama Villena. «A finales de los setenta –afirma– quedó fascinada por Thubten Yeshe en el transcurso de una estancia en Can Tirurit, Ibiza, considerada la primera comunidad hippie de España». Thubten Yeshe manifestó su interés de que se fundara un centro budista fuera de la isla, y así fue cómo surgió el Centro de Retiro BudistaOsel Ling, en una atalaya donde solo se respira paz y se divisa el Mulhacén y los pueblos blancos enclavados en el barranco del Poqueira, uno de los parajes más bellos de la Alpujarra.
Tras el fallecimiento de Thubten Yeshe en 1984, una decena de chiquillos fueron sometidos a una serie de pruebas y finalmente fue Osel el que las superó todas. Al poco entró en el Monasterio de Sera (sur de la India) y allí, alejado de sus padres, se formó hasta los dieciocho años, cuando renunció al nombre de Lama Tezin Osel Rimpoche y se alejó para recuperar algo de su adolescencia. Se marchó a Ibiza, donde estaba su progenitora, y vivió nuevas experiencias.Probó el alcohol y las drogas, pero sobre todo reivindicó la vida de cualquier joven de su edad.
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Ahora todo ello, los sentires de María y Osel, la relevancia social y religiosa de Thubten Yeshe, la elección de Osel... todo se cuenta en esta cinta de sesenta y cuatro minutos de duración, rodada entre España y el Nepal, que podremos ver en Granada a la vuelta de unas semanas. Una buena oportunidad para conocer la historia de un chaval que renunció a la trascendencia para ser un hombre normal.
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