«Fue indescriptible ver el genio de Morente tan de cerca»

–Presentarse con un documental propio es una estupenda idea ¿cómo se le ocurrió?

–Nace por un lado de darle explicación en el mismo contexto al por qué de los temas que grabé en video en el audiovisual Sombra sesión, y por otro de una idea que tuve siempre en mi cabeza a raíz de cómo me impactó el disco de Eric Clapton Me and Mr. Johnson, que estaba documentado y explicado en imágenes.

–¡Y con qué autoridad se explica!

–Muchas gracias. La verdad es que me lo está diciendo la gente, que es casi ilustrativo. Supongo que la autoridad es más bien del género, bastante más elocuente que yo. Quise que tuviera mucho peso la música en sí, y estoy bastante satisfecho de cómo ha quedado.

–Usted ha hecho desde rock a estándares de Las Vegas… ¿De vuelta las 'roots'?

–Las raíces para mí son un instinto. Como cuando uno vuelve a casa por la noche perjudicado. Puede ser que no sepas dónde estás, ni tengas medios, pero siempre la encuentras. La casa, digo. Deseaba hacer una recapitulación estructural porque ahora me pide el cuerpo divagar por los subgéneros del folklore norteamericano.

–Salvando las distancias, gente como Lagartija Nick o David Montañés se están arrimado a la música de la tierra, en esos casos, al folk andaluz… ¿el futuro está en el pasado?

–El futuro de los músicos jóvenes puede que no, y creo que es natural que esto sea así, e incluso sano entre comillas. Ellos tienen que buscar otra cosa de momento. El folklore está muy relacionado con cierta perspectiva sobre la existencia y la artesanía, y esto son cosas que uno conoce mejor cuando la fruta empieza a estar madura.

–Por cierto que Enrique Morente estuvo con ustedes en la última colaboración que hizo...

–Fue sensacional ver al genio desde cerca y cómo trabaja. Cómo se va fraguando todo de modo oficioso hasta que la belleza rebosa. Fue indescriptible ver al talento tan de cerca.

–Asegura que llegó a Robert Johnson a partir de Clapton, y desde el hombre de la rotonda diabólica ¿siguió hacia atrás?

–Desde luego. Eric Clapton ha hecho mucho para que sepamos los demás lo que es el blues, y de qué otros músicos venía todo. Yo sé que en esto hay muchos superentendidos que critican a Eric Clapton, pero a veces creo que no han entendido nada.

–Sin embargo presentarse con un pin USB es todo lo contrario a las 'raíces', ¡un signo de modernidad absoluta, aunque sea de madera!

–Sí señor. He sucumbido a las 'modernuras' para que este disco y el documental no sólo se queden en las redes. Que haya un sitio físico donde identificar este último trabajo el día de mañana… Y también para al que no le guste mucho lo pueda reutilizar para grabar vídeos de Tangana o el Jincho (carcajada).

–Ciertos paisajes de la provincia, toda la zona oriental, parecen hechos para ambientar su música, seca, austera y doliente…

–Es fantástico que lo menciones porque mi familia proviene de esa zona. Es una auténtica maravilla. Hay un Mississippi oculto en nuestra provincia y la gente ni lo sabe. Yo ahora me voy a estudiar allí al pequeño cortijo por temporadas. De hecho una de las canciones del disco está grabada allí mismo, a menos de un metro del corral de los pavos de mi tío Pepe y alrededor de toda la leña que alimenta nuestra lumbre.

–¿Acaso por esa coincidencia pudiera explicarse la abundancia de grandes hombres del blues aquí?

–En realidad creo que la faceta del blues granadina es más bien urbanita, hay cosas muy buenas fuera claro. Por Guadix y también cierta afición por la costa, pero creo que el rollo empezó en la urbe. Yo lo encontré allí vamos.

–La idea creo que ha sido un éxito, que ya va por la segunda edición…

–Así es. La verdad es que me he puesto muy contento con ello. Está a la venta en redes sociales a través de mis perfiles de Facebook e Instagram. Todo lo recaudado ira íntegramente destinado a mi supervivencia como ser humano (risas), y a futuras producciones, cómo no.