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La Isabel de Granada que reina en SegoviaGranada y Segovia distan quinientos kilómetros la una de la otra. Un viaje de cinco horas en coche desde el Sur a la Meseta que ha realizado una pasajera muy singular. Se llama Isabel, reinó entre 1474 y 1504 y ha pasado a la Historia como la mujer que propició la unidad territorial de España. Una mujer que también fue una gran devota. Tanto que desde 1967 hay abierta una causa para elevarla a los altares que solo está pendiente de la firma por parte del Papa. Por todo ello, la iglesia de San Miguel de Segovia inauguró el pasado 25 de febrero una espectacular escultura de Isabel I realizada y fundida en estos pagos de Granada, en cuya Capilla Real descansan sus restos 'in saecula saeculorum'. El hecho de que se haya puesto allí, en la parroquia de San Miguel, no es casual. A muy pocos metros de este templo, situado en la plaza Mayor de Segovia, Isabel la Católica fue proclamada reina de Castilla un 13 de diciembre de 1474.
Se trata de una iniciativa de la Comisión para la Beatificación de Isabel la Católica, dirigida por el sacerdote granadino José Luis Rubio Willen, con la que se pretende ahondar en el fervor popular hacia Isabel. El fervor, uno de los aspectos en los que se está centrando ahora la labor de la Comisión mientras llega la esperada rúbrica por parte del Papa Francisco o sus posibles sucesores –es imposible aportar una fecha con cierta precisión–.
El autor de esta escultura, pensada para su colocación en el atrio de San Miguel, es Francisco Javier Galán, un artista que reside en Maracena y que está especializado en este tipo de obras monumentales y con vocación de trascendencia. Para esta en concreto, precisó cuatro bocetos, varias consultas a la Comisión y tres semanas de modelado en barro. El proceso de fabricación se prolongó finalmente durante mes y medio, desde los trabajos preparatorios hasta la consecución de la pieza tras pasar por los hornos de la prestigiosa fundición de Miguel Ángel Moliné, ubicada en el polígono industrial Los Álamos, de Atarfe.
A partir de las indicaciones que dio la Comisión, Javier Galán llevó a cabo una intensa tarea de documentación para «obtener un busto que no solo reflejara cómo era Isabel desde el punto de vista físico, sino también psicológico». «Para ello, además de las fotografías facilitadas por la Comisión, analicé cuadros de Isabel la Católica que hay en museos como el del Prado o la National Gallery de Londres», explica Galán, quien leyó también «multitud de artículos y biografías específicas centradas en la personalidad de Isabel la Católica».
«Su mirada refleja la de una dama regia, poderosa a la par que dotada de una gran humanidad». Los ojos están girados levemente a la izquierda, una decisión fundamentada, según Javier Galán, en el espacio donde se localizará la estatua y la forma en que será vista por los feligreses en San Miguel. «Todos esos detalles son importantes y hay que tenerlos muy en cuenta», asegura el autor. «Subes las escaleras y te encuentras con ella».
Francisco Javier Galán
Escultor
Francisco Javier Galán, formado como aprendiz en tallares tan afamados como el de Ángel Ramírez –donde salió el famoso 'Oso y madroño' de la Puerta del Sol de Madrid–, lleva seis años afincado en Granada. Trabaja en su casa de Maracena y cuando se trata de encargos de mayor tamaño –la mayoría de las veces–, en la nave del propio Miguel Ángel Moliné, donde se han fundido, por ejemplo, todas las figuras plantadas en el bulevar de la Avenida de la Constitución o el 'caballo' que corona la fachada del Ayuntamiento de Granada –'El instante preciso', se llama–.
Ahí, en Atarfe, se ha realizado esta Isabel de Granada que ya vive en Segovia. Lo primero es dibujar los esbozos en papel, lo segundo esculpir con arcilla y lo tercero la elaboración de los moldes, el de cera –que permite varias reproducciones– y el de escayola. Lo siguiente es verter el material incandescente, una aleación de 85% de cobre, 14% de estaño y un 1% de aluminio y níquel, en el troquel para que adopte la forma isabelina. Después de un día enfriando –el metal pasó de sólido a líquido tras someterlo a temperaturas de novecientos grados–, se procede a la rotura de la horma y a la extracción ya de la escultura a expensas del último lijado y patinado. «Logramos que el bronce tenga una resistencia adecuada a la acción de los agentes externos, que envejezca bien y que se mantenga su característico tono verdoso», señala el propio Miguel Ángel Moliné, cuya empresa da empleo a siete trabajadores y tiene clientes en toda España.
Isabel I fue reina de Castilla desde 1474 hasta 1504. Se casó el 19 de octubre de 1469 con Fernando de Aragón. Por el hecho de ser primos segundos, necesitaron una bula que dispensó Sixto IV. Ellos conquistaron el reino nazarí de Granada y participaron en una red de alianzas matrimoniales que hicieron que su nieto Carlos heredase las coronas de Castilla y Aragón. Desde 1974 es considerada sierva de Dios por la Iglesia católica. Su beatificación marcará un punto de inflexión en la Historia de una mujer que mandó ser sepultada en Granada.
Isabel vuelve 550 años después al mismo sitio donde fue entronizada. Pero en esta ocasión lo hace partiendo desde Granada.
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