R. I.
Jaén
Jueves, 23 de enero 2025, 18:32
Paisaje de Toledo, de Aureliano de Beruete y Moret (Madrid, 1845 – 1912), es la reciente incorporación a la colección artística de temática rural de la Fundación Caja Rural de Jaén. Este óleo sobre lienzo permanecerá expuesto en el Espacio La Rural durante los próximos días.
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Pintada en el año 1900, se trata de una de las piezas destacadas dentro de la trayectoria del pintor madrileño. Su tamaño es algo mayor respecto a las medidas que empleaba el artista, generalmente de formatos reducidos. «Este cuadro de Beruete encaja perfectamente dentro de los grandes paisajistas que forman parte de nuestra colección, que vamos aumentando, poco a poco, mirando a nuestros orígenes», valoró el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas durante la presentación.
Beruete representa el paisaje de una manera realista con una técnica pictórica compleja pero sutil, con la que el artista logra transmitir también otros aspectos como una sensación espacial atmosférica o la reverberación de la luz y su afectación en los colores. Además, dota a la imagen de una carga poética, sugiriendo un espacio esencial capaz de conmover al espectador con una línea.
El asesor artístico de la Fundación Caja Rural de Jaén, Fernando Carnicero, señaló que la incorporación de este Paisaje de Toledo «es un hito, es un cuadro importantísimo, un cuadro digno del Museo del Prado o de los mejores museos de España. Es bastante excepcional un cuadro de Beruete de esta importancia».
Su trabajo se desarrolló tras una formación académica con el artista de origen belga Carlos de Haes (Bruselas, 1826 – Madrid, 1898), quien desde 1857 ocupó la cátedra de paisaje de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, siendo el responsable de introducir en España un concepto nuevo del paisaje que abogaba por el realismo -frente al romanticismo- al modo de las escuelas belga y del resto de Europa.
Beruete asumió la necesidad de profundizar en la representación del paisaje y encontraría una seria de importantes hechos que le ayudaron a crear un lenguaje pictórico propio con el que hacerlo de una manera que difería del paisajismo de su maestro Haes. Entre esos factores que contribuyeron a su forma de entender y representar el paisaje se encuentran su adscripción al positivismo, una corriente intelectual basada en la idea de que la prosperidad de la sociedad debe recaer en el progreso científico, la educación y la aproximación a la realidad alejada de una idea espiritual de la misma.
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