Concierto Erik Johanson. Fotos: José Luis González
Cultura

Difícil mezcla entre BluesCazorla y fútbol para un extraño viernes

La normalidad en los escenarios de la plaza de toros y la plaza Vieja se rompió en el del Auditorio del Parque por mor del España-Alemania, que dejó al blues en un segundo plano

José Luis González

Sábado, 6 de julio 2024, 13:00

Por fortuna, ganó España a Alemania, anfitriona del torneo, y pasó a semifinales del europeo de fútbol. Para más inri, merced a un gol al final de la segunda parte de la prórroga. Con lo que las dos horas y media largas de duración del ... partido se comieron la totalidad de la tarde, que en 'Cazorleans' estaba adjudicada –en el auditorio del Parque- a Anna Dukke, la Eduardo Pinilla Blues Band y José Luis Pardo. Pero buena parte del público que debía estar bajo aquel escenario prefirió el balompié y se puso bajo los televisores que salpicaban los pubs y bares del centro urbano cazorleño. Cantando lo goles de Dani Olomo y Mikel Merino en lugar de los temas de las tres magnificas bandas españolas. Qué le vamos a hacer, al deporte rey no hay quien le tosa en este país.

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Sin embargo, la Plaza Vieja fue otro cantar. Se llenó como suele de miles de personas, ataviadas con lo justo para tapar las vergüenzas y pertrechadas de objetos de todo tipo para esparcir el líquido elemento de esta sierra a diestro y siniestro. Las pistolas de agua y los espolvoreadores hacían peligrar cualquier peinado mínimamente cuidado y, sobre todo, las cámaras fotográficas y de video de los que se aventuraban a introducirlas en medio de la marabunta. Nada ni nadie se libraba de ser diana de un buen 'tirador'. La generosa fuente de tres caños de esta emblemática plaza del casco antiguo cazorleño servía la infinita recarga del agua más fresca y clara que se puede tomar por estos lares.

Cazorleños

Y en medio del tórrido calor, atemperado por las lonas que cubrían parte del lugar reservado para el público, reinaba la música. Interpretada por Mario Andreu, José Insaciables, la Blues Band de Granada y Quique Gómez, clásicos de los clásicos en este festival y cazorleños todos, unos por nacimiento y otros por adopción. Que interpretaron sus temas más conocidos y otros de nuevo cuño para deleite de las miles de personas que permanecían de pie frente al escenario y también de las estaban sentadas en las numerosas terrazas que circundan la plaza, en las que servían líquidos refrescantes y las tapas más representativas de la gastronomía cazorleña.

Ya por la noche, llegó el turno del escenario principal, el de la plaza de toros, también denominado Escenario Cruzcampo. Allí esperaba, en primer lugar, el joven Eric Johanson, llegado desde Nueva Zelanda con alma de Luisiana para deleitar al público que comenzaba a congregarse en el albero. Con su voz y, sobre todo, con su guitarra. Intercalando punteos infinitos, fusiona blues, funk o hard rock sin despeinarse. Y no es un hablar figurado.

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Mr. Sipp

Después, saltó al escenario Mr. Sipp, o Castro Coleman, que es el hombre que se esconde tras este virtuoso de la guitarra, el blues, el soul y el rock. Siendo considerado por los entendidos como uno de los mejores bluesman del delta del Mississippi por su voz, sus composiciones y, claro está, por su guitarra. Lo que no pasó desapercibido para el público, que ya llenaba la plaza.

Sin solución de continuidad, fue el turno de otra de las estrellas de esta edición del BluesCazorla, Kenny «Blues Boss» Wayne. Nacido en Spokane, Washington, EE. UU., y residente desde hace décadas en Canadá, llegó a Cazorla a punto de cumplir los 80 años, con una carrera a su espalda que comenzó en 1962, año en el que su especialidad era el Gospel –que, según él, «es la raíz de todo»-, y que ha evolucionado hasta el Blues de hoy, desarrollado principalmente en su etapa canadiense.

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Y finalizó la noche con The Soul Jacket, unos vigueses que han sido calificados como la mejor banda de rock sureño en España, y que atesoran diez años de carrera, cuatro álbumes y dos E.P.'s, sin que, a día de hoy, parezca que han tocado techo, Su fórmula musical se traduce en una mezcla de rhythm'n'blues, rock'n'roll y southern soul.

Nota artística

Como es habitual en el BluesCazorla, dos artistas de la comarca de Cazorla pusieron la nota artística en dos lugares del casco urbano de Cazorla. En la Plaza de la Tejera, justo antes de entrar en la calle Doctor Muñoz, Fran Sánchez, plasmó en este punto estratégico el tradicional dibujo del cartel anual del festival; y en el Balcón de Zabaleta, donde se puede disfrutar de la vista más pintoresca de Cazorla, Moi Escudero dejó impreso en madera uno de sus habituales trabajos ligados al universo del cómic. Por supuesto, dedicado a 'Cazorleans' y a su principal patrocinador. También se volvió a colocar la escultura instrumental que Fran Sánchez ejecutó hace ya un lustro para este evento.

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