Los tres toreros salen a hombros del coso de la ciudad de Úbeda. FOTOS: ENRIQUE
Cultura

Enrique Ponce se despide de Úbeda a hombros junto a Curro Díaz y Roca Rey

Emotiva tarde del diestro valenciano, cortando dos orejas de su primer toro y recibiendo una atronadora ovación que recogió emocionado

Ángel A. del Arco

Viernes, 4 de octubre 2024, 22:34

Enrique Ponce se despidió de Úbeda y de la provincia en una tarde llena de emociones, con momentos inolvidables y con lágrimas en los ojos de los espectadores que llenaron hasta los topes el coso taurino de San Nicasio. También vimos emocionado a un Enrique ... Ponce, sobre todo, cuándo en el centro del ruedo recogió una ovación, la última de su carrera en una plaza dónde han sido muchos sus triunfos y los recuerdos. Era el cuarto de la tarde, un toro sin opciones de triunfo, pero la gente que tiene memoria le dió una ovación. Se dirigió sólo al centro del platillo, acompañado solamente de su montera. Allí quieto escuchó la ovación de un entregado público, con la mirada puesta en el tendido en forma de agradecimiento y escuchando al público al grito de torero torero. Todo había terminado, nunca más veremos a Enrique Ponce vestido de luces y toreando. Esta bella historia ha llegado a su fin. Una pancarta en el tendido decía «Ponce igual a Dios». Hasta siempre leyenda, hasta siempre maestro, hasta siempre torero.

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Una tarde histórica

Úbeda se vistió de gala. No siempre se consigue un cartel tan rematado. No siempre se despide una figura del toreo de la talla de Enrique Ponce. Y a todo esto añadirle la presencia de Curro Díaz, un torero distinto a todos y que a su vez fue el gran triunfador del año pasado y Roca Rey, la gran figura del momento. Una hora antes del festejo, los aledaños de la plaza de toros eran un hervidero de personas haciendo colas. Se colgó el cartel de «no hay billetes».

La hora del comienzo se retrasó unos minutos hasta que todo el gentío se colocó, algo nada fácil en una plaza tan bonita cómo incómoda. Una vez colocados, el presidente sacó el pañuelo blanco dando comienzo el festejo. Cuándo se hizo presente Enrique Ponce en el ruedo sonó la primera gran ovación del público. El valenciano la recogió, invitando a sus compañeros de cartel a compartirla.

Por la puerta de chiqueros fueron saliendo los toros seleccionados para tan magno festejo. Seis Jandillas de desigual presencia y con el denominador común de la nobleza y justeza de fuerzas. Nada que sorprendiera.

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El último baile

Enrique Ponce se presentó en Úbeda en su última tarde con las mismas ganas de siempre. Veterano, pero con una figura que conserva a sus casi 53 años de vida. Con una técnica insuperable se va en plena madurez artística, disfrutando más que nunca, pero con la idea clara de que su tiempo ya ha pasado. Al primero de la tarde, un toro de buena presencia, lo lanceó a la verónica con soltura y suavidad, enseñando a embestir al toro, que desde su salida mostró sus escasas fuerzas. Apenas si fue castigado en varas, luciéndose en la brega Víctor del Pozo.

Brindó su faena de muleta a un veterano seguidor que se encontraba en los tendidos altos. El inicio fue soberbio con muletazós saliéndose a los medios a cámara lenta. Siguió toreando así de despacito en las posteriores series, imprimiendo a los muletazos ritmo, suavidad y compás, llegando mucho al tendido. Los naturales siempre a media altura para no dañar la noble y floja embestida. De lo mejor de su actuación fueron los ayudados por alto y luego también por bajo con los que remató una labor que fue creciendo conforme avanzaba la misma. La estocada quedó desprendida pero tiró al cornúpeta patas arriba. La petición de orejas fue unánime, cortando dos orejas.

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El último toro de su carrera en nuestra provincia fue de la ganadería de Juan Pedro Domecq. Toro noble y flojo que apenas dejó lucirse a un cabreado Ponce que lamentaba con gestos ostensibles su mala suerte. El toro pareció lesionarse de una mano, cayéndose reiteradamente durante la lidia. La ovación final emocionó al propio Ponce al grito de torero torero.

La plenitud de Curro Díaz

Al igual que Ponce, es torero veterano, con mil batallas a sus espaldas y que vive un momento de plenitud. En su primer turno lidió un Jandilla, que, al igual que toda la corrida, tuvo nobleza y poca fuerza. Tras dos lances de tanteo, el linarense se puso a torear a la verónica a cámara lenta formando un alboroto en los tendidos, que, por cierto, se encontraba lleno de linarenses.

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El toro de Jandilla mostró mucha nobleza, aunque sus fuerzas anduvieron justas.Tras un puyazo breve y dos pares de banderillas, Curro Díaz brindó a Enrique Ponce su faena de muleta en un cariñoso gesto. Realizó una gran faena, mejor en un principio al natural, dónde toreó con largura y mucha profundidad. Los olés sonaron con fuerza de sus muchos seguidores. De vuelta a la mano derecha se sacó dos portentosas series, bajando mucho la mano, llenas de profundidad y buen gusto Un faenón de Curro Díaz lleno de torería que remató de una estocada fulminante, realizando la suerte con mucha verdad y sinceridad, todo a cámara lenta. Cortó dos orejas de ley.

El quinto fue un jabonero que manseó en los primeros tercios. Su escasa morfología quedó en un segundo plano ante lo ofensivo por delante. No embistió en los primeros tercios. Todo cambió en la muleta gracias a la aptitud y entrega del linarense que cuajó una de las mejores faenas de su temporada y me atrevo a decir que de su carrera. Vaya manera de torear con ambas manos, con profundidad y mando, ligando los muletazos en un palmo de terreno. El toro no fue nada fácil, pero la labor de Curro Díaz le serviría a cualquier torero para consagrarse en la cima del toreo. Un faenón que no tuvo el refrendo de la espada. Una estocada delantera dejó el premio en una oreja.

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Roca Rey

Al peruano Andrés Roca Rey lo vimos con la sensación de que está llegando con la gasolina justa al final de temporada. Cómo se dice en el argot taurino «atorado». Y lo cierto es que buscó agradar al respetable, sobre todo en los terrenos de cercanías, pero lo vimos lejos de su mejor versión. Reaparecía después de unos días de descanso tras la voltereta sufrida días antes en Logroño.

Su temporada está siendo muy regular en cuánto a la regularidad de triunfos, asumiendo la responsabilidad del número uno, aunque artísticamente nos deja con algunas dudas. El tercero de la tarde fue un toro de Juan Pedro Domecq que tuvo menos presencia que los Jandilla, pero que tuvo mucha nobleza y calidad, aunque su escasez de fuerzas limitó la labor del torero.

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Había ganas de ver a Roca Rey, luciéndose con el capote en el quite por «gaoneras» ajustado y que levantó una fuerte ovación del respetable. En la faena de muleta, el peeruano se perdió entre muletazo y muletazo en series que dijeron poco o nada al tendido. La faena subió de decibelios en el tramo final con un arrimón «cómodo» entre los pitones del toro. La plaza se puso en pie reconociendo el valor de un torero que en el toreo fundamental no dio absolutamente nada. La estocada fue entera, pero el toro tardó en caer, levantándose hasta en dos ocasiones. Nunca dos orejas fueron tan fáciles.

El sexto fue de Jandilla. No hubo nada destacable en los primeros tercios. De forma ceremoniosa inicio su labor en el centro del platillo con pases cambiados por la espalda. Las primeras tandas sobre la diestra tuvieron largura y templanza, para después pegarse su habitual arrimón que fue muy del gusto del respetable. Faena de largo metraje que finalizó de estocada entera .Cortó dos orejas. y rabo a todas luces excesivo.

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Ahora, San Lucas

Se cierra una exitosa feria taurina de San Miguel de Úbeda y ya el domingo se inicia la de San Lucas en Jaén. La última gran feria de la temporada que tendrá el prólogo éste domingo de una novillada sin picadores en clase práctica. Un festejo que dará comienzo a partir de las cinco y media de la tarde, lidiándose novillos de la ganadería de la tierra de los Herederos de los Flores Albarrán, anunciándose los novilleros «El Gali» de la Escuela Taurina de Málaga, Álvaro Hernández de la Escuela Taurina del Puerto de Santa María, Manuel Quintana de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén, Alfonso Morales de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén e Israel Guirao de la Escuela Taurina de Valencia.

Un festejo que será gratuito, siendo el inicio de la que se espera sea una gran feria taurina. El ambiente está siendo muy bueno, superando el número de abonados de años anteriores y una buena respuesta en la venta de entradas sueltas.

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