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Curro Díaz. IDEAL
Feria

El linarense Curro Díaz, pletórico, borda el toreo en Villanueva del Arzobispo

Alejandro Talavante fue cogido de forma dramática cuando conducía al toro a los corrales tras ser indultado

ÁNGEL A. DEL ARCO

VILLANUEVA DEL ARZOBISPO

Lunes, 9 de septiembre 2024, 00:01

La localidad de Villanueva del Arzobispo vive durante estos días sus fiestas patronales en honor a la patrona de las Cuatro Villas, la Virgen de la Fuensanta. Al igual que en otros sitios, los festejos taurinos son punto de encuentro para aficionados y público en general. Tampoco hay que olvidar sus tradicionales encierros, que como viene siendo habitual se celebran estos días a primera hora de la mañana.

La corrida de toros de este año tenía el aliciente de ver un cartel en el que se concentraban tres de los diestros de mayor nivel que hay en estos momentos. En el cartel estaban anunciados 'Morante de la Puebla', Curro Díaz y Juan Ortega con los toros de la tierra de Román Sorando. Sin embargo hace unos días, en los mentideros taurinos se hablaba de la más que posible renuncia de 'Morante de la Puebla'. Nada nos extrañaba. El sevillano no está pasando por su mejor momento anímico. Se confirmó su ausencia el pasado viernes, siendo sustituido por el extremeño Alejandro Talavante. También el cambio de ganadería, sustituyéndose los anunciados de Román Sorando por un encierro del 'El Capea',

La mañana del festejo también fue movidito. Tres toros de 'El Capea' y uno de Carmen Lorenzo fueron rechazados por falta de trapio, siendo recuperados por el presidente del festejo.

Juan Ortega. IDEAL

Por la puerta de chiqueros fueron saliendo los toros de 'El Capea'. Un encierro justito de presencia y cómodos de cabeza, demasiado cómodos. Entendemos las exigencias de los toreros, pero todo tiene un límite, teniendo que ser bastante más escrupulosos con la presentación del ganado. En cuanto a su juego, tampoco fueron los más bravos, aunque tuvieron nobleza y calidad a raudales.

Curro Díaz

El linarense es uno de los toreros más importantes que hay en estos momentos. El primero de la tarde fue un toro de 'El Capea' de escasa presencia. Nada más salir por la puerta de chiqueros fue protestado por el público, lamentando el cambio de ganadería. Si su presencia fue escasa, la fortaleza también lo fue, aunque de nobleza estuvo sobrado. Curro Díaz no encontró el lucimiento con el capote en los lances de recibo. Tampoco hubo nada destacable en los siguientes tercios, aunque en banderillas se lució en un par el subalterno Juan Carlos García. El tercio se cambió en el segundo par, algo que no logramos entender.

Todo cambio con la llegada del tercio de muleta. Brindó al público convencido de que sabría aprovechar la nobleza del pupilo de 'El Capea'. Y a fe que lo aprovechó. Tras sacarlo al centro del platillo, el linarense se puso a torear como los mismos ángeles sobre el lado derecho. Con la planta relajada, vertical, descargado de hombros bordó el toreo en dos soberbias tandas. Las palmas sonaban con fuerza.

Alejandro Talavante. IDEAL

La faena de muleta estuvo amenizada por un cantaor flamenco que se lanzó a cantar en pleno éxtasis torero de Curro Díaz. Pero lo mejor estaba por llegar. Con la izquierda y al natural. Esta vez con el compás abierto, los muletazos surgieron largos, larguísimos, ligados e intentando torear muy despacio. Toreo grande que quedó reducido a una sola oreja tras una media estocada desprendida.

Con el cuarto de la tarde, volvió de nuevo el mejor Curro Díaz. A placer toreó el de Linares a un bravo toro de 'El Capea', que, con poca presencia, pero rompiendo a embestir desde que salió por la puerta de chiqueros. Es verdad que no estuvo sobrado de fuerzas, pero lo sostuvo la casta, la raza y el buen hacer de un torero sublime que cada día que pasa es mejor torero. Un maestro en plenitud que enloqueció a los tendidos ya con el capote, destacando una soberbia media verónica que duró una eternidad.

Tras una buena brega de Juan Carlos García, Curro Díaz inició su faena de muleta toreando a media altura y en línea recta, viniéndose el toro arriba en un trasteo que fue a más durante toda la faena.

Talavante

El extremeño Alejandro Talavante vino a Villanueva del Arzobispo por la vía de la sustitución. Con el primero de su lote, segundo de la tarde, lo recibió con buenas verónicas, sazonadas con «chicuelinas» y una media de remate. El toro de dijo poco en cuánto a presencia y tampoco en su juego. Embestida noble, sin humillar y poca clase. El inicio de faena tuvo variedad, saliéndose a los medios. Pareció ese inicio algo bueno, pero terminó siendo algo insulso y de poco interés.

Toro indultado. IDEAL

Alejandro Talavante se le vio poco animado, en un trasteo en el que destacó en momentos aislados, con muletazos sueltos por ambos lados que nos recordó al mejor Talavante. Cobró una estocada al segundo intentó, siendo reconocido por el público con una cariñosa ovación.

Con el quinto de la tarde llegó la apoteosis. El indulto exagerado, el premio máximo a un toro bravo, que hubiera sido merecedor de la vuelta al ruedo, pero creo sinceramente que perdonarle la vida fue mucho premio. En fin, después de una faena extraordinaria de Talavante condujo a la locura colectiva del público que pidió el indulto junto al propio torero.

Pero la apoteosis pudo terminar en tragedia. Alejandro Talavante una vez producido el indulto, quiso conducir al toro hasta la puerta de chiqueros. Pero lo quiso meter tan adentro que en un exceso de confianza fue cogido de fea manera en el mismo callejón de toriles, sufriendo una fea voltereta de la que salió milagrosamente y aparentemente sin consecuencias graves, pasando a la enfermería cuando terminó de pasear las orejas y el rabo simbólicas junto al ganadero Pedro Gutiérrez Moya El Niño de la Capea.

Juan Ortega

Juan Ortega llegó a Villanueva del Arzobispo después de la gran tarde noche de Andújar. Está en un buen momento artístico. Se le ve con ganas, implicándose en la lidia de los toros, intentando sacar el fondo de los mismos, algo que en toreros de sus características no es nada habitual.

Embutido en un traje grana y oro no encontró la manera de lucirse con el percal a la verónica. Le buscó las vueltas pero no hubo manera. El toro de tampoco dijo nada. Éste, junto con el anterior y el cuarto fueron los repescados por el presidente después de ser rechazados por los veterinarios. Tampoco en los primeros compases de la faena de muleta hubo brillantez, pero el sevillano anduvo tesonero y queriendo mucho. Eso se tradujo en una brillantísima segunda parte de la faena.

Con el sexto, otro toro de 'El Capea' de enorme calidad pero de escasa fortaleza impidió al menudo torero expresarse con el capote. Una pena, el toreo a la verónica de Juan Ortega es excepcional, pero en esta ocasión fue imposible el lucimiento. Todo quedaba pendiente en el trasteo de muleta, pero el toro, con calidad y nobleza embistió siempre al tercer y cuarto intento.

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