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Ángel A. del Arco
Sábado, 19 de octubre 2024, 21:26
La feria de San Lucas ha terminado. Y lo hizo con la esperada corrida de Victorino Martín. Unos toros que no decepcionaron en absoluto a todo aquel que se acercó al coso taurino de la Alameda, llenando de emoción a unos tendidos en sus tres ... cuartas partes.
Una gran entrada que dió respuesta a una corrida de toros que desde que se anunció estaba marcada en rojo por los aficionados jienenses. Desde el 2019 Tauroemoción gestiona la plaza de toros de Jaén. La jornada taurina se vivió con intensidad desde la mañana en los corrales de la plaza. Hubo un manifiesto de los toros en el que acudió mucha gente para ver de cerca a los espectaculares toros de Victorino Martín. Posteriormente el sorteo de los toros con las cuadrillas de Diego Ventura y los matadores de toros Curro Díaz y Emilio de Justo. Saliendo del patio de cuadrillas se encontraba el camión con los caballos de Ventura. Todo un espectáculo observar esa fabulosa cuadra, con un montón de curiosos observando como preparaban a los cuadrúpedos para la tarde.
Llegando la tarde y la hora del comienzo, las puertas de entrada al coso taurino se llenaban de gente con una expectación que antes sorprendía y que ahora, afortunadamente, se está haciendo habitual. El rejoneador Diego Ventura calentaba a sus caballos en el paseo de la Alameda, mientras Curro Díaz y Emilio de Justo llegaban a la plaza con las ilusiones por las nubes y la responsabilidad de enfrentarse a unos toros nada fáciles, pero que también han proporcionado muchos y grandes triunfos a estos dos diestros.
Cuándo Lope Morales, presidente de la plaza de toros de Jaén, sacó su pañuelo blanco indicando el inicio de la corrida y los protagonistas salieron al ruedo, la plaza estalló en una gran ovación que se repitió luego después. El primero en actuar fue el rejoneador nacido en Lisboa, Diego Ventura. Siempre comprometido con Jaén, son muchas las actuaciones que ha tenido en el coso de la Alameda, siendo también muchos sus triunfos. Es el actual número uno del escalafón de los rejoneadores. Junto a Pablo Hermoso de Mendoza han marcado una época. El navarro en la parte final de su carrera, pero a Diego Ventura todavía le queda carrete. La temporada del 2024 es un claro ejemplo.
El primero de Victorino Martín salió frío, con poco celo a la cabalgadura. A lomos de 'Quirico' le colocó dos rejones de castigo que quedaron en todo lo alto. El tercio de banderillas fue una auténtica locura. A lomos de 'Nómada', 'Bronce' y 'Guadiana' puso la plaza en varias ocasiones. Templó de costado al hilo de la tablas y a milímetros de los pitones. Una barbaridad lo cerca que llegaron los caballos a los pitones del toro de Victorino. Lo mejor llegó en el tramo final con los pares de poder a poder, dos pares de mucho mérito sin el cabezal, tres cortas y tres rosas en un palmo de terreno. Gran labor ante un gran toro que finalizó con un rejonazo fulminante, cortando dos orejas que fueron pedidas por unanimidad.
Una oreja se llevó Diego Ventura del cuarto de la tarde. Un toro de Victorino Martín que fue colaborador pero algo distraído. El rejoneador lo enceló en los primeros compases a lomos de «Guadalquivir» colocando dos rejones de castigo. Lo mejor de su actuación llegó con el caballo «Lío», formando un lío de campeonato en varios pares de banderillas al quiebro llegando mucho con el caballo a la cara del toro. En el tramo final se volvió de nuevo a lucir con tres cortas y varias rosas en un final apoteósico a lomos de «Guadiana». Pinchó antes del rejonazo definitivo, cortando una oreja, consiguiendo de nuevo una puerta grande en Jaén.
La verdad es que ya nos cuesta trabajo encontrar adjetivos para definir a Curro Díaz. No se parece a nadie en estos tiempos taurinos todos se parecen a todos. Por eso es tan necesario toreros con la personalidad de Curro Díaz. Y esa personalidad tan acusada es molesta para un sistema taurino acostumbrada a manejar estos asuntos a su antojo.
La comodidad de las actuales figuras del toreo, contrasta con la valentía, el arrojo y la figura arrolladora de un Curro Díaz que siempre se ha revelado a los caprichos taurinos de la época actual. Eso le ha llevado a una carrera complicada y difícil, ausencia de carteles y ferias dónde su presencia no debería haberse cuestionado. Pero eso también le ha dado la oportunidad de ser independiente, de buscarse la vida, de buscar en su interior y sacar ese toreo distinto que lo hace único en estos momentos.
Eso mismo pasó en la tarde de ayer en Jaén. El segundo de la tarde, el primero de la lidia a pie fue un buen toro, aunque desde salió de chiqueros se metió mucho por dentro en su embestida por el pitón izquierdo. En los lances de recibo, destacó Curro Díaz en las verónicas por el lado derecho, por dónde se gustó, al igual que en la larga de remate.
Brindó al público el de Linares con la seguridad de que podía cuajarlo. Eso mismo pasó, saliéndose al centro del platillo con toreros muletazos. El toreo en redondo fue extraordinario, corriendo y bajando mucho la mano, llevando muy tapado y toreado la noble pero no tonta embestida del Victorino. Por el pitón izquierdo hubo una sola serie, acusando el defecto de meterse muy por dentro. De uno en uno consiguió cuajarlo también por ese lado. El final de faena estuvo lleno de torería y buen gusto, con un toreo a dos manos sublime, sobresaliendo dos trincherazos que fueron auténticos carteles de toros. En la suerte natural se tiró Curro Díaz en la estocada, quedando algo baja. No fue impedimento para que se pidieran con fuerza las orejas que fueron concedidas por el presidente.
El quinto fue un toro más basto de hechuras, con mucha alzada. Se quiso estirar el de Linares en los lances de recibo, pero el toro con genio no le dejó metiéndose muy por dentro. Recibió un fuerte puyazo, destacando en la brega el subalterno de Jaén, Juan Carlos García.
Quiso el linarense Curro Díaz brindar su faena de muleta a Emilio de Justo. Realizó el fino torero de Linares otra gran faena, casi toda realizada por el lado izquierdo. Por el derecho, la embestida fue incierta y muy por dentro. Al natural con la izquierda le cuajó una extraordinaria faena, toreando a cámara lenta, con muletazos de trazo largo y muy mandones.
Lo de Curro Díaz se sale de lo normal. Está en su mejor momento y en la tarde de ayer lo volvió a demostrar. Cortó otras dos orejas, quizás demasiado premio después otra estocada baja, pero las sensaciones que deja Curro es que estamos ante un torero de un nivel excelso. En las dos últimas tardes en Jaén ha cortado ocho orejas y un rabo.
La temporada que está apunto de acabar, por no decir acabada con la feria de Jaén, ha tenido en Emilio de Justo a un claro triunfador. Desde marzo hasta octubre, la campaña del extremeño ha estado marcada por dar golpes sobre la mesa en cada actuación.
Durante su carrera ha tenido que levantarse en multitud de ocasiones. Sus graves percances han cuestionado su carrera, pero de cada uno de ellos ha conseguido salir más fuerte, gracias a una mentalidad y su capacidad. Es Emilio de Justo uno de los toreros con más triunfos con los toros de Victorino Martín. Un especialista en sacarle partido a las exigentes embestidas de los cárdenos toros. El tercero de la tarde fue un toro de preciosas hechuras que no se dejó torear con el capote, saliéndose a los medios con suficiencia. El toro de Victorino fue bravo y encastado, con una embestida muy exigente que puso a prueba a los lidiadores, destacando la brega de Abrahan Neiro.
Se fue Emilio de Justo a brindar su faena de muleta al maestro Francisco Ruiz Miguel que se encontraba retransmitiendo el festejo para el canal autonómico andaluz en un burladero del callejón. La faena estuvo llena de emoción e interés por lo mucho que expuso el torero en cada serie y en cada muletazo.
Las tres primeras series tuvieron mando y largura, para cuajarlo a continuación por el pitón al natural. Igualmente imprimió mando, largura y profundidad para domeñar las exigentes, bravas y enrazadas embestidas de un gran toro. En el tramo final, con la derecha sin la ayuda de la espada consiguió una extraordinaria serie por el derecho antes de que se desetara una gran petición de indulto. Al torero se le notó mucho que no quería matarlo, pero el presidente creemos que de manera acertada no lo concedió ante una gran bronca del respetable. Sonaron los avisos y llegaron los pinchazos, perdiendo las orejas el torero, con la desilusión de la gente ante el no indulto. El torero fue muy ovacionado tras cinco pinchazos y descabello con dos avisos. El toro fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Vibrante fue el recibo a la verónica al sexto de la tarde. El toro fue un auténtico tren en su embestida no poniéndoselo fácil al torero que tuvo mérito. Con muchas ganas y entrega realizó una labor de muleta de mucha exposición y mérito ante un toro que no regaló ninguna embestida clara. Expuso mucho Emilio de Justo en una labor de científica y mucha técnica, dominando los terrenos, distancia y altura. También tuvo tiempo para torear de forma excelente al natural, en muletazos de uno en uno que tuvieron el corte clásico de su toreo. Mató de media estocada, cortando dos meritorias orejas a una gran tarde de toros.
Finalizó la corrida de toros con los tres actuantes a hombros por la puerta grande junto al mayoral de la ganadería de Victorino Martín en un final muy feliz de la feria taurina de San Lucas.
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