Miércoles, 20 de julio 2022, 00:49
El arranque del espectáculo 'Jondo. Del primer llanto, del primer beso' certificó que a la propuesta de este verano para el ciclo Lorca y Granada en los jardines del Generalife se le pueden poner pegas –como gustos, colores–, pero nunca será una de ellas que ... está hecha sin corazón. Porque es el músculo de la vida el que circula por cada una de las venas que son los algo más de 90 minutos de que consta. Porque es una gran exhibición de conocimiento escénico por parte de sus artífices, y porque, sin dejar de lado en ningún momento la técnica, es capaz de sobrepasarla en un ejercicio de funambulismo controlado pero incontrolable.
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Desde el prólogo, cuando Eduardo Guerrero baila a pecho descubierto su número inicial, hasta el cierre con el epílogo, con esa soleá por bulerías, todo en este espectáculo es el reflejo de la pasión lorquiana. En el primer cuadro, tras la evocación contemporánea con Goethe y su elogio de la vista como el más importante de los sentidos, sorprende por su jondura la intervención –la primera– de una Carmen Linares con la voz más profunda y rota que nunca, interpretando la letra de 'Encuentro', el verso incluido en 'Poema del cante jondo': «Ni tú ni yo estamos en disposición de encontrarnos... En las manos tengo los agujeros de los clavos... ¿No ves cómo me estoy desangrando?»
Y tras la voz de Carmen y el jadeo de Rosita en el baile, esa ruptura implícita con el orden establecido, a base de coraje, el siguiente cuadro nos muestra a Don Perlimplín transformado en animal casi mitológico moviéndose a golpe de trombón –uno de los hallazgos de la noche–, y de ahí, sin solución de continuidad, pasamos a ver a Mariana en bata de cola «con tela de paracaídas beige tirando a blanco» y el 'Soneto de la dulce queja' como fondo, acompañada camino del cadalso. Carmen Linares termina este segmento con 'La soleá', de nuevo incluida en 'Poema del cante jondo'. Y tras Rosita, Don Perlimplín, Belisa y Mariana, con el rumor del agua llegan Adela –espectacular la granadina Mónica Prado– y El Director, para componer un fresco lorquiano tan moderno como intenso.
Una muy amplia nómina de 'vips' habituales en los actos institucionales acudieron anoche al Generalife a disfrutar de un espectáculo que, bajo los auspicios de la Consejería de Cultura, llenará, recuerden, las noches alhambreñas hasta el 27 de agosto.
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