
José Guerrero, al alcance de los niños
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El hijo del pintor granadino escribe un libro infantil sobre la vida y obra de su padre, al que pone de ejemplo de 'inteligencias múltiples'Secciones
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El hijo del pintor granadino escribe un libro infantil sobre la vida y obra de su padre, al que pone de ejemplo de 'inteligencias múltiples'«Desde niño, José siempre vio a su madre vestida de negro después de que muriesen su padre, su hermano mayor y su hermanica. José tuvo que vestirse de negro también. Gracia (su madre) era católica, muy religiosa y esa era su costumbre. Como estaban de luto, toda la ropa de José se tuvo que teñir de negro». Lo escribe Tony Guerrero. Y el señor del que habla es su padre, don José Guerrero, uno de los artistas más universales que ha dado la provincia.
Se trata también de un extracto de 'Los colores de José', un libro que acaban de publicar la Diputación de Granada y el Centro José Guerrero donde Tony escribe sobre la vida y obra de su progenitor para un público infantil, con muchos guiños también para los adultos. Y lo hace, además, poniendo a José Guerrero como ejemplo de las 'inteligencias múltiples', una teoría que asegura que existen ocho tipos de inteligencia y que las ocho confluyen en la figura del célebre pintor de Granada.
Como la 'inteligencia visual y espacial' que relaciona ese negro que tanto influyó en la cosmovisión de Guerrero en los primeros años de su biografía en Granada con el uso del color, una de las principales características de su producción artística. De hecho, era conocido como 'el pintor del color'. Como esos verdes, azules, amarillos, violetas y rojos que, en contrapunto con el negro, penetraban por las vidrieras de aquella iglesia de Granada a la que un día Guerrero acudió junto a doña Gracia y que iluminaban las cabezas de los feligreses –especialmente, matiza Tony, de los alopécicos–.
Tony, que reside en State College, una localidad de 40.000 habitantes situada a dos horas en coche de Filadelfia y de Nueva York (Pennsylvania), asegura que 'Los colores de José', que cuenta con las ilustraciones de Jorge González, surge de la necesidad de aportar una lectura de Guerrero entendible por niños y niñas, «y hacerlo, además, a partir de esas 'inteligencias múltiples' teorizadas por Howard Gardner en 1983». En este punto conviene subrayar que Tony Guerrero (París, 1955) posee un máster en Pedagogía por la Bank Street College of Education de Nueva York y que ha desarrollado su carrera como profesor de Lengua y Cultura Hispana en la Penn State University.
«No creo que mi padre supiera lo que eran las 'inteligencias múltiples', pero sin duda le hubieran fascinado porque las utilizaba todas a su manera», señala Tony Guerrero. «Esta teoría dice que sean los que sean tus puntos fuertes, síguelos de modo positivo hasta ver dónde te llevan», agrega el autor aludiendo directamente a los lectores. «Hay una expresión, 'sigue tus sueños', que es lo que él hizo con mucho empeño, y le salió bien, y además fue un ejemplo para muchas personas». «A veces se sentía muy solo y perdido, pero su inteligencia intrapersonal le ayudó a creer en sí mismo y siguió para adelante», reflexiona Tony.
Tony Guerrero ha empleado año y medio en la redacción y edición de los 'Los colores de José', un volumen que se puede adquirir en la librería del Centro Guerrero en la calle Oficios. «He trabajado con mucha ilusión en este proyecto por varias razones», dice Tony. «Entre ellos –añade– porque la vida de mi padre era muy interesante por su talento y su capacidad creativa, pero también por su formación y por sus diferentes etapas vitales». «Provino de una familia humilde y desde los primeros momentos demostró su gran perseverancia para triunfar en el mundo del arte», explica.
Y en este contexto, deben de entenderse sus inquietudes y su decisión valiente de viajar y establecerse junto a su esposa Roxane Witthier en Nueva York, donde crecieron Tony y su hermana Lisa, y donde se unió a la corriente del expresionismo abstracto americano, convirtiéndose en uno de sus representantes más destacados dentro y fuera de los Estados Unidos. A pesar de ello, como se reseña en 'Los colores de José', «nunca olvidó sus raíces granadinas, por lo que la familia residió largas temporadas en España».
Y es que Granada, a pesar de la distancia, siempre estuvo muy presente en el día a día de Guerrero. «Las iglesias, la iconografía de arte religioso, la Alhambra, Sierra Nevada... ahí se forjó la visión de la pintura de mi padre tanto primero en su etapa figurativa como posteriormente en la abstracta», dice Tony Guerrero, que también intenta cultivar esa estrecha relación con Granada realizando visitas periódicas con motivo de las reuniones de la comisión paritaria delCentro Guerrero –la próxima la realizará durante la primavera–.
Respecto a la actividad del Centro, Tony Guerrero afirma que la labor que se está desarrollando es «magnífica». «Estoy seguro de que mi padre estaría encantado», comenta. Una valoración positiva sustentada no sólo en la labor de conservación y difusión del patrimonio pictórico de Guerrero, sino también «por el extenso programa de actividades en forma de exposiciones, conciertos, conferencias y eventos para niños que convierten el museo en un espacio acogedor para todo el mundo».
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