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José Antonio Muñoz
Granada
Jueves, 4 de marzo 2021, 00:56
Arrojo no les faltaba a ninguno de los dos. Capacidad de entrega, tampoco. James Bond, el agente secreto que imaginó Ian Fleming, exespía a su vez, era metódico unas veces, impredecible otras, siempre con sus propios métodos. Puede parecer una comparación absurda, pero San ... Juan de Dios también fue exactamente eso: un ser humano capaz de romper barreras utilizando métodos desconocidos hasta que él los puso en práctica. Además, James Bond y San Juan de Dios tienen otro punto en común: que en el cine, hubo un actor que los interpretó a ambos. Su nombre, Timothy Dalton, nacido en Colwyn Bay, Denbighshire, Gales, el 21 de marzo de 1946.
En Granada, hace ahora 45 años, Dalton se puso en la piel de San Juan de Dios en la superproducción 'El hombre que supo amar', dirigida por Miguel Picazo. Diez años después, y tras rechazar dos veces el papel –se lo ofrecieron antes que al efímero George Lazenby y luego antes de que se rodara 'Octopussy'–, Dalton aceptó ser James Bond, interpretándolo con solvencia en dos títulos de la saga, 'The living daylights' –titulada en España 'Alta tensión'– y 'Licence to kill' –'Licencia para matar'–. Quizá cuando rodó la escena de precréditos del primero de los dos filmes, en la colonia de Gibraltar, recordó sus peripecias en la cercana Granada, una década antes.
El pintor y profesor granadino Luis Ruiz fue partícipe del rodaje del 'biopic' sobre San Juan de Dios siendo apenas un niño, dejando recuerdo permanente de aquella aventura cinematográfica en un cuadro pintado siendo ya mayor, que quien visite la Casa de los Pisa puede contemplar. En él, un San Juan de Dios muy lejano en su iconografía de aquella visión idealizada de Gómez Moreno, porta entre sus brazos a un enfermo moribundo, exhibido en toda su crudeza.
Lo que casi nadie sabe es que en ese cuadro, el modelo viste el hábito que llevó Dalton durante el rodaje, y que tras terminar, quedó en poder de la Orden de San Juan de Dios, como muchos de los enseres de este.
Para Luis Ruiz, todo empezó cuando, siendo vecino de la calle Mano de Hierro, vecina a la basílica de San Juan de Dios, comenzó a ver a mucha gente moverse por los alrededores de la primitiva clínica de San Rafael, hoy hospital, con vestidos de época. «Los chicos del barrio entrábamos y salíamos con frecuencia del templo, y teníamos una relación cercana con los hermanos. Pregunté a uno de ellos el motivo de aquel trajín, y me respondió que se estaba rodando una película sobre la vida del santo», recuerda el pintor.
Desde ese momento, Ruiz se convirtió en un miembro más de la 'troupe': «Iba donde se rodaba cada día, me ponía en el rincón donde menos estorbara, y me dedicaba a dibujar a los personajes de la película. Como había muchos descansos entre toma y toma, los actores empezaron a fijarse en mis dibujos, y algunos me los autografiaron, como el propio Dalton, cuya firma guardo con especial cariño. Lamentablemente, no conservo fotos con ellos, ya que entonces no teníamos móviles para hacernos selfis», comenta sonriendo.
Y añade: «Recuerdo que asistí al rodaje de escenas en el Corral del Carbón, en las calles del Albaicín, en el Palacio de Dar Al Horra, donde montaron el burdel, en la cripta que se encuentra bajo el mirador de Lindaraja en la Alhambra, convertida en mazmorras de la Inquisición, o en espacios del propio conjunto monumental. Aquellas experiencias me llenaron el corazón».
Aquel recuerdo es patente en el 'San Juan de Dios' para el que utilizó como modelo del moribundo a un trotamundos neozelandés que vivió una temporada en Granada. Una obra cruda, influida por el estilo de su maestro Benito Prieto Coussent y su 'Padre Damián', mucho más realista y menos hagiográfica.
Juan de Dios Salas, director del Cine Club Universitario y experto en séptimo arte, coincide en utilizar ese mismo adjetivo para calificar el filme: «Es una visión cruda de la realidad, fiel al espíritu de la época. Cinematográficamente, la película ha envejecido mal, es embarullada a veces y el resultado final es malo. Pero es preciso contextualizarla. El director, Miguel Picazo, es el autor de 'La tía Tula', una grandísima obra, que luego se dedicó a hacer televisión durante años. 'El hombre que supo amar' supuso su vuelta al cine, y luego solo rodaría 'Extramuros', una cinta apreciable».
Salas destaca la influencia en el filme de Rossellini y su 'Francisco, juglar de Dios' y la de Pasolini y su 'El evangelio según San Mateo'. También la de Zeffirelli y su 'Hermano sol, hermana luna', de nuevo sobre la vida de San Francisco. En cuanto a la «ruidosa y sucia» ambientación renacentista, el director del Cine Club Universitario señala la influencia de títulos como 'Robin y Marian', 'El señor de la guerra', 'Decamerón' o 'Aguirre, la cólera de Dios'. «Los productores se jugaban mucho, por lo que tuvieron que hacer equilibrios entre la historia y lo comercial. Y lo comercial en aquel momento era mostrar lo que llamaban 'la realidad', lejos de la visión almibarada de la Edad Media que aparecía en 'Ivanhoe' o el 'Robin Hood' de Michael Curtiz. Y por supuesto, no podemos olvidar que estamos a finales de los 70, y en España estaba muy de moda el destape», asegura Juan de Dios Salas. Desde el punto de vista del discurso, destaca la contraposición entre lo oculto y el conocimiento, la Iglesia de los ricos representada por la jerarquía y la Iglesia de los pobres, representada por el santo. «Timothy Dalton hace un trabajo espléndido, y hay escenas que transmiten mucho, como aquella en la que San Juan de Dios está enterrando muertos bajo la lluvia, o la del incendio, inspirada en el cuadro de Gómez Moreno. Entre los demás actores hay un poco de todo», puntualiza.
'El hombre que supo amar' puede calificarse como una auténtica superproducción. En el reparto hay más de 100 actores, la mayoría acreditados. Entre ellos, además de Dalton y el inglés Jonathan Burn (conocido por 'Los vengadores' y 'Doctor Who'), estaban Antonio Ferrandis, Ángela Molina, Queta Claver, el argentino Alberto de Mendoza, Pilar Bardem, Victoria Abril, Luis Ciges... En total, más de 10.000 extras participaron en el rodaje. El guion corrió a cargo de Santiago Moncada –quien también alcanzó fama como dramaturgo comercial– a partir de un libro escrito por José Cruset.
Hoy es fácil acceder al visionado de 'El hombre que supo amar', dado que se encuentra alojada en la plataforma YouTube. Allí lleva desde junio del pasado año, y tiene una razonable calidad. Los derechos nacionales e internacionales de la película pertenecen a la Orden de San Juan de Dios, que los adquirió a la productora General Film Corporation. Los granadinos reconocerán los espacios, y los devotos de San Juan de Dios podrán reconocer en Timothy Dalton, el 007 nacido en Gales, muchos de los rasgos de aquel librero llamado Juan Ciudad.
Palacio de Dar Al Horra
Para la película se convirtió en un prostíbulo.
Plaza de Abrantes y Corral del Carbón
Es el primer escenario que aparece en el metraje. Es el mercado donde Juan Ciudad vende sus libros.
Calle Oficios y Capilla Real
Escenario donde el verdugo ejecuta las sentencias.
Plaza de Alonso Cano
San Juan de Dios pide limosna a las puertas de la iglesia del Sagrario y la Catedral.
Casa de los Tiros
Es el lugar donde San Juan de Dios deja a una joven al cuidado de una poderosa familia.
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