«Yo no sé si Lorca pensó en alguna música cuando escribió sus poemas, pero lo cierto es que su poesía está llena de sonidos». Lo dijo Enrique Morente en enero de 2010. Lo dijo en la Huerta de San Vicente, en la presentación de ... su disco 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías'. Y lo dijo convertido ya en una auténtica leyenda del flamenco. Por eso la presentación de la Fundación Enrique Morente ayer en la Huerta de San Vicente, donde Federico escribió 'Yerma', 'Romancero gitano' o 'El diván del Tamarit', estuvo cargada de emoción y simbolismo. Emoción porque Granada rindió un tributo –un gran tributo– al cantaor en presencia de todos los miembros de la familia Morente Carbonell, su esposa Aurora y sus hijos Estrella, Soleá y Kiki. Y simbolismo porque Morente sentía verdadera devoción por Lorca y por la Huerta, donde reside el alma del poeta. «Quedé enganchado por Lorca desde que cayó en mis manos el libro 'Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores'», reconoció en alguna ocasión.
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La voz de Enrique estuvo muy presente anoche en la Huerta. Tanto es así que el acto, que contó con una nutrida presencia de personalidades entre las que se encontraba la cantaora Carmen Linares, el músico Antonio Arias, el tocaor Juan Habichuela y la consejera Rocío Díaz, se abrió con unas palabras del autor de la 'Estrella' que dejaron helado al personal en una noche ya de por sí fresquita. «En esta conferencia no pretendo, como en las anteriores, definir, sino subrayar; no quiero dibujar, sino sugerir. Animar, en su exacto sentido. Herir pájaros soñolientos. Donde haya un rincón oscuro, poner un reflejo de nube alargada y regalar unos cuantos espejos de bolsillo a las señoras que asisten». Una alocución de bienvenida recitada en su día por Lorca y replicada este miércoles en una grabación del propio Enrique Morente. Una bellísima forma de arrancar un evento que resultó entrañable de principio a fin. Porque el final fue apoteósico, con Kiki tocando la guitarra y toda la familia entonando la 'Estrella'.
Vayamos con la crónica. La primera intervención fue la de Aurora Carbonell que, en su condición de presidenta de la Fundación, fue la encargada de explicar los fines de esta entidad, cuya inscripción en el Registro de Fundaciones de Andalucía se resolvió el 29 de mayo de este año. «Hoy hemos venido a la casa de Federico García Lorca, al que mi marido tanto admiró y cantó, para presentarles la Fundación Enrique Morente, Casa de la Tradición y la Traducción», comentó Aurora en referencia al nombre completo del ente.
Aurora Carbonell
Esposa de Enrique Morente
«Es una organización sin ánimo de lucro –aclaró– que nace con un marcado carácter social y que se propone como fin esencial el fomentar el arte y la cultura en la sociedad, en todas sus disciplinas, poniendo especial atención a la música, la danza, la literatura, las artes escénicas y gráficas, la escultura y cualquier tipo de manifestación artística o actividad cultural que el hombre y la mujer hayan promovido hasta nuestros días». Unos objetivos generales que prestarán especial atención al cante, el toque y el baile flamenco como símbolo de la identidad de Andalucía en el mundo, con el respaldo de la Unesco, que lo incluyó en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010.
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La Fundación también atesorará y protegerá el legado artístico de Enrique Morente, creador universal, y conservará, difundirá y expandirá su obra, profundizando en su testimonio y fomentando, desde su mirada, el conocimiento de la tradición más ancestral del flamenco y su renovación constante.
Estrella Morente
Cantaora
«Enrique –dijo Aurora– siempre llevó Granada por montera allá por donde iba; todas las mañanas recorría el Albaicín hasta comprar el pan en la plaza de la Mariana». «Era y es un enamorado de Granada, la Granada de Lorca, su Granada», dijo Carbonell, quien calificó a su marido como un ser inmortal. Y acto seguido sonaron las granaínas 'Por momentos mis martirios' de Morente, otro de los momentazos de una velada llena de momentazos.
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También fue entrañable el coloquio moderado por el director de la Fundación, José Manuel Medina, quien rememoró los inicios y los primeros pasos de la trayectoria de Enrique en Granada. El Enrique hombre y el Enrique artista. Un diálogo donde no faltaron las aportaciones, llenas de sentimiento, de Estrella, Soleá y Kiki.
«Granada tuvo a Lorca, que le dio le dio la vuelta a las expresiones más profundas; mi padre era flamenco y era pueblo», comentó Estrella. «Enrique estuvo hasta el último momento en su Granada porque era su vida», terció Aurora. «Recuerdo los años en que estudiaba en la universidad y mi padre me decía que ahí está el camino, en el conocimiento, y así surgio la idea montar un lugar multidisciplinar donde la principal herramienta fuera el diálogo», afirmó Soleá. «El legado de Enrique Morente será eterno», resumió Kiki.
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La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, expresó el apoyo del Ayuntamiento «en todo lo necesario a la Fundación». Y recordó que la obra de Morente «está íntimamente ligada a la figura de Lorca por las múltiples adaptaciones de los poemas de Federico, que en su álbum 'Omega' tiene su máximo exponente». «En Granada –manifestó la regidora– el flamenco no es solo un género musical; es parte de nuestro ser, una expresión de nuestra identidad». «Sus trabajos son inspiradores y su legado es y será eterno para las generaciones venideras».
Soleá, la menor de la saga Morente Carbonell, no ocultaba ayer la tremenda ilusión que suponía para ella y para su familia la presentación de la fundación que lleva el nombre de su progenitor. «Hemos luchado mucho para que llegara este día», reconoció a IDEAL momentos antes de que se iniciara la velada. «Todos –dijo en referencia a su madre y sus hermanos– tenemos un vínculo único y especial con mi padre, al mismo tiempo que compartimos el código de estar unidos para estudiar y fomentar el flamenco».
Soleá Morente reconoció que este momento «marca un antes y un después en nuestras vidas». «Es el pistoletazo de salida de un proyecto que busca proteger y difundir la herencia artística, humanística y filosófica de Enrique Morente en un sitio con tanto significado para él, la Huerta de San Vicente, donde se respira el espíritu y la energía de un poeta al que tanto admiraba como Federico García Lorca», confesó. «Una fuente de inspiración para él».
La cantante recordó que la Fundación Enrique Morente, cuya sede está en la plaza de San Nicolás, se comenzó a gestar hace unos quince años, cuando ella estudiaba Filosofía y Letras en la Universidad de Granada. «Él fue el ideólogo y el mentor en vida de una Fundación que propiciará la interrelación de las disciplinas culturales utilizando el diálogo como herramienta principal», subrayó Soleá.
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