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El escritor granadino Fernando de Villena, con su obra. PEPE MARÍN
Literatura | El granadino Fernando de Villena entra en la leyenda del Santo Grial

El granadino Fernando de Villena entra en la leyenda del Santo Grial

Presenta esta tarde en el Centro Artístico 'Ubi sol occidit', su nueva novela, en torno al mito del caliz de la Última Cena

Martes, 18 de febrero 2020, 01:32

Fernando de Villena, uno de los autores más prolíficos y concienzudos de las letras granadinas, vuelve a la carga. Y lo hace con un asunto que, a su entender, no ha sido suficientemente bien tratado en la literatura contemporánea: la leyenda del Grial. «En torno a este tema se ha escrito mucha bazofia en los últimos años», comenta el autor de 'Ubi sol occidit' (Carena), una trepidante novela que cabalga entre varios siglos, fenomenalmente documentada, como es marca de la casa. La presenta esta tarde a las 20.00 horas en el Centro Artístico.

«Utilizo el recurso del manuscrito encontrado para desencadenar la trama», confiesa. Sobre el título en latín, opina que es una lengua que, aunque la denominen como 'muerta', está muy viva, y hay que reivindicarla. «Lo estudié ocho años, y estoy retomándolo, leyendo los evangelios. Es una lengua muy hermosa, y en los planes de estudio franceses se han retomado. Aquí no, por desgracia».

El Grial, según Villena, es «algo simbólico, muy imbricado en la cultura occidental, y muy desconocido. Por eso dedico la primera parte de la novela a exponer la historia del mito, y luego introduzco a los personajes y a su búsqueda». Así, el autor recorre el camino de la copa de Cristo en la Última Cena, para seguir su trayecto hasta los pies de la cruz, donde José de Arimatea recoge la sangre del redentor y después lo trae a Europa. «Me he basado mucho en los evangelios apócrifos, que son fascinantes, y eran una de las lecturas predilectas de Borges, por ejemplo».

Luego, el escritor granadino entra en la brumosa y fantasiosa Edad Media de los mitos artúricos, imitando el estilo de Chrétien de Troyes y la épica, más propio de los juglares que poblaban las fortalezas y cortes. «Es casi un idioma presto para ser cantado, y trato de acercarlo para que el lector se sienta imbuido en ese ambiente tan particular», comenta.

La segunda parte de la trama es pura ficción, hábilmente tejida por un autor que ha convertido su casa –llena de libros hasta el techo– en una suerte de cenobio profesional del que cada año destila una obra, por lo menos. Para él, este retiro deseado es la mejor opción posible, dado que «la vida a los 63 años no es tan fascinante como a los 20. Por eso creo otras vidas cuando escribo mis libros». Alterna narrativa y poesía, y lo próximo será un poemario, «ya que llevo sin publicar versos desde 2016».

Búsqueda

Según afirma Villena, «el hombre de hoy necesita buscar, porque está totalmente desorientado. El Grial es la búsqueda por excelencia, el eterno retorno a la esencia. Cualquier persona con inquietudes es un buscador, y por eso es un tema totalmente vigente. Para mí, lejos del tono de los 'bestsellers', este libro es una apuesta espiritual, en una época en que solo hay dos valores: el cuerpo y el dinero». El escritor granadino se ha apartado siempre, y mucho más en los últimos tiempos, de los 'fastos del mundo', incluso del mundo literario. «Todo lo que rodea al negocio de las letras me interesa poco, y los actos sociales, muy poco. Solo salgo de vez en cuando con mis amigos, Enrique Morón, Miguel Arnas… y tomarnos cuatro o cinco cervezas los miércoles, arreglando el mundo…», dice entre risas.

El Perceval que dibuja Villena es fiel al estilo de Troyes. «Trato de que mis personajes sean creíbles. Solo al final de la novela hago una pirueta fantástica. Y es porque pienso que es una lástima que la literatura de fantasía española se perdiera durante tanto tiempo. Después del palo que 'El Quijote' le diera a las novelas de caballería, quedó en el olvido. Galdós solo escribió una novela fantástica, y Valera otra, y fueron autores muy prolíficos. Afortunadamente, autores como Ángel Olgoso o López Nevot están empezando a moverla en Granada», afirma. Con todo, comenta que la fantasía, como el surrealismo, hay que dosificarla, y bien dosificada, tiene su lugar en la literatura española.

Granada está muy presente en 'Ubi sol occidit', más concretamente la ciudad de Almuñécar, donde se desarrolla buena parte de la trama. «Las referencias a Granada están muy presentes en mis novelas, y Almuñécar suponía para mí el solaz de la juventud». Una ciudad con recuerdos que para él son imborrables, y que tienen como protagonistas a personajes como el cineasta Víctor Erice o el autor de 'Tiempo de silencio', Luis Martín-Santos.

Fernando de Villena vuelve a la carga –nunca mejor dicho–, para deleite de sus lectores, recorriendo también el Camino de Santiago, Palestina, la Roma de Tiberio y otros escenarios que alimentan la leyenda. «La vida sin mitos carece de sentido, porque sin ellos no se puede aspirar a la trascendencia», dice.

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