

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Remedios Sánchez y Francisco Morales Lomas
Sábado, 27 de enero 2024, 00:00
Por Rafael Ruiz Pleguezuelos
'Cardumen' es la primera novela de Rexina Vega (Vigo, 1966), que en su publicación en gallego, allá por el 2007, ... ganó el premio Xerais. El texto es ahora rescatado y servido en castellano en versión de la propia autora por una editorial naciente, Cuatro Lunas, sello nuevo de la bien conocida Kalandraka. Se trata de una pieza que recupera la memoria familiar a través de los relatos, las fotos y cartas de sus antepasados, que vivieron en el Vigo de los años treinta. La narradora, que cada noviembre acompaña a su abuela al cementerio para cumplir con la tradición, se interesa por la historia de los suyos, especialmente por los que sufrieron la represión de la guerra civil. El lector descubrirá las vicisitudes de una familia y sus vaivenes entre ilusión y fracaso, riqueza y pobreza en una prosa evocadora, de matices poéticos. El drama de la emigración a América por necesidad está muy bien retratado.
Aquí coexisten historias profundas y nostálgicas junto con otras más prosaicas y directas. La fortaleza del libro es su capacidad para integrar con buen método historias diversas. Rescate acertado de un texto que continúa la corriente popular de revisar desde la perspectiva presente historias y vidas silenciadas en el pasado.
Por Remedios Sánchez
La vida del escritor y columnista César González Ruano tiene el interés de haber sido uno de los hombres que mejor conoció los entresijos del poder entre 1930 y su fallecimiento, acaecido en 1965. Aquí se hace un recorrido desde sus inicios literarios, vinculado a las vanguardias, al periodo de máxima popularidad ejerciendo como escritor del franquismo. En algunos momentos resulta confuso seguir el orden temporal que plantea Varela, pero es un acercamiento atractivo que da a conocer datos interesantes del autor de 'Mi medio siglo se confiesa a medias', una manera de aportar algo de luz a una biografía que Ruano se esforzó en convertir en una más de sus obras literarias.
Por Fernando Barea
Pocas biografías de literatos han despertado tanto interés con el paso del tiempo como la del bostoniano Edgar Allan Poe. No hay más que recordar cómo desde la más reciente 'Los crímenes de la Academia' hasta la meritoria 'El enigma del cuervo', su presencia es un reclamo no solo en las librerías, sino en las salas de cine. Aquí, Caamaño, por otra parte hábil biógrafo de otras figuras literarias como Conan Doyle o Agatha Christie, hace un relato pormenorizado no solo de su periplo vital, sino de las motivaciones relacionadas con su existencia que le convirtieron en el escritor que fue. Las ilustraciones, de alto valor documental y evocador, completan una obra de útil lectura.
Por Miguel Arnas Coronado
En la historia de España de los dos últimos siglos ha habido algunos dirigentes obsesionados con la Masonería por reprimirla. Uno fue el general Franco. Otro, el rey Fernando VII, mal llamado el Deseado porque en su momento lo fue, aunque luego se demostrase que era como desear un marido maltratador. Durante el sexenio absolutista, de 1814 a 1820, el malhadado rey quiso eliminar constitucionalistas y liberales que ponían en solfa su forma de reinar, recordatoria de tiempos pasados y de reyes mucho más capacitados que él.
Estos opositores se unieron en la Masonería, pues su forma organizativa favorecía la clandestinidad y sus objetivos eran semejantes. Fernando VII lo supo e hizo renacer la Inquisición para agarrotar el movimiento. Pilló tan desprevenida a la Iglesia que este historiador cita documentos de esos inquisidores solicitando información de qué diablos era eso de la masonería. Y es que al rey no le preocupaba el aspecto herético del asunto sino el político.
Este libro, un tratado histórico modélico, analiza esa época poco estudiada, y el papel importantísimo cumplido por los masones, no sólo en los diferentes intentos de forzar al rey a acatar la Constitución de 1812 (la Pepa), sino también en coordinar diferentes opciones, mantener el secreto y hacer proselitismo. En la Organización u Orden llegó a haber miembros del mismísimo Santo Oficio y un sinnúmero de militares. El centro de todo ello fue Granada, apodada Heliópolis (Ciudad del Sol) en su lenguaje secreto, con el Capitán General de la región, Eugenio E. Palafox, conde de Montijo, como miembro destacado, y el diplomático Beramendi como posible (o eso trata de demostrar el autor) máximo responsable del Gran Oriente.
Otro tema abordado por Ramos, y de manera muy eficaz, fue el famoso «caso Van Halen». Este militar, de origen flamenco pero nacido en Cádiz, fue traicionado por un colaborador y los documentos encargados de su transporte, entregados a los inquisidores. Pero los pocos medios de éstos, más la complejidad del asunto y número de los indiciados o imputados alargó tanto el proceso que muchos de ellos no llegaron a ser enjuiciados y puestos en libertad tras la revolución de Riego de 1820, como señala Ismael Ramos, cuya tarea de investigación ha sido de veras encomiable, ardua y completa. Nadie como él, licenciado en Historia y también en Derecho, para analizar este proceso complejo y con leyes confeccionadas 'ad hoc' para el caso. Un libro, pues, interesantísimo y ameno.
Por Manuel Francisco Reina
De repente, uno lee a algún crítico reputado reflexionar sobre la poesía de otros y se encuentra lugares comunes que son seguidos por el resto del rebaño literario. Leo hasta la saciedad que la poesía del autor nicaragüense, de nacimiento, aunque español ya de experiencia y vida, William González, es «poesía social». Está de moda ahora resucitar una poética de la reivindicación y el panfleto político, que tuvo su momento en los años de lucha antifranquista y que, salvo algunos maestros en poemas memorables, acabó pereciendo a lo circunstancial y pasajero. Conocí la poesía de William González cuando aún no había publicado nada, cuando era uno de esos 'nadies' de los que habla en este primer libro. Ni siquiera él sabía si quería ser alguien, pero su voz, poderosa y humilde como la de Ernesto Cardenal, y cálida como la de Pilar Paz Pasamar, clamaba ya entre sus inéditos por ser leída y oída. Hay en la lírica de William González, ya desde este libro inaugural, una poética del compromiso, sí, pero no social, sino cívica. La poesía de González, como reivindicaba el maestro Alberti, es una literatura de compromiso cívico. Versos que retratan una realidad, la de los marginados, los orillados de la sociedad glamurosa y superficial que se ve en los medios de comunicación y las campañas publicitarias, la realidad de los menas, de los barrios humildes, de los hombres, y sobre todo las mujeres inmigrantes que desdibujan su identidad hasta casi borrarla en los márgenes del llamado primer mundo. Poesía de compromiso cívico, sí, pero también una poética de la verdad, en primera persona, doliente y real, biográfica. Por eso, uno de los poemas más contundentes y emblemáticos de este libro sea 'Lejía', en el que escribe: «Mi madre, trabajadora de lunes a lunes,/se ha escondido del cosmos./Han desaparecido sus huellas dactilares/por el hipoclorito de sodio, la lejía./Una mujer sin nombre que rebusca/devastada su propia identidad./¿En qué escalera las habrá dejado?/Intenta recordar el lugar exacto donde/pudo haberlas perdido./La lejía la convirtió en anónima./¿Cómo nombrar lo que no tiene nombre?/En esas escaleras que pisáis/están fosilizadas las huellas de mi madre//fundidas con hipoclorito sódico». Hay en la poesía de William González una literatura del encarnamiento, del compromiso civil con la verdad, con la irrenunciable necesidad del ser humano a ser, a no desdibujarse en la turba, pero también de convertir su voz en la voz de los que la han perdido. «Un poeta no puede mentir», le oí decir al maestro nicaragüense Ernesto Cardenal cuando lo conocí en Managua. Esto lo sabe bien y lo aplica el joven poeta González.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.