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El primer superhéroe de Motril: Las aventuras de Superaceta

El primer superhéroe de Motril

José Antonio Rodríguez publica 'Las aventuras de Superaceta', un libro infantil que en diez días ha agotado sus dos primeras ediciones y que sigue un ritmo imparable

Miércoles, 24 de marzo 2021, 23:34

Pablo tenía 10 años y le encantaba leer: devoraba libros y tebeos de superhéroes. Aquel 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, lo pasó con su tío José Antonio Rodríguez (Motril, 1970), al que todos llaman Josa. «Ven, vamos a la playa, que tengo una idea», propuso Josa para amenizar la mañana. Ambos, pertrechados con libretas, lápices y bolígrafos, se sentaron en la orilla del mar a escribir una historia. Su propia historia. Una historia que ninguno de ellos esperaba. La historia de Superaceta, un niño de 8 años que también se llama Pablo y que tiene el poder de la palabra. «Qué cosa más chula hemos hecho», coincidieron ambos al terminar.

A Josa lo que más le divierte en el mundo es escribir. «Me lo paso pipa», dice. Por eso, después de crear a Superaceta en la playa, regresó a casa con ganas de seguir la aventura. Se sentó delante del ordenador y empezó a teclear con pasión el origen del primer superhéroe de Motril. Escribió quince capítulos y, algunos, los iba publicando en su blog. «A la gente le encantaba», recuerda. Pero esa historia, como el resto de textos que escribía –y escribe– compulsivamente terminaron en una carpeta del ordenador, lejos de cualquier estantería, durante ocho años, hasta que un día... ¡Ring! «Me llamaron de la editorial Autografía. Alguien les había hablado del personaje y les encantaba. Me dijeron que si hacía un final abierto lo publicaban. Así que escribí un final y, efectivamente, lo publicaron».

'Las aventuras de Superaceta (Super A–Z)' (Editorial Autografía, 2021) narran la vida de Pablo, un niño de 8 años de Motrilian City que adora leer por encima de todas las cosas. Una noche, un incendio calcina su casa y las letras de un extraño libro escondido en su estantería huyen del fuego y se refugian en el interior del niño. «Las letras se convierten en tatuajes que van dentro de su piel y le explicarán cómo vencer a los villanos», apunta Josa, afincado en Madrid. El libro, ya a la venta en toda España, está repleto de guiños a la tierra. «Como echo tanto de menos Motril siempre que puedo pongo alguna referencia. Mira, por ejemplo, en Motril cuando pasa algo chulo se dice 'Mucho Motril y mierda pal chaquetas'. Por eso uno de los malos se llama 'Ymierdapalchaquetix' –ríe–. O 'Playaponientix', que quiere robar el verano. O 'El Conjurox'...».

«En Motril cuando pasa algo chulo se dice 'Mucho Motril y mierda pal chaquetas'. Por eso uno de los malos se llama 'Ymierdapalchaquetix'»

Superaceta no usa la violencia y vence a los villanos con el poder de la palabra y con la ayuda de su hermano, Álvaro, que también tiene poderes: «Se llama Superinfinito, porque en el incendio él se quedó con el poder de los números». Ambos personajes están gustando mucho y, según el autor, el libro se está vendiendo «como no podía imaginar». «Ya estoy trabajando en la segunda parte».

El autor

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Josa es profesor en Madrid («doy clases a unos chicos muy, muy especiales», remarca orgulloso) y reside en el municipio de Sevilla la Nueva, cerca de Navalcarnero. Allí vive con su mujer y sus hijas, Carmen, Cruz y África. Y siempre, desde el principio, quiso escribir. «De niño me cabreaba con los finales de las historias, por eso los reescribía. Mi personaje favorito era Thor, pero también reescribí finales de García Márquez. Y con el lobo de Caperucita Roja he hecho virguerías». Hace años, un amigo que sabía de su afán por contar historias, le advirtió que iba a terminar perdiendo todos sus textos y le sugirió que los colgara en la Red. «Me abrí un blog (josamotril.wordpress.com/) y empecé a publicar mis cosas. Pensaba que la gente no iba a entrar, pero hay días con tres mil o cuatro mil visitas. Cuando metí a Superaceta me pedían más capítulos sobre él».

'Las aventuras de Superaceta' ya se leen en varios colegios de Motril y de Sevilla la Nueva, donde los niños se han convertido en auténticos fans del personaje y del autor. «El otro día me llamaron de la librería del pueblo porque había niños que querían que fuera a firmarles el libro», cuenta. «La cara de los niños –sigue– era una pasada». Otro chaval le ha enviado los dibujos que ha hecho de los personajes, recortados sobre un cartón para poder jugar con ellos. «Esto no hay quien lo pague», resopla emocionado. Hace poco, un amigo le dijo que estaba creando un fenómeno como el de Harry Potter, que entró por una editorial pequeña y terminó arrasando en todo el mundo. «Están desbordados en Autografía, salió el 10 de marzo y se han agotado la primera y la segunda edición. No es normal que un libro se venda así».

Josa, que está enfrascado con la continuación de la saga, tiene un puñado de novelas escritas en casa. Una de ellas se ubica en un pueblo ficticio de Granada, donde los más ricos empiezan a morir uno a uno. Un misterio que recorrerá los hogares del municipio hasta descubrir que... No, mejor guardemos el secreto. ¿Se publicará alguna vez? «A lo mejor es el momento de darlas a conocer... ya veremos».

Mientras tanto, Josa recuerda con nostalgia aquel día del Carmen con su sobrino Pablo –que ahora cursa tercero de Telecomunicaciones–, el día en que crearon al único superhéroe de Motril. Y, como si fuera la primera película de un universo gigantesco, Josa toma un respiro, busca las palabras correctas, tal y como haría Superaceta para vencer al enemigo, mira a cámara y, con aires de Tony Stark, sonríe : «Me lo paso súper bien. Tengo mucha imaginación y disfruto tanto que me meto dentro, lo vivo. Porque... en realidad... yo soy Superaceta».

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