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Juanjo Guarnido, junto a una proyección de su personaje Blacksad, en una exposición en Granada, en 2019. RAMÓN L. PÉREZ
«El reencuentro con Blacksad fue como volver a ver a un viejo amigo»

«El reencuentro con Blacksad fue como volver a ver a un viejo amigo»

Juanjo Guarnido, dibujante ·

El granadino publica hoy en España 'Todo cae', sexto tomo de la serie del gato detective que llega tras conquistar las librerías y medios franceses

Jueves, 28 de octubre 2021, 00:05

Juanjo Guarnido (Granada, 1967) alcanza el teléfono de casa, en Francia, como el héroe de las películas que consigue desactivar la bomba en el último minuto. Está agotado. A principios de mes publicó allí 'Todo cae', el sexto tomo de 'Blacksad'. El regreso del detective gatuno, ocho años después de 'Amarillo', ha sido una absoluta revolución cultural en el país galo, tan seguido como el estreno de una película de Marvel o el lanzamiento de una novela de Stephen King. «Si te digo lo que llevo encima desde el 1 de octubre no te lo crees», dice Guarnido, con cierta guasa. Y no bromea: firmas en París, entrevistas en directo en 'prime time', apariciones en los informativos y una charla en un festival cultural de Fnac; un viaje a una antigua estación de tren, en Bruselas, donde hizo un concierto dibujado con una banda de jazz; entrevistas en los principales periódicos de Francia, mesas redondas y visitas internacionales en casa; viajes a Le Mans, Ginebra, Lyon, Poitiers... «Y el lunes rodaron en casa durante cinco horas. Hoy ya estoy un poco más tranquilo», termina, nueve minutos después. «Pero merece la pena –ríe, divertido–. Ahora toca España».

La última vez que hablamos de cómics era noviembre de 2019, se publicaba 'El Buscón en las Indias' y usted estaba dibujando en Central Park las primeras viñetas del sexto 'Blacksad'.

–Ha sido una temporada muy rarita, todo parece muy lejos pero, en realidad, se ha pasado en un suspiro. He dibujado 'Todo cae' bastante rápido. Quizás, lo que me llevó más tiempo fue hacer los bocetos. Las páginas finales, entintarlas y el color no me ha llevado tanto, algo más de un año.

¿Qué se siente al reencontrarse con John Blacksad?

–Para mí es muy importante cuando recibo el primer álbum. Sujetarlo por primera vez. Lo agarro y no lo suelto, es mi superstición. El reencuentro con Blacksad fue como volver a ver a un viejo amigo. El mismo cariño que le tienen los lectores al personaje es el que le tenemos Juan (Díaz Canales) y yo como autores. Hay un lazo afectivo que es muy curioso, que roza un poquito la esquizofrenia. Te deslizas a una tesitura en la que casi piensas en Blacksad como en un ser real, que existe. Cuando lo dibujo mal no lo reconozco, me digo que no es él. Y cuando sale bien me digo ahí está mi gato.

Portada de Blacksad: Todo cae.
Imagen - Portada de Blacksad: Todo cae.

'Todo cae' se publica hoy, 28 de octubre. ¿Cómo presentas a la nueva criatura?

–'Todo cae' es la primera parte de un díptico. Decidimos que fuera así, por un lado, para desarrollar una historia más larga, una etapa más compleja contada en dos tomos. Y con un parón en medio que nos sirve para usar esa frase tan preciosa que tanto nos ha hecho soñar: «Continuará...». Ha sido una gozada dibujar el capítulo, que viene con un montón de personajes interesantísimos. Es un álbum particularmente denso, con muchas viñetas por página, al contrario de los números anteriores. En el primer 'Blacksad' había cinco o seis viñetas por página. En este hay ocho o nueve de media.

¿De qué va?

–Gira alrededor de un personaje basado en Robert Moses, al que llamaban el maestro constructor de Nueva York. Un tipo que llegó a tener muchísimo poder sin ser elegido por sufragio en ningún momento. Tampoco era arquitecto. Era un visionario que tenía una concepción del futuro muy particular, con una fe enorme en el automóvil como medio de transporte para todo el mundo. Solomon, nuestro personaje, se inspira en él. Aunque el nuestro, teniendo un poco la misma visión, digamos que sus métodos van más allá, sin escrúpulos, aplicando lo de que el fin justifica los medios incluso cuando los medios son salvajes y crueles.

Solomon provoca el caso...

–Así surge una intriga en la que un líder sindical es amenazado y Blacksad se tiene que infiltrar en el ambiente de los trabajadores del metro... Y hay una trama paralela y mezclada, en la que la directora de una compañía de teatro, que hace obras de Shakespeare al aire libre, se topa con las intenciones ocultas de Solomon. Como decía, una trama compleja, interconectada y, al mismo tiempo, muy bien desarrollada y fácil de leer.

Esas conexiones recuerdan a una temporada de 'The Wire'.

–Juan (Canales), de hecho, hace muchas referencias a 'The Wire', precisamente en la medida en que es una representación polifónica de la sociedad que la describe muy bien. En este episodio hay una semblanza de la sociedad neoyorkina de la época muy interesante y muy bien documentado.

Qué bonita la dedicatoria de Canales, al principio, a su madre. ¿Seguís siendo un buen equipo, después de tantos años?

–Son muchos años... y la relación sigue siendo muy buena. La complicidad no se agota. Hemos pasado un par de años durillos, por la pérdida de su madre y por otras circunstancias. No ha sido fácil para ninguno de los dos. Últimamente, gracias a 'Blacksad' y lo que conlleva, hemos podido pasar un poquito más de tiempo juntos, que no es lo mismo el teléfono o 'zoom' que compartir momentos. La amistad con mi guionista es uno de los tesoros más grandes que tengo en mi vida.

Díaz Canales

«La amistad con mi guionista es uno de los tesoros más grandes que tengo en mi vida»

Son 20 años desde el primer 'Blacksad'. ¿Qué ha cambiado?

–Ha cambiado el estilo gráfico. Simplemente ha madurado. Cuando eres joven quieres aparentar cosas... Ahora dibujo de una manera mucho más serena, reposada y pensando más en el rigor, en el volumen, en la precisión de la anatomía, de las formas, de todo lo que describo con los trazos. Lo que más ha cambiado es Blacksad, el personaje. Si miras los primeros tomos no se parece al de hoy. Antes tenía una cabeza más gatuna que ahora, que es un cráneo humano con rasgos de gato. Se ha vuelto más humano y eso hace que el lazo afectivo sea mayor, porque tiene una mirada más realista y profunda. Una mirada aterciopelada inspirada en la de Marlon Brando.

Página de Blacksad: Todo cae.
Imagen - Página de Blacksad: Todo cae.

Siempre he pensando que las aventuras de Blacksad tienen algo de Indiana Jones, por aquello de construir el personaje con historias que, a priori, no tienen nada que ver una con otra.

–Mira, eso no me lo habían dicho... En una de las últimas entrevistas me dijeron que había ciertos temas en 'Todo cae' que hacían referencia a problemas de hoy en día. Cada uno debe dar la interpretación que le dé la gana, eso es lo bonito de la obra artística. Hay quien ve que abordamos el tema del feminismo en una escena concreta y que es un guiño al 'me too'. Para mí no tenía esa intención, pero si alguien lo ve, adelante. Si ves Indiana Jones, perfecto. Lo que resuena en cada persona es diferente y eso tiene un valor.

¿Qué sabemos de la película o la serie de 'Blacksad'?

–Durante la pandemia se gestionó un nuevo contrato con otra productora importante. Una productora francesa con implantación en Estados Unidos adquirió los derechos y tiene pinta de que se lo están tomando en serio, de que tienen intención de iniciar una producción en un plazo razonable. Pero todo son conjeturas... Estos proyectos son tan complejos y tan caros que nunca se sabe cuándo van a concretarse.

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«Una productora francesa adquirió los derechos y tiene pinta de que se lo están tomando en serio»

La segunda parte de 'Todo cae' sí puede concretarse, ¿no?

–Sí, sí. En año y medio. Ahora mismo estamos con la campaña del tomo uno. El guion está escrito, por supuesto. En cuanto terminé el tomo uno hice un 'pre story board' del tomo dos y el planteamiento inicial ya está ahí. Pero antes pasaré por España. En Granada estaré el 13 de noviembre, firmando ejemplares en Comic Stores.

¿Hay algo más en la cabeza de Guarnido?

–Después del díptico de 'Blacksad' me voy a lanzar a un proyecto ambicioso, con Alain Ayroles, el guionista de 'El Buscón en las Indias'. Una idea muy, muy bonita pero que supondrá dos años o más de trabajo.

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