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Sergio García y Lola Moral, miles de vidas en la cabezaNivek está de perfil, mirando un horizonte de estantes en la librería Picasso. Su rostro de líneas puras, como una de esas esfinges egipcias que buscan la eternidad en el interior de las pirámides, contiene la historia de su vida: el viaje desde las minas de coltán hasta el Mediterráneo, pasando por la selva, la sabana y el desierto. Una travesía guiada por las estrellas, por el sueño de una vida mejor, una vida tan infinita, plena y vasta como un mar de estrellas. Todo esto lo cuenta el propio Nivek así, quieto, sin mover los ojos, en la portada de 'El cielo en la cabeza' (Norma, 2023).
Dani, el librero, agarra el cómic y lo observa con detenimiento. Cada página de las 144 es distinta a las demás. Cada página es una obra de arte por la que habitan miles de historias al mismo tiempo. Cada página es un ejercicio de poesía visual, de aventura y drama, de lágrima y fascinación. Hay tantas cosas que mirar y, sin embargo, basta una sola viñeta para identificar a sus autores: «Este dibujo solo podría ser de Sergio García. Y este color, de Lola Moral», sonríe Dani.
Sergio y Lola llevan tantos años trabajando juntos que parecen un matrimonio. De hecho, lo son. García es profesor de la UGR, dibujante de decenas de tebeos y Premio Nacional de Ilustración. Lola es una artista multidisciplinar, colorista y creadora del maravilloso mundo de Odie. Ambos tienen obras expuestas por galerías de medio mundo. Su último trabajo acaba de llegar a las librerías. «Es un libro muy duro, pero muy necesario. Una historia de ficción donde todo lo que se cuenta es verdad», dice Moral. «Trata de esas personas que vemos llegar en pateras pero no sabemos lo que han tenido que pasar», añade García.
'El cielo en la cabeza' narra la vida de Nivek, un niño que trabaja en las minas de coltán en el Congo y se ve forzado a convertirse en soldado. Su única motivación será huir y llegar a Europa, un lugar en el que está convencido se acabara tanto sufrimiento y disfrutará de la libertad… O no. Un periplo perfectamente documentado gracias a la ayuda de Idoia Moreno Olabuenaga, de la ONGJambo Congo, en Shabunda y Kakutya. «Lo he pasado mal dibujando el cómic, con momentos en que quería abandonar. No soportaba tanta dureza», dice García. Y lo cierto es que hay una dureza terrible, pero es una dureza que, visualmente, es hermosa. Algo que produce un efecto poderoso ya que, sin necesidad de mostrar una violencia truculenta, hace más honda la experiencia. Esa belleza formal es su mejor arma.
«Buscamos ese equilibrio, el efecto del contrapunto –continúa Moral–. La poca sangre que aparece no es roja. De hecho, el uso del color es muy especial, tiene su propio hilo narrativo». El guion de 'El cielo en la cabeza' es de Antonio Altarriba (autor de, entre muchas otras, 'El arte de volar', precioso libro por el que ganó el Premio Nacional de Cómic en 2010). «Antonio hace guiones muy cinematográficos –recuerda García–. Yo leía el conjunto de la escena, lo comprendía bien y luego proponía mi propia composición. Antonio siempre le pareció bien y esa generosidad es la que ha permitido que el libro sea como es».
¿Y cómo es? El cómic se publicó hace unos meses en Francia y la crítica lo tilda de «obra maestra», con una acogida espectacular de los lectores. «Todas las páginas son distintas, es un catálogo de composiciones de páginas brutal. Ahí es donde yo me divierto, dándole a cada página su ritmo, su historia», subraya García. Es así, las 144 páginas del cómic podrían estar expuestas en un museo y no desentonarían. Un dibujo onírico, poético, como ese brujo enterrado o ese árbol de millones de hojas que es testigo de la despedida más triste…
«Como contador de historias, siempre me ha interesado más el cómo que el qué», afirma García. «La historia –sigue Moral– se podría contar de muchas formas, pero esto solo podría ser un cómic por la puesta en escena. El cómo lo cambia todo». Mientras Nivek recorre siete capítulos –siete lugares–, el mundo se abre a su alrededor. «Tiene la estructura de 'El Quijote' –explica García–. Nivek es el canal conductor por el que levitan otras historias de amor, magia, guerra… No vamos a decir más. Un montón de personajes que cambian con el color». «Me fui adaptando a los países por los que pasan –dice Moral–: la luz del desierto, la claustrofobia de la selva, la crudeza de la sabana…».
La pareja de artistas granadinos recorre ahora España para presentar el cómic en sociedad. Sin embargo, sus planes de futuro –al menos el futuro más cercano– se alejan de las viñetas y los bocadillos. García, tras exponer 'Guerra' (su interpretación del Guernica) en el Museo Picasso de París y triunfar en octubre de 2022 con la muestra 'En línea', en el Hospital Real de Granada, fichó por la galería de arte Cayón para desarrollar obras únicas. «Este año lo voy a dedicar a hacer proyectos de gran formato. Es muy emocionante, para mí es muy raro entrar en el mundo del 'arte' –hace las comillas con los dedos–, pero me da mucha libertad para crear». Moral, por su parte, ya está preparando dos exposiciones: una de cerámica contemporánea, en La Raíz (Rejas de la Virgen), para mayo; y otra de dibujo en El Silo (Cuesta de Gomérez), para otoño del año que viene. Entre medias, también veremos alguna que otra portada nueva para el New York Times y otras publicaciones internacionales.
'El cielo en la cabeza' acaba de llegar a las librerías y es, efectivamente, una obra imprescindible. «Llevamos tanto tiempo juntos que no necesitamos ni hablar, vamos construyendo cosas poco a poco, con confianza en el otro», afirma Lola. Mientras tanto, Nivek espera a Dani, el librero, con la mirada perdida por los estantes de Picasso. En la portada está contado todo, de principio a fin, incluidos los nombres de Antonio Altarriba, Sergio García y, claro, Lola Moral. «Que aparezca Lola en la portada, como coautora, es un éxito –termina García–. Hay una ignorancia general en el mundo del cómic sobre la figura del color. Se da por hecho que lo hace alguien, sin más. Pero este dibujo, sin el color, sería otra cosa; con color toma otra dimensión. El color construye y cuenta la historia». Nivek no parpadea, así, con miles de historias en la cabeza, a la espera de que, con suerte, se pongan en su piel.
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Lucía Palacios | Madrid
María Díaz y Álex Sánchez
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