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El Centro José Guerrero exhibe una selección de verdaderas joyas del autor granadino, referente del expresionismo abstracto. JORGE PASTOR
El mal negocio de las falsificaciones del pintor granadino José Guerrero

Estafas

El mal negocio de las falsificaciones del pintor granadino José Guerrero

El Centro Guerrero perita cada año cuatro o cinco obras que se atribuyen al artista, que son un timo y cuya venta fraudulenta termina en sentencias condenatorias

Jorge Pastor

Granada

Miércoles, 15 de marzo 2023, 00:28

rentemente, la pintura de José Guerrero, uno de los grandes referentes del expresionismo abstracto, puede resultar 'fácil' de falsificar. Pero no. Las apariencias engañan. El artista granadino, que alcanzó fama mundial en Nueva York, tenía una pincelada única, inimitable. ¿Qué sucede? Pues que muchos de los que intentan dar 'gato por liebre' acaban teniendo un problema importante. Centros como el José Guerrero disponen de un sistema de alertas que les advierte de 'movimientos sospechosos' –normalmente siempre hay un rastro que seguir a través de internet–, a lo que hay que sumar todos los que acuden a sus técnicos buscando acreditaciones de autenticidad. La cuestión es que, según apuntan desde el Centro Guerrero, dependiente de la Diputación de Granada, todos los años saltan las alarmas cuatro o cinco veces relacionadas con que alguien intenta hacer negocio ilícito con algún guerrero.

Y algunas de estas operaciones terminan directamente en los tribunales y con consecuencias muy negativas para los denunciados. Acaba de ocurrir. El juzgado de lo penal número dieciséis de Madrid falló a mediados de enero sentencia condenatoria contra un señor, Juan José F. G., por un delito de estafa por intentar mercadear de forma ilegal con un falso guerrero. La magistrada le impone al susodicho una pena de seis meses de prisión, inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo durante ese tiempo y el abono de las costas procesales. Además, en concepto de responsabilidad civil Juan José F. G. deberá indemnizar con dos mil euros al damnificado y a los herederos de José Guerrero, titular de los derechos intelectuales, con otros dos mil euros «por los perjuicios morales causados». Además, se acuerda el decomiso y la destrucción del cuadro intervenido.

En la imagen, obra falsificada que se intentó vender en Wallapop y que ha sido objeto de causa penal en Madrid. IDEAL

La jueza, eso sí, determina dejar en suspenso el ingreso en prisión por no haber antecedentes imputables, aunque lo condiciona a que el penado no delinca en el plazo de dos años. Además, asume la obligación de comunicar los cambios de domicilio y estar a disposición del tribunal ante cualquier requerimiento. También debe abonar las cantidades en el plazo de un mes, salvo insolvencia. Si no cumple con todo ello, deberá ingresar en un centro penitenciario.

La última condena por venta de un guerrero falsificado se ha saldado con pena de seis meses de cárcel

Según los hechos probados, Juan José F. G. se hizo en 2019, «por medios que se ignoran», con un óleo que imitaba los de José Guerrero, así como con un certificado en el que simulando la firma y el sello de un experto, se decía que, en efecto, aquello era un guerrero. «Posteriormente, con intención de obtener un beneficio económico, ofreció la venta en Wallapop a finales de febrero de 2019, en un anuncio en que utilizaba el nombre supuesto de 'Cristina L'». Dicha pintura fue adquirida por C. M. M. creyendo que era auténtico. Pagó dos mil euros en tres transferencias, una de mil euros y dos de quinientos. Cuando C. M. M. acudió a los expertos, le advirtieron de que estaba siendo estafado y la Policía Nacional actuó.

Difícil de falsificar

Francisco Baena, director del Centro José Guerrero, asegura que José Guerrero no es fácil de falsear «porque tiene mucho de gestual y una manera muy personal de trabajar el lienzo». Aunque sí reconoce que su cotización en los mercados «atrae a los tramposos». Es relativamente sencillo que el Centro tenga constancia de subastas y otros canales donde se intentan comercializar presuntos guerreros a unos precios más que atractivos a los ojos de legos y no tan legos –Guerrero es un autor conocido, pero no hablamos de Velázquez o de Goya–.

Eso no quiere decir que no exista un mercado perfectamente reglado y que se sigan haciendo transacciones de lienzos de José Guerrero cien por cien verdaderos. Eso sí, hablamos de cifras que oscilan entre los 45.000 y los 50.000 euros para obras pequeñas –de cuarenta por sesenta centímetros–, para que se hagan una idea, y que supera los 100.000 euros cuando se trata de grandes formatos. Por eso resulta casi irrisorio comprobar que haya quienes lo intentan en portales generalistas por mil o dos mil euros junto a lavadoras, percheros o muebles de cocina. A pesar de ello, siempre hay quien pica.

Supervisando la conservación de obras de Guerrero. JORGE PASTOR

Lógicamente, los 'listillos' no se la juegan con copias, cuya trazabilidad es bastante fácil de seguir. Se inspiran en Guerrero para sus invenciones, como si se tratara de algo inédito o desconocido. En el caso expuesto unas líneas más arriba, el 'artista' bebió, aparentemente, de lo que pintó Guerrero a mitad de los años cincuenta en Nueva York. Guarda cierto parecido, sobre todo por la policromía, con títulos como 'Burnt earth' (1956) o 'Burning Earth' (1958), donde predominan los tonos ocres, los marrones y las masas negras.

José Guerrero fue único. Un ser singular por su forma de entender la creación y también por la forma de ejecutarla. Por eso, Guerrero siempre será liebre.

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