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Manuel de Falla, sentado al clave en la interpretación del 'Concerto'. FUNDACIÓN ARCHIVO MANUEL DE FALLA
Manuel de Falla, un pianista de cine

Manuel de Falla, un pianista de cine

Paolo Pinamonti destapa un suceso en la trayectoria del músico clave para entender su obra: su condición de acompañante en la película muda 'El hijo pródigo' y su consiguiente conexión con el séptimo arte

Domingo, 15 de diciembre 2024, 23:29

En 1907, Falla era un joven músico dispuesto a comerse el mundo. Y el mundo musical del momento era París, con el surgimiento de las vanguardias como un caldo de cultivo en el que flotaban personajes como Paul Dukas –probablemente, la primera gran amistad del gaditano más granadino en la ciudad del Sena–, Isaac Albéniz y Claude Debussy, luego amigos íntimos del maestro. Durante siete años, hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, el músico residirá allí. Es este uno de los periodos más interesantes de su vida, en lo musical y en lo personal. Pero cuando llegó a la Ciudad de la Luz, el músico andaba corto de dinero. Por ello, aquel verano, como afirma el investigador Paolo Pinamonti, se incorporó como pianista a una compañía teatral con la que participaría en una gira por diversas ciudades europeas. Su papel, interpretar la música compuesta por el compositor parisino André Wormser (1951-1926) para la pantomima 'L'enfant prodigue' ('El hijo pródigo').

La partitura se había creado en 1890 por encargo del Théâtre des Bouffes Parisiens, y estaba basada en un libreto de Michel Carré. Este era hijo a su vez del libretista homónimo y primo de Albert Carré, director de la Opéra-Comique de París, lugar donde, andando el tiempo, se estrenará 'La vida breve' de Falla, por cierto. Desde su estreno, la obra alcanzó un gran éxito en la capital francesa, lo que llevó a la compañía a representarla en Londres, Viena, y ciudades italianas como Florencia y Bolonia.

La llegada del cine, con la consiguiente ampliación del universo de públicos, hizo que quienes rodaban volvieran la vista hacia la apuesta segura que suponían los éxitos teatrales. El 'teatro rodado' fue una de las fuentes creativas de esta primera época del celuloide. De ahí que se rodara una versión de 'L'enfant prodigue' para el cine, concretamente en 1907. Fue presentada al público en junio de ese año. A modo de acto publicitario, como afirma Pinamonti, se organizó una gira europea de la pantomima original, en la que obtuvo grandes elogios el músico gaditano por su interpretación como pianista. En la tendencia natural –que aún hoy se mantiene en el mundo de la clásica– de magnificar los currículos, se definió al por entonces aún desconocido músico como «pianista y compositor, galardonado por la Real Academia de Madrid». El propio Wormser tuvo la oportunidad de conocer a Falla, y ponderó su pericia. En aquella gira veraniega de promoción se visitaron ciudades de Francia, Suiza, Bélgica y Alemania, pero, según el investigador veneciano, no se sabe si el público pudo apreciar a un tiempo la versión cinematográfica y la escénica, o solo una de las dos. En cualquier caso, en una carta que escribió a sus padres, se mostró contento de poder conseguir un dinero que le ayudaría a no pasar estrecheces.

Recuperación

Este año, en el marco de los trigésimos Encuentros Manuel de Falla, ha habido una recuperación triple de la pantomima, gracias a un acuerdo entre el Palazzetto Bru Zane de Venecia, la Fundación Juan March y la Fundación Archivo Manuel de Falla. En tres ocasiones se ha proyectado la película 'L'enfant prodigue' con el acompañamiento musical a cargo del pianista motrileño Juan Carlos Garvayo, Premio Nacional de Música, a lo largo del pasado mes de noviembre en la propia Venecia, Madrid y Granada.

El pianista motrileño Juan Carlos Garvayo hizo el papel de Falla en el Espacio V Centenario. J. A. M.

En el acto granadino, que tuvo lugar en la Sala Máxima del Espacio V Centenario, se contó con la presencia del director del Cine Club Universitario, Juan de Dios Salas, quien compartió con Pinamonti la exégesis de la obra. Un detalle importante es que la copia que ha llegado a nuestros días no es la original de 1907 –la cual se proyectó en Madrid aquel año–, lamentablemente perdida, sino una que data de 1916, lo que hoy denominaríamos un 'remake', rodada por su realizador original, Edmond Benoît-Levy, que nos ha llegado con una duración más corta que la original, por lo que la partitura de Wormser ha sido adaptada por el propio Juan Carlos Garvayo para su interpretación en vivo.

Aunque Paolo Pinamonti aclaró en la presentación de la obra que estamos ante un episodio marginal de la vida de Falla, lo cierto es que para el músico debió ser muy interesante esa mixtura entre acompañar la acción real, con la interpretación en vivo de la pantomima a cargo de actores, con la cinematográfica, ante un mismo público a veces. También dentro de los Encuentros, la Orquesta Ciudad de Granada estrenó en España la suite con la música original de Wormser, la cual fue tocada en los Proms de Londres entre 1895 y 1930 en más de 35 ocasiones, lo que da idea de su éxito. Con su condición de pianista de cine, ahora descubierta tras la investigación llevada a cabo por el musicólogo italiano, descubrimos una nueva dimensión en la vida del músico, que enriquece su imagen aún más.

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