Ayer actuó Manuel Liñán en el Auditorio Manuel de Falla. Ese artista que, por méritos propios, se ha convertido en uno de los bailaores 'top'. Pero también aquel Manolillo que pegaba sus primeros taconeos con cinco años en el colegio Nuestra Señora del Rosario del ... Realejo aleccionado por Marichús. Porque Liñán es de Granada y es del Realejo. Por eso la actuación de este viernes en la capital era tan especial para él, como confesó en la previa.
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Bueno… por eso y porque se trataba del acto central del Ciclo Flamenco y Cultura de la Diputación de Granada y que se hizo coincidir con una fecha cargada de significado, el decimocuarto aniversario de la declaración del flamenco como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco –fue un 16 de noviembre de 2000–.
Manuel Liñán, que calza cuarenta y cuatro años, jugaba en casa y se notó desde que pisó las tablas del Manuel de Falla, un espacio dotado de la mejor acústica. El público granadino es exigente, pero también disfrutón y entregado a los suyos. Y Liñán, curtido en las zambras y las cuevas del barrio del Sacromonte –dejó huella en los Tarantos–, es uno de los suyos. Se le vio a gusto. Y se le vio también profundamente concentrado en un espectáculo, 'Baile de autor', en el que se muestra en esencia. Impresionante la danza sobre las sillas e impresionantes, igualmente, los cara a cara con sus compañeros de escena.
Un espectáculo montado sobre los tres pilares básicos del flamenco: el baile, el cante y el toque. En este caso con Manuel Liñán, David Carpio y Manuel Valencia oficiando con maestría. Un granaíno y dos gaditanos de estirpes jerezanas que se conocen y se entienden a la perfección. 'Baile de autor' es minimalismo. Un show de hora y pico sin artefactos ni artificios que se paladea desde el principio hasta el final –cuánto aportan a veces los silencios–. Lo llaman 'duende'. Liñán, Premio Nacional de Danza en 2017, tiró de magisterio para ganarse al respetable, que llenó el Manuel de Falla, y romper la cuarta pared.
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Liñán, que realizó el último acto con vestido blanco de cola y mantón, recibió una ovación de más de cinco minutos con el respetable de pie. Fue una noche mágica, como anticipó al comienzo del acto el presentador de la velada, el periodista Fran Viñuela
El programa Flamenco y Cultura de 2024, que lleva como subtítulo 'miaradas caleidoscópicas desde otras prácticas culturales y artísticas', continúa este lunes con 'Zambra' de Irene Rieda en residencia con Fuensanta la Moneta (Sala Máxima del Espacio V Centenario a las 20.00 horas). Y finalizará el viernes con el montaje 'Los monstruos de Picasso' de Eva Manzano (Casa de Porras con pases a las 18.30, 19.30 y 20.30 horas).
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