El color también contó historias anoche en el Generalife. Ramón L. Pérez

Mariana Pineda vive en la noche del Generalife

El espectáculo 'Pineda' ha diseñado una coreografía variada, pureza y modernidad flamencas, salpicada de guiños a los tiempos decimonónicos

Andrés Molinari

Sábado, 3 de agosto 2024

La muerte, tan cruel para con los comunes, respeta tanto a los héroes como a los genios, otorgándoles una segunda vida llamada inmortalidad. Con 105 años de diferencia, mataron en Granada a dos figuras inmortales de nuestra historia. Era mayo de 1831 cuando El Triunfo ... se colmó de llanto por Mariana Pineda y fue en agosto de 1936 cuando Víznar gritó de espanto al ver caer fusilado a Federico García Lorca.

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Ahora, tras tiempos de olvidos y remembranzas, el Ballet Flamenco de Andalucía, viene hasta el Generalife para recordar lo que el poeta escribió sobre la heroína. El espectáculo 'Pineda' está dirigido por la granadina Patricia Guerrero que ha diseñado una coreografía variada, pureza y modernidad flamencas, y salpicada de guiños a los tiempos decimonónicos en los que trascurre la peripecia. Le han ayudado Albert Hernández, en la coreografía de la 'batalla del Albaicín', junto a Eduardo Leal y Alfonso Losa para instantes concretos.

Gracias a Lorca, la figura de la heroína encuentra palabras para la vida, ritmo para el dolor, coro para que la apoyen

'Pineda' no es flamenco sin más, ni una sucesión de palmoteos y desgañitares sin hilo ni tarlatana. Gracias a Lorca, la figura de la heroína encuentra palabras para la vida, ritmo para el dolor, coro para que la apoyen y baile bien definido para los infames que la llevaron hasta el cadalso.

Las consejeras Patricia del Pozo y Rocío Díaz, entre otras autoridades, acudenieron al evento.

La 'Pineda' de Patricia sigue muy de lejos el argumento lorquiano. Federico se sintió atraído tanto por la candidez de los aleluyas y las mujeres de aldea contaban y cantaban la historia de Marianita puerta del espectáculo, como por la intransigencia de los granadinos enemigos de la libertad, aunque fuese meramente bordada en una bandera. Plasmar esta obra escénica como ballet flamenco resulta una proeza más que loable. Hay cante bueno, demasiado zapateado, toque sin aspavientos, danza contemporánea y teatro, el justo y necesario, pues tampoco estamos ante actores consagrados.

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Un lenguaje joven y descriptivo. Ramón L. Pérez

La dramaturgia ha sido encomendada al jienense Alberto Conejero, autor muy proclive para el poeta de Fuentevaqueros. Destaca el brillante vestuario del granadino Pablo Árbol, a base de gasa, organdí y deseos de moaré, pintiparado para el romanticismo que envuelve a la Mariana. Desde el fondo del amplio teatro del Generalife se distinguen bien las clases sociales de este 'romance popular en tres estampas', gracias a los colores terrosos y formas ambiguas del pueblo anónimo y los talles altos que revisten a los potentados. El color también es un buen contador de historias. Mariana en verde que destella bien bajo el diseño de iluminación que firma Juan Gómez Conejero.

Cuando Mariana muera por última vez, entre guitarras, palmas y cipreses del Generalife, coincidiendo con el penúltimo sábado de este mes de agosto, faltará solo una semana para que se cumpla el 210 aniversario de aquel primero de septiembre de 1814, día en el que nació la heroína granadina. También se habrán cumplido los deseos de decenas de artistas andaluces, como las bailaoras Araceli Muñoz, Claudia 'La Debla', Lucía 'La Bronce', María Carrasco y Sofía Suárez; sus compañeros Álvaro Aguilera, Ángel Fariña, Hugo Aguilar y Pablo Egea; acompañados al cante de Amparo Lagares y Manuel de Gines, las guitarras de Jesús Rodríguez y de José Luis Medina, y la percusión de David Chupete…

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El elenco se completa con Alfonso Losa como artista invitado y Eduardo Leal como repetidor. Ellos, durante 16 noches, habrán dado vida en los jardines nazaríes a la que murió en el Triunfo por defender la libertad, según la obra del poeta al que también mataron por iniquidad e intolerancia. Mariana y Lorca habrán revivido en las noches granadinas. Descritos con jóvenes lenguajes flamencos y revestidos con paletó de antigua estirpe, habrán paseado ante los ojos de quienes deseen presenciar un espectáculo de calidad en un lugar inolvidable.

Del Pozo destaca la «maestría» del Ballet

La consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, que asistió anoche al evento, ha destacado que el Ballet «ha vuelto a demostrar su maestría sobre un escenario y el buen momento que atraviesa el flamenco andaluz en general, con el que el Gobierno de Juanma Moreno está totalmente comprometido». En esta ocasión, bajo la dirección de la granadina Patricia Guerrero, que «en su primer espectáculo al frente del Ballet Flamenco, nos ha querido mostrar a la Pineda que canta al amor y a la libertad».

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