Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
José Antonio Muñoz
Granada
Jueves, 16 de diciembre 2021, 00:30
Varias generaciones de poetas se dieron cita en la segunda jornada del congreso dedicado a la vida y obra de Mariluz Escribano, que se celebra hasta mañana viernes en Granada. Por la mañana, la Facultad de Ciencias de la Educación hubo una doble cita: la ... primera, donde se dio un repaso a la narrativa de la autora por parte de Francisco Morales Lomas, y a los temas de su poesía, con Natasha Leal, Aurora Martínez Ezquerro, María del Carmen Quiles y Mar Campos Fernández-Fígares.
Por la tarde, los jóvenes poetas Rosa Berbel, Jorge Villalobos, Joaquín Pérez-Azaustre y Manuel Francisco Reina dibujaron la influencia de Escribano en su escritura y la indudable presencia de su magisterio, antes de la conferencia central de la tarde, en la que participaron Sergio Arlandis, Fernando Valverde –a distancia–, Raquel Lanseros y Josep María Rodríguez. Arlandis hizo hincapié en el hecho de que la granadina clava sus raíces en las nanas, para ofrecerles una visión muy diferente. «Las palabras que recibimos cuando somos pequeños, cuando estamos creciendo como seres humanos, son claves para nuestra trayectoria vital. También en Mariluz Escribano». La lectura de su poema 'Luna' revela un punto de vista distinto al resto de las canciones de cuna, dando la voz a la niña, en lugar del adulto: es la niña quien habla a la madre para decirle que quiere ver la luna para que ilumine sus sueños. «No cierres la ventana, madre, que me borras la infancia», dicen los versos de ese poema.
El poeta granadino Fernando Valverde puso de manifiesto algunas de sus 'paradojas' vitales, como el regreso a Granada por amor a una tierra donde, como dijo Lorca, anidaba la peor burguesía de España, ella que fue pionera en la decisión de salir de España para enseñar en una universidad norteamericana.
Josep María Rodríguez, el gran poeta catalán de la nueva generación, considerado el heredero de Joan Margarit, partiendo de un conocimiento de la autora que nació en los libros, destacó la relación de su poesía con su tiempo, pero también con el nuestro. Temas como la ecología, la condición femenina e incluso las relaciones familiares y la propia construcción de la familia fueron objeto de la disertación de Rodríguez, quien puso el acento en la importancia de la ausencia del padre a la hora de construir su voz poética y esa narración de su propia vida palpable en obras como 'Sopas de ajo'. «Cuando Mariluz Escribano habla de su padre, la diferencia tonal con autores como Costafreda es palpable. Ante un mismo detonante trágico, la muerte del padre, sin soslayar este, hay una serenidad del dolor asumido, marcado por la ausencia. No es un compromiso político, es moral. Cuando podía haber cargado las tintas en el patetismo, no lo hace».
La Premio de la Crítica Raquel Lanseros cerró el acto apelando a Mariluz como pionera en ese 'tender la mano' que huye de la confrontación para mirar al futuro desde las raíces.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.