Viernes, 23 de septiembre 2022, 00:55
«Paco no leía un periódico o veía un Telediario y hacía una viñeta a partir de una anécdota. Paco bajaba a la calle y se empapaba de lo que ocurría. Por eso, su ojo era tan certero». Son palabras de Alejandro Víctor García, periodista, ... compañero y amigo de Francisco Martínmorales, el más influyente de los viñetistas granadinos de la historia, personaje imprescindible para entender el devenir reciente de nuestro país, y tristemente fallecido hace menos de un mes. La exposición 'La Transición en su tinta', que se podrá ver hasta el próximo 27 de noviembre en la sala de exposiciones del Palacio de la Madraza, ofrece al visitante un fresco del momento histórico que transformó a España, al menos conceptualmente, de una dictadura en una democracia. En el acto de inauguración, que tuvo lugar ayer, estuvieron presentes, además de Víctor Medina, vicerrector de Extensión Universitaria de la UGR, y Ricardo Anguita, director de La Madraza, muchos amigos del dibujante, su viuda, la periodista Magdalena de los Heros, y el propio Alejandro Víctor García, quien ha desarrollado, junto a ella, la labor de selección de las piezas que integran la muestra, un total de 120.
Publicidad
«La Constitución no se aprobó hasta 1978, tres años después de la muerte de Franco; las leyes que desarrollan las libertades públicas llegaron después. Hay un periodo, pues, hasta 1982, en que los únicos que imponían orden eran los jueces, tanto civiles como militares. En casa de Paco y Magdalena hay decenas de citaciones para procedimientos judiciales, algunas que ni siquiera fueron abiertas, de personas que se sentían molestas por algo que este había publicado en 'Interviú' o en 'Por favor', o en cualquier otra cabecera. La Ley de Amnistía fue la que le salvó de todo este embrollo legal», afirmó García.
El dibujante nunca dejó de tener clara su vocación. Ya desde que comenzara a enviar sus primeros originales ofreciéndose a editoriales como Bruguera –muy curiosa la correspondencia que mantuvo con El Perich, los dos muy jóvenes y tratándose de usted sin conocerse–, sabía que había nacido para esto, y que su trabajo era bueno. Por eso, siempre cobró por él, y siempre tuvo la consideración y el cariño de las personas que le acompañaron en los medios para los que trabajó –entre ellos IDEAL, donde firmó una viñeta diaria, y ABC–. Lo suyo fue verdadero arte, porque en sus trabajos no había diálogos. Solo imágenes y, como mucho, alguna pancarta explicativa, como las que decoran la obra que sirve como cartel a la exposición, y donde aparecen los grandes nombres del momento de la Transición: Felipe González celebrando una boda–fusión de su partido con el PSP de Tierno; Carrillo y La Pasionaria felices tras su confirmación al frente del PCE; Camacho y Redondo, los dirigentes de los sindicatos de clase, acaramelados por la celebración conjunta del Primero de Mayo, y Fraga como improbable 'femme fatale' cañí, de faralaes y peineta, cortejando al siempre atildado Areilza. En medio, Suárez, pensativo, decidiendo qué hacer ante el endiablado panorama.
Casi medio siglo después de todo aquello, la gran virtud de esta exposición es mostrar la extraordinaria capacidad del dibujante para, con apenas unos trazos, hacer a todos aquellos políticos y líderes sociales perfectamente reconocibles, y una vez colocados en contexto, expresar con otros pocos desde su ansia de notoriedad –que la tenían, igual que hoy– hasta sus cuitas, sus puros, e incluso, sus apuros.
Las palabras que Magdalena de los Heros compartió con los medios en la mañana de ayer fueron muy emocionantes, ya que describió cómo el dibujante mantuvo su ilusión por su trabajo hasta casi el último día de su existencia. «Dibujaba porque lo llevaba dentro, y se enorgullecía de ver su firma en algunas de las piezas que integran esta exposición, cuando por fin las identificaba», afirmó. Como curiosidad, y muestra de la profesionalidad del dibujante, en la sala de la bóveda se puede admirar un curioso artilugio que encargó a un carpintero, y que podríamos definir como 'atril autocopiativo'. Con él, era capaz de recuperar alguna cara «que le había salido especialmente bien» y reproducirla en otra viñeta donde se repitiera el protagonista.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.