Sixto Sánchez Lorenzo, ayer en la Facultad de Derecho. J. A. M.

Sixto Sánchez Lorenzo | Profesor y escritor

«La música es el arte más auténtico, ya que no precisa traducción»

El catedrático de la UGR ganó el prestigioso Premio Ateneo de Sevilla con 'Sonata del diablo', que presenta esta tarde en la Fundación Euroárabe

Martes, 10 de diciembre 2024, 23:58

El catedrático de la UGR y escritor Sixto Sánchez Lorenzo (Oviedo, 1962) llegó a Granada hace casi 30 años y aquí ha escrito sus novelas. La más reciente, 'Sonata del diablo' (Algaida) fue la ganadora del quincuagésimo sexto Premio Ateneo de Sevilla, y se presenta ... esta tarde en la Fundación Euroárabe a las 18.30 horas, en un acto en el que el autor estará acompañado por el rector, Pedro Mercado, y los escritores Miguel Pasquau y Nicolás Palma.

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Esta es su tercera novela. ¿Cómo ha evolucionado en su trabajo de escritor?

–Creo que las dos anteriores fueron una preparación para esta. Es mi novela más personal. La primera novela. 'El amante de lar reina' era 100% histórica; la siguiente, 'La segunda vida del mariscal', algo mixto, y esta es ficción pura, aunque algunos de sus personajes sean históricos. Como en todas las profesiones, creo que he ido adquiriendo ciertas habilidades con el paso del tiempo.

Esta novela es, sobre todo, una historia de la vida privada de sus protagonistas.

–Sí, y no es fácil. Cuando haces una novela ambientada en el pasado, lo más complicado es crear un escenario de vida privada verosímil. Las fuentes históricas hablan de la vida pública, sobre todo. Cómo actuaban, cómo se vestían, cómo hablaban... Prepararse adecuadamente para contar lo que ocurría de puertas adentro sin cometer errores de ambientación es una tarea difícil, pero a la vez apasionante.

También es un fresco donde se describen las relaciones entre estratos sociales y en el interior de estos durante el XVIII.

–En esto me han sido muy útiles los libros de memorias, como los de Goldoni o Casanova. Se daban casos curiosos. Un músico, desde el punto de vista del reconocimiento social, no era mucho más que un caballerizo. Sin embargo, los músicos compartían salones con los señores y los caballerizos no. La trama tiene mucho que ver con la historia de dos personas que se rebelan contra su condición y el trato que reciben.

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También aparece la picaresca y la liberalidad propia de la época.

–Sí, tendemos a pensar que somos más liberales de lo que eran nuestros congéneres en aquel periodo, pero no es así.

El juego

Quizá tenían menos miedo a perderlo todo, por eso gastaban tanto en el juego, otro de los grandes protagonistas de la novela.

–En aquella época, toda la vida se ponía sobre el tapete, si era preciso. Hay que recordar que fue Casanova, al llegar a París, quien inventó la lotería. Cardano, que también aparece en la novela, es uno de los padres de la probabilidad, y ganó mucho dinero explotando su saber en el juego. Me parece una historia fascinante.

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¿Qué importancia tiene la música en esta obra?

–Muchísima. Siempre digo que es el lenguaje más universal, porque las imágenes y las palabras pueden engañar y necesitan traducción, pero la música no. Nos puede emocionar una música hecha en otra época por una persona nacida al otro extremo del mundo. En esta novela hay algo de autobiográfico en este sentido, porque igual que ocurre con Lorenzo Ancelli, el protagonista, a mí la música me redimió. Siendo un adolescente, un profesor me introdujo en la clásica. A partir de ahí, empecé a comprar discos de Deutsche Grammophon, y a leer libros en los que se basaban las grandes obras. Ello me llevó a ser un mejor estudiante. Le estoy muy agradecido por ello.

El título hace referencia a la obra de Tartini.

–Es una composición que me gusta mucho. Tartini no solo fue un gran compositor, sino además un musicólogo con una vida apasionante. Todos los acontecimientos que aparecen reflejados en la novela se han recreado fielmente. Soy muy respetuoso con la verdad histórica. No olvidemos que tanto músicos como dramaturgos tuvieron unas vidas de novela.

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¿Esperaba ganar un premio tan importante como el Ateneo de Sevilla?

–Por supuesto que no. Le confieso que llevaba algunos años intentando publicar esta novela, y la había presentado en algunos lugares. Un amigo me animó a enviarla al Ateneo, y me enteré de que era finalista prácticamente el día antes de que se fallara el galardón en Sevilla. Compartir nómina de premiados con Juan Marsé o con Caballero Bonald es un auténtico honor para mí, y me produce un poco de síndrome del impostor. Es una satisfacción increíble.

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