Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Juan jesús garcía
Granada
Sábado, 5 de febrero 2022
El grupo vasco Korrontzi cerró anoche el programa central del Festival de Folk rn el Teatro Isabel La Católica. Korrontzi es un proyecto que creció a partir de Agustín Barandiarán y Mikel Romero, para acordeón con guitarra o mandolina, hasta la estructuración de un quinteto que dimensiona la idea original. Rinden homenaje a los viejos acordeonistas euskaldunes con temas originales basados en antiguos ritmos de aquellos trikitilaris. Música fresca, energética, vitalista y con una perspectiva muy actual.
-Ustedes pertenecen a una generación que en vez de acercarse al rock o el pop, como parecía natural a su edad, se han volcado sobre el folk y lo están renovando completamente, y sucede tanto allí como por todos lados, ¿por qué pasa esto ahora?
-La verdad que para mí todo esto no es nada buscado, yo crecí alrededor de la música tradicional, en mi casa solo se escuchaban discos de trikitixa (acordeón diatónico vasco), y desde siempre quise aprender a tocar aquel pequeño acordeón que mi primer profesor, Rufino Arrola, agitaba como si el instrumento estuviera endiablado… Han pasado más de treinta años, y conforme avanzaba en mi aprendizaje, iba empapándome de nuevos estilos musicales.
-Nada más salir editaron un segundo disco, doble y en directo, algo que se suele hacer más avanzada una carrera, ¿por qué en aquel momento?
- Lo tuve claro. Todo el mundo que nos veía tocar decía que transmitíamos mucho en directo, y que se notaba mucha energía en nuestros conciertos… creo que siempre nos hemos caracterizado por no dejar indiferente a nadie en uno de nuestros directos, y en aquel momento, 2008, queríamos trasladar toda esa energía a nuestro nuevo trabajo. Creo que lo conseguimos porque a partir de ese momento se nos abrieron muchas puertas.
-Un célebre vasco-valenciano, Paco Ibáñez, decía el otro día que el enemigo de nuestras culturas viene en inglés… ¡y señalaba a Springsteen como 'El gran embrutecedor'! ¿Comparten la trinchera? ¿Worldmusic o Folk?
-No me gustan las etiquetas, muchas veces no me veo representado por ninguna de ellas, hacemos música popular, de esa que se cantaba y tocaba en los pueblos, de esa que se trasmitía en las tabernas… Simplemente las vestimos con nuevos ropajes, pero al final el cuerpo, la esencia, sigue siendo la música popular, la música del pueblo. Esa es nuestra etiqueta. Pero sí pienso que la música popular está siempre en desventaja antes los medios de comunicación, o las redes sociales.
-La cosa del folk se sitúa entre repetir y cuidar por un lado, cambiar y modificar por el otro y hasta fusionar con otros nutrientes, ¿Korrontzi dónde se sitúan?
-Lo primero hay que aprender y preservar lo que nos legaron, cada cultura tiene sus músicas, sus tradiciones, sus lenguajes… Todas son importantes, esas tradiciones son las que nos dan identidad y tenemos que cuidar, sin intentar superponer una a la otra, simplemente aprendiendo a cuidar todos esos tesoros que otros cuidaron para nosotros y que nos hace diferentes delante de otros en un mundo tan globalizado. A partir de respetar el legado, y conocer la raíz, cada uno es libre de fusionar, probar, compartir con otras culturas o estilos musicales.
-¿O ambas son compatibles? Los suecos de Hedningarna o los húngaros de Kerekesband, por ejemplo, pasan sus instrumentos (zanfonas, nickelarpas, flautas) por sintetizadores midí…
-Hay muchísimos grupos que están realizando fusiones espectaculares. Hay gente que no conoce determinada música tradicional, o determinado instrumento, pero gracias a estas fusiones se acercan a la música popular… Además de la calidad artística de estas bandas, que es innegable, si esto sirve para captar la atención de nuevos públicos, bienvenidas sean las fusiones.
-Se lo preguntaba también porque han hecho cosas con DJ y también con orquesta sinfónica…
- Sí, en 18 años de trayectoria hemos fusionado la trikitixa con músicos de todas partes del mundo, el fuelle de mi trikitixa siempre ha querido teñirse de muchas banderas, y además siempre nos hemos sumergido en proyectos tan ambiciosos como ilusionantes, por ejemplo, llevando nuestra música al mundo sinfónico o a la música de baile, siempre han sido puentes que nos ha gustado cruzar, descubrir que hay en la otra orilla; creo que siempre que puedas cruzar ese puente hacia las dos orillas el viaje es enriquecedor.
-Su último disco lo dedican a la 'Copla', pero desde aquí abajo el término tiene un significado distinto, detallen por favor.
-Las coplas en el País Vasco son versos cortos y repetitivos, siempre ligadas a las romerías, siempre cantadas en las fiestas… se cantaba al amor, al desamor, al vecino, a las tradiciones, a las infidelidades… Xabier Amuriza, uno de los mayores referentes e investigadores en el mundo de las coplas de nuestra tierra, siempre dice que una copla es como una pequeña flor, una flor que coges con la mano y que giras hacia un lado y al otro, repitiendo este gesto una y otra vez. La copla tiene que ser visual en el mensaje, y repetitiva para el baile, así la definiría.
-Leí alguna vez que les llamaron los 'inventores del folk radical vasco'…. ¿Para cuándo guitarras eléctricas?
-(Risas) Sí, incluso en algún artículo publicado después de un concierto en el Festival de Folk de Warwick (UK), un periodista publicó un artículo en el que nos llamaba los Jimi Hendrix del acordeón, (risas), creo que es más una cuestión de actitud, tal y como decía al principio… La música tradicional no es ni monótona, ni pasa de moda, pienso que simplemente hay que elegir bien el vestido.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Multas por las gallinas 'sin papeles'
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.