Pepegu de Eskorzo, Eric Jiménez de Los Planetas, Andrés de Niños Mutante, las DJ Nita Deframe y MOBOX, la violista Lorena de Cosmotrío, Paco Burgos y Pablo 'el Bola', del Loop. Todos en una sala del Planta Baja, cerrada a cal y canto por la crisis y las medidas consecuentes. Pepe Marín

La noche de Granada ha terminado

El fin de la marcha. Diez testimonios de amor y una canción desesperada sobre una forma de vida que languidece durante el estado de alarma por el coronavirus

Domingo, 1 de noviembre 2020, 01:25

Cautivo y desarmado el ejército de clubes, pubs, antros, garitos, camaretas y djs, han alcanzado las tropas matutinas sus últimos objetivos generales. La noche, ha ... terminado. El toque de queda, el confinamiento perimetral, el estado de alarma, han fulminado la marcha de Granada, Ciudad del Rock.

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Es como en la novela 'La espuma de los días', de Boris Vian, donde la habitación se va haciendo tan pequeña que al final sus habitantes tienen que escaparse por un pequeño agujero para sobrevivir, despidiéndose de una vida que quizá ya no volverá.

Ese es el momento exacto que vive hoy la mítica noche granadina de zambra y garito, de bareto y concierto. De madrugadas y amaneceres. Los hay que resisten como pueden esperando que el agujero de las reducciones de aforo, horarios y perímetros les permitan respirar. Los hay que resisten. Los que se reinventan. Y los hay que ya han atravesado el agujero. Y el agujero es negro.

IDEAL ha reunido diez testimonios de amor y una canción desesperada sobre una forma de vida que languidece durante el estado de alarma. Son sus temores y sus amores. Sus respuestas y también sus críticas. Hay esperanza. La noche es larga hasta el amanecer.

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Paco Burgos (izquierda), Eric Jiménez y Nita Deframe. Pepe Marín

«El año pasado por estas fechas pinchaba en RocknRolla en Gran Capitán, en Lemon Rock en la plaza de Los Lobos, en Booga Club en Santa Bárbara. Era mi única fuente de ingresos. Ahora ya no tengo nada». El testimonio es de Paco Burgos, dj carismático y popular, uno de los programadores del Zaidín Rock y un tipo amable. Tira de acidez para explicar la situación de la noche como ecosistema productor de sueños y realidades. «La noche básicamente está muerta. Esperemos que temporalmente. Es grave. La situación es crítica. Se perderán muchas cosas. No creo que nadie haya conocido a su señora comiendo cereales por la mañana en un garito de diseño. Se conocen en un bar. Ynadie monta tampoco un grupo de rock en una cita de maridajes de lechuga. La noche es mágica».

El pub La Estrella y Enrique Novi, su actual propietario, en el círculo.

Enrique Novi va siempre a contra corriente. «Por primera vez en mi vida soy optimista. La noche volverá. Puedes estar seguro. Las cosas volverán a su cauce. Habrá vacuna o aprenderemos a convivir con el bicho y los noctámbulos volveremos a la calle». Y con esta moral de victoria, como dicen desde la Moncloa, abre la Estrella de 18 a 22h viernes, sábado y domingo. «Más que nada, por mantener el contacto».

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–¿Y la música, y las historias que surgen en la noche?

–Pues como los besos que no se dan. Se perderán en la inmensidad del mar, como lágrimas en la lluvia.

Andrés, de Niños Mutantes, Lorena de Cosmotrío, Pepegu de Eskorzo y Paco Burgos, en el túnel de salida del Planta Baja.

Andrés López Prado, de los Niños Mutantes, viene de protagonizar la gira más corta de la historia.Comenzó el viernes pasado y terminó el sábado siguiente. Andrés encarna la seducción de la noche granadina. «Me vine a Granada siguiendo la estela de 091 y lo que contaban en las canciones. Para mí venir de Sevilla al Ruido Rosa era ir de peregrinaje. Un día al Planta Baja al concierto y paso obligatorio. La santa trinidad era el Ruido Rosa, el Planta Baja y el Peatón. No sería el mismo sin estos bares. Lo confirma Pedro Izquierdo, años detrás de las barras y mesas de sonido de los garitos y salas más señeras. «La gente venía preguntando si por aquí venían los Planetas o los Lori Meyers y les decía, 'Mira, ahí está Jota de Los Planetas'».

Pedr Izquierdo y Pablo 'el Bola', en la barra del Loop (foto de archivo).

Pablo Rodríguez es 'el Bola' del Loop, un bar en la calle San Matías muy santuario, rodeado de vinilos por todas partes. Lleva cerrado desde que no puede funcionar con la barra, y tampoco le dejan terraza. Sin embargo, la gente le pide por favor que no cierre. «Pero si abrimos perdemos dinero. Nos toca vivir del recuerdo, porque ni puedes juntarte con tus amigos ni puedes prolongar la quedada», reflexiona. Se agarra entonces al grifo de la cerveza y, resignado, dice:«Voy a tener que tirarla».

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Eric, batería de Los Planetas, en su bar-museo.

Eric mantiene abierto su bar-museo con memorabilia fetén de chupas de cuero firmadas por Ana Curra y fotos con el gotha rockanrolero mundial. «Los bares van a ser un cementerio para enseñar que aquí pasaba la vida». Hay más. «No solo en los garitos o los clubes. Hablo de la tertulia El Rincocillo de Lorca o las zambras del Sacromonte». La salida que intuye es distópica. «Pasado el tiempo, la gente buena desaparecerá arruinada. Llegarán las multinacionales y llenarán las esquinas de bares fríos». Desde su bar museo, el batería de Los Planetas lo tiene claro: «La música sale de noche, pero cada vez hay menos alma».

Sergio y Nazira, en la puerta de su bar, el Ruido Rosa.

El Ruido Rosa ha pasado de garito a bareto. Sus actuales propietarios son Sergio y Nazira. «Ha seguido viniendo muchísima gente al Ruido preguntando por los Cero… ya estamos un poco hartos», confiesan con cachondeo. Pero es que el Ruido ha sido el bar de los 091 y hoy sigue siendo cuna. «Aquí vienen los del Colectivo da Silva, una de las bandas pop granadinas revelación. Y como son muchos, se traen sus amigos». También aparecen gente como Adiós Amores o Papaya Club. O el nuevo proyecto de David, familia de Los Planetas, que se llama No sé a quién matar. «Y este grupo, directamente, ha surgido aquí, en el Ruido Rosa».

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La gente está variando sus costumbres y sale antes. «Están aceptando nuestra oferta».

–¿Adaptación o extinción?

–Resistencia

Nani Castañeda, batería de Niños Mutantes, en la tienda de discos Bora Bora. PEPE MARÍN

Nani Castañeda es batería de Niños Mutantes y el impulsor de 'Granada Ciudad del R&R', un proyecto para potenciar la oferta cultural y hostelera de la ciudad. Responde sin ambages.«La noche es una forma de vida». Y continúa:«Al margen de lo oficial, no sé quién va a quedar con vida. Quién va a poder llegar a abril, mayo o junio». Y aprovecha para criticar. «Antes de la llegada del virus, por más que hemos tendido la mano a nuestro Ayuntamiento, no ha habido forma de reactivar Granada Ciudad del Rock. De forma que el proyecto está parado, no solo por la pandemia».

Paco Burgos, Lorena de Cosmotrío, Pepegu de Eskorzo y Andrés de Niños Mutantes. Pepe Marín

Pepegu (bajista de Eskorzo) y Rebeca, ambos del Planta Baja cuentan que han tenido que cerrar. «Hemos decidido no abrir porque es imposible con estas condiciones». El pasado sábado hicimos el último concierto. Yeste fin de semana teníamos programado Niebla, un grupo de Granada que presentaba disco y el domingo Verona, que también presentaban disco y son de Granada. Todo oportunidades perdidas».

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Nita Deframe y MOBOX, pinchando.

Mónica y Ani son MOBOXy Nita Deframe, dos DJ de música electrónica. Mejor dicho. Eran. «Mi carrera iba muy bien, tomando color, me llamaban de festivales», comparte Mónica, «pero he pasado de tener todos los findes bolos a no tener nada». Y critica. «No puedes pinchar electrónica y que la gente no pueda moverse. Nuestro trabajo está roto». Ani cuenta una historia similar. «He tenido que reiventarme mi vida entera. He pasado de tener una salida económica y trabajar todos los fines de semana a volver a estudiar». También critica. «Hay que recordar que la cultura es muy importante y muy sanadora en los tiempos que vivimos».

La DJ MOBOX y Lorena, violista de Cosmotrío.

Lorena García Ruiz es música, productora de eventos y manager del grupo Cosmotrío. «Todo lo que antes surgía de noche como parte de nuestra vitalidad humana, en mi caso el entramado como promotora, músico y asistente a diversos eventos culturales, ha sido arrebatado para dar comienzo a la muerte de las pocas actividades que me hacían sentirme como en casa». Lorena es consciente de que no volverá ese pasado que tanto se añora. «Tendremos que adaptarnos. Pero cómo echo de menos un concierto y el calor humano; las cañas tras la jornada laboral y la barra compartida del bar; la improvisación y los descubrimientos humanos; llorar de la emoción o cantar hasta quedarme afónica. Quizás el nuevo leitmotiv sea 'la mascarilla como disfraz y la salud como la nueva libertad'».

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Mario Ojeda (izquierda).

Juan Jesús García (JJG), crítico musical de IDEAL lo resume con un mensaje que le ha llegado de Mario Ojeda, cantautor rock y defensor de los derechos de los músicos:«Hola familia. ¡Espero marche todo bien! Llevo nueve meses sin tocar, así que acepto trabajo de cualquier tipo y es en serio: pintor, camarero, electricista, gigoló, ayudante de fontanero. Sé que soy músico, pero tengo cuentas que pagar y compromisos por cumplir». YJJG, que de noche sabe un puñao, lo resume:«¡Es la noche, amigos!». La noche, esa noche que es una canción desesperada.

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