Saiko prende fuego a Los Cármenes con 'Sakura'

Con el estadio del Zaidín prácticamente lleno en su aforo para 23.000 personas, a falta de escasas entradas para el 'sold out', esta primera puesta en escena supuso un calentamiento para la segunda fecha –que fue la primera en anunciarse– ya con sus seguidores más fieles al tratarse de quienes agotaron en apenas 24 horas aquellos boletos. Ya en la madrugada del sábado, y mientras Saiko y su equipo dejaba Los Cármenes para descansar, los primeros asistentes de la noche siguiente hacían cola acampados; prometieron llevarles churros a primera hora.

Alucinado por momentos con lo que él mismo estaba liando, o al menos así lo mostraron las incontables pantallas con las que contó por momentos, Saiko brindó a su ciudad un concierto para impresionarla, terminar de metérsela en el bolsillo de su proyecto artístico y coronarse. Lo hizo rodeado de miles de granadinistas orgullosos de serlo, aún más al verse espoleados por él, como si en lugar de un concierto se tratara de la final de la Champions.

Los fans más incondicionales de Saiko hicieron cola desde la madrugada anterior para hacerse con las primeras posiciones en la pista de Los Cármenes. La fila dio la vuelta al estadio e incluso al Palacio de los Deportes desde primera hora de la tarde e incluso hasta los últimos minutos previos al comienzo del concierto, con el 'deejay' Batanero ambientando el estadio desde algo antes de las nueve de la noche. Antes, a las cinco, Saiko promovió un recibimiento a su autobús al estilo de los que la afición del Granada brinda a su equipo, con mucho más éxito que el de este en los últimos partidos de la pasada temporada. Durante la calurosa espera, muy larga para muchos, hubo entretenimiento como en una feria, con atracciones o colchonetas y puestos de maquillaje o merchandising, además de otro DJ. Frente a las taquillas se agolpaban los padres que, sin entradas para acompañar a sus hijos, les firmaban autorizaciones para menores.

Una espera que se hizo tensa por la expectativa en el ambiente precedió la aparición sobre el escenario de una banda para introducir la marcha profesional con la que Saiko cantó '3 caídas' para abrir el concierto, acompañado por su equipo también granadino de bailarines. Aterrizado desde lo alto del escenario en una plataforma que simulaba una nave espacial, entre fuegos artificiales y pirotecnia real, el cantante de Armilla fue destripando el que –aunque parezca increíble– no es más que su primer disco, 'Sakura', lanzado el pasado mes de abril. Lo hizo sobre un espectacular montaje de dimensiones monstruosas, con tres pantallas enormes que se fusionaban junto a los 'visualizers' entre lo futurista y lo apocalíptico con los que liberó las canciones del álbum.

Acompañado por sus productores granadinos ULI y 'Lamanodeoro' –Andrés García, que también ejerce de mánager–, Saiko no tardó más que tres canciones en colgarse la primera bufanda del Granada que le lanzaron, con sus dos socios equipados desde el principio.

«Llevamos muchos meses trabajando en esto y ya veis lo que hemos traído. Esto es increíble. Ojalá poder estar entre vosotros para verlo», compartió el artista. Sin colaboraciones en la primera parte del 'show', fue saltando de un decorado a otro pasando por algunas de sus canciones más íntimas previas incluso a 'Sakura', acompañado por un bajo también en ocasiones.

Los Cármenes empezó a caerse cuando un corrido mexicano anticipó la entrada de Omar Montes para acompañarle en 'Yo lo soñé', el tema en el que ya alcanzó que llenaría el estadio de su ciudad y se convertiría en el artista número 1 de España al menos en cuanto a escuchas en plataformas digitales. Tras ellos, una banderolada por el Granada; al acabar, confeti. «Eres el mejor, te mereces esto», le brindó al armillero su amigo, que luego le invitó a cantar 'El pantalón', el reciente éxito junto a la también granadina Lola Índigo con la que versionaron el clásico de Las Chuches.

Saiko supo mantener la intensidad con 'Las Bratz' y 'Badgyal', la que le impulsa en los ránkings aliado con el puertorriqueño Dei V y el sevillano JC Reyes, que le acompañó en el Zaidín para saldar parte de la deuda permanente que mantiene con él al tratarse de uno de los primeros cantantes en darle una oportunidad. Con estos dos 'hits', más bailables, consiguió que quienes no estuvieran cantando al menos movieran las caderas. La interpretación de 'Luna', junto a Dellafuente pero sin su aparición, fue uno de los momentos más especiales.

Sí subieron al escenario los también granadinos Pepe y Vizio, que colaboraron con Saiko años atrás, para cantar su sencillo 'Cosas bonitas'. El de Armilla paró el concierto unos minutos por una incidencia entre el público -«Aquí estamos para que lo disfrutéis y paramos las veces que haga falta», dijo- y, tras agradecer el apoyo que recibe «sabiendo lo que cuesta apoyar lo nuevo en esta ciudad», invitó al cubano Gonzy para hacer 'X'CLUSIVO', uno de los temas más coreados de la noche. Una pedida de mano precedió el tramo más romántico del 'show' con 'Cosas que no te dije', 'Feliz Navidad' y 'Ódiame'. De ahí a la traca final con 'Polaris remix' y 'Supernova' ya con la camiseta del Granada y la emoción del niño que cumplió lo que ni un sueño por inimaginable llegó a ser nunca.