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Jiménez calibra el útil de sílex con el que los humanos de Orce tallaban la madera y procesaban la carne. JORGE PASTOR
La navaja del Hombre de Orce

Arqueología en Granada

La navaja del Hombre de Orce

Hallan en el yacimiento de Barranco León un útil de sílex de 1,4 millones de años tallado para cortar maderas con las que los humanos procesaban la carne y cavaban en el suelo

Jorge Pastor

Granada

Martes, 10 de septiembre 2024, 00:28

Son las nueve de la mañana en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. Es 29 de agosto y el edificio esta casi desierto. Silencio absoluto. Tan solo se oyen los pasos del guardia de seguridad, de imaginaria a esas horas, y los de un señor con gafas y bata blanca que acarrea una caja gris de plástico. El señor de la bata blanca se adentra en el departamento de Prehistoria y Antropología, enciende las luces y se detiene delante de un despacho en cuya placa figura el nombre de dos profesores, Juan Manuel Jiménez y Elena Sánchez.

En efecto, el señor de la bata blanca se llama Juan Manuel Jiménez y el interior de esa caja lleva un auténtico tesoro: las piezas más relevantes de la última campaña llevada a cabo en los yacimientos de Orce. Porque Jiménez da clases en la UGR, pero también es el director de uno de los proyectos arqueológicos más apasionantes de Europa. El Proyecto Orce. La cuna de los primeros pobladores del 'viejísimo' continente.

Aunque los primeros exámenes y las primeras calibraciones ya tuvieron lugar a pie de campo este mismo verano, Jiménez necesita nuevas mediciones y nuevas comprobaciones. Eso le lleva a la Facultad cuando el mundo aún está de vacaciones. Bueno... eso y, de camino, atender a un periodista del IDEAL.

Analizando una roca caliza utilizada para percutir y hallada en los yacimientos de Orce este pasado verano. JORGE PASTOR

«Las piedras nos hablan y nosotros tenemos que interpretarlas», asegura Juan Manuel Jiménez mostrando un trocito de roca con los cantos muy afilados. «Esto tiene un valor enorme». Se trata de un útil tallado por los hombres y las mujeres que vivían en Orce hace 1,4 millones de años –apareció en BarrancoLeón el pasado 7 de julio–. «Tiene una muesca que servía para trabajar los leños», dice señalando con el dedo un pequeño rebaje. «Esto es muy relevante porque la madera no deja registro en el pasado –desaparece– y sin embargo sabemos, gracias a este hallazgo, que la usaban para excavar y para procesar la propia carne», explica.

La relevancia es doble porque estamos, además, ante una 'herramienta' típica de momentos posteriores a los 1,4 millones de años, «por lo que estos ancestros eran muy creativos».Tanto que marcaron tendencia durante cientos de miles de años.

Trabajo de despacho. JORGE PASTOR
Imagen principal - Trabajo de despacho.
Imagen secundaria 1 - Trabajo de despacho.
Imagen secundaria 2 - Trabajo de despacho.

¿Cómo eran aquellos señores y señoras que habitaban en Orce hace 1,4 millones de años? Estamos hablando del Homo erectus. Eran bípedos, medían en torno a 1,50 metros y pesaban unos cincuenta kilos. Los más longevos alcanzaban los cuarenta años a duras penas y su cerebro tenía una capacidad que oscilaba entre los 800 y los 1.000 centímetros cúbicos –para que se hagan una idea, hoy día el intervalo va de 1.200 a 1.400–. A pesar de ello, conocían con detalle cada rincón de Orce. Sabían, por ejemplo, donde tenían que acudir para encontrar el sílex con el que podían fabricar estos 'cuchillos'. Normalmente en la cercana Sierra Umbría.

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Al lado de este utensilio, colocado sobre un tapete blanco extendido sobre una mesa, otro bastante parecido. «Esto es una lasca con una datación de 1,2 millones de años localizada unos días después, el 17 de julio, en Fuente Nueva», asegura Juan Manuel Jiménez. «Llama la atención que los filos cortantes son muy precisos». Se utilizaba para trinchar los animales –básicamente mamuts, ciervos y rinocerontes– para deglutirlos, «pero lo más interesante –afirma– es que trata de un 'núcleo', un fragmento de un guijarro más grande y que también se empleaba para sajar». Es decir, concluye, «estamos ante un claro ejemplo de reciclaje».

Investigadores y estudiantes

Descubrimientos de estos meses atrás, gracias a la labor de las cincuenta personas que, entre investigadores y estudiantes –algunos venidos de países como Australia, Panamá, Finlandia o el Reino Unido–, han estado cavando en Orce. «Cuando estamos en faena, el primer indicio de que podemos estar ante algo trascendente es encontrar un elemento que destaca por no formar parte del sedimento», dice Jiménez.

«Estamos llegando a un nivel de detalle en el estudio de la industria lítica que nunca se había alcanzado»

A partir de ese instante, se pone en marcha un proceso que tiene diferentes fases.La primera es la delimitación del contorno. La segunda, el aislamiento en superficie. La tercera, la fijación de las coordenadas. O sea, la posición en el espacio tridimensional, la orientación y la pendiente. Después se hacen las fotografías. También sobre el terreno. Y por último, la extracción. Entonces, ya sí, se pueden dilucidar detalles como el bulbo –la deformación como consecuencia del golpeo– y el punto de impacto –donde se percute–. Toda esta información se obtiene a simple vista.

Trabajo de campo. IDEAL
Imagen principal - Trabajo de campo.
Imagen secundaria 1 - Trabajo de campo.
Imagen secundaria 2 - Trabajo de campo.

Avances que abundan en el 'momento dulce' que está viviendo Proyecto Orce porque, a juicio de Juan Manuel Jiménez, «estamos llegando a un nivel de precisión que nunca se había alcanzado no solo en el estudio de la industria lítica, sino también en el comportamiento de los humanos, los animales y la vegetación». Todo ello, prosigue, encaminado para resolver las poderosas razones que convertían Orce en un lugar ideal para vivir. Una incógnita que, por cierto, ya está resuelta:la presencia de agua dulce proveniente de manantiales subterráneos. Orce era como Doñana hace 1,4 millones de años.

Analizando el material. JORGE PASTOR

Ahora está pendiente que todo ese patrimonio, formado por unas 100.000 piezas, retorne algún día para convertir Orce en un centro de investigación de primer nivel y sirva, a su vez, para relanzar el Museo de losPrimeros Pobladores de Europa.

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