Nekane, granadina

«No le voy a ocultar a mi hijo que fui actriz porno»

–¿Qué diferencia hay entre el porno y el contenido para adultos?

–El contenido en plataformas como Onlyfans es más amateur, más casero. En el cine te contrata una productora, te pagan por una escena y los contenidos están más elaborados. El contenido ahora lo hago en casa, más cómodo, con la posibilidad de crear lo que quieras.

–¿Da para vivir?

–En mi caso sí.

–¿Cuánto se gana en Onlyfans?

–Puede oscilar de los 200 a los 10.000 euros, es muy relativo. No es lo mismo una persona que empiece de cero, sin ser conocida, a tener una base de fans que te sigan de antes, como es mi caso. El Onlyfans ha cogido la fama de que te haces uno y te vas a forrar. Y no. Si no eres conocida, tienes que trabajar mucho y escalar poco a poco.

–¿Qué quería ser de niña?

–Veterinaria. Me gustan mucho los animales, pero soy un poco aprensiva con la sangre. Estudié un grado medio de Peluquería. Me gustó, pero no como para dedicarme a ello. Al poco me llamó la atención el cine para adultos.

–¿Cómo le llamó la atención?

–Estaba con una amiga viendo '21 días en la industria del porno', el documental de Samantha Villar, y pensé que yo podría dedicarme a eso. Busqué productoras en España y así empecé.

–¿Le dio miedo?

–Miedo como tal no. Tenía incertidumbre. A lo mejor el miedo era a mi familia, a cómo se lo tomaría.

–¿Y cómo se lo tomó?

–Fue un shock, lógicamente. Al principio, los típicos prejuicios de que es un mundo muy oscuro… Luego vieron que estaba bien y contenta y lo aceptaron. Se acostumbraron y ya está. Vieron que es una manera de ganarse la vida, nada más. Si la gente viese cómo se graba una escena se quedarían flipando. '¿Esto es todo?', dirían.

–¿Se confude con prostitución?

–No es lo mismo, son trabajos diferentes, como albañil y pintor. Digamos que yo trabajo en una casa, pero no la construyo. Son mundos distintos. Aunque es verdad que mucha gente lo vincula porque hay actrices que se convierten en escorts. Me parece respetable, pero yo no lo he hecho nunca. Todavía me preguntan cuánto quiero por quedar y tener relaciones, pero no lo hago. No me dedico a eso.

–¿Cuánto gana una actriz porno?

–Depende del caché. Empiezas ganando menos y luego vas subiendo. En una escena normal con un chico podría ganar 700 euros, más o menos. Eso es lo básico, luego hay pluses.

–¿Se arrepiente?

–No. Gracias al porno soy quien soy. Se me conoce por esto y me he podido dedicar a otras cosas a raíz de ello. No me arrepiento.

–¿Por qué lo dejó?

–Porque empecé una relación con el que es el padre de mi niño.

–¿Volvería al porno?

–No volvería al porno, no me apetece. Como tengo a mi niño, significaría viajar bastante y no pasar tiempo con él. Eso es algo que valoro mucho. Creando contenidos puedo gestionarme yo sola y dedicar tiempo de calidad a mi hijo.

–¿Cómo cambió su vida la maternidad?

–Cambió, sí (ríe). No he dejado de ser yo, pero cambian cosas. Ves otras perspectivas, reflexionas de otra manera, maduras en ciertos aspectos… En mi caso los cambios han sido a mejor.

–¿Qué tal en el colegio?

–En el cole hay normalidad. Hace años la gente se enteró de lo que hacía, así que asumo que muchos padres lo saben. Me preguntan poco, pero nunca de malas maneras. Mi niño es pequeño, tiene 5 años. Cuando crezca ya se verá cómo va pasando todo...

–Lo del porno ¿es un camino recomendable?

–Hay que ser consciente de lo que conlleva. Mucha gente te va a conocer. Tu entorno lo va a saber y no vas a poder ocultarlo. Hay que saber llevar la presión de muchos comentarios de gente desconocida. He conocida chicas que no han podido aguantarlo… Hay que pensarlo bien, no es tan guay. Conlleva responsabilidades y tener ciertas cosas claras.

–¿Y si el día de mañana su hijo le dice que quiere ser actor porno?

–Le diría que vale, que si a él le hace feliz, genial. Pero que tenga un plan B, que estudie algo. Y me aseguraría de que tiene claras las consecuencias sociales.

Al final del pasillo, junto a la puerta de entrada, está el despacho de Nekane. Un ordenador con tres pantallas, buena iluminación y paredes decoradas con Funkos, discos de vinilo y cómics. Aquí hace sus contenidos para adultos, en Onlyfans, pero también desarrolla otras vertientes. Desde que dejó el porno, se ha convertido en 'influencer' y la invitan a inauguraciones de locales por toda España. También hace vídeos de divulgación sexual para todas las edades en su perfil de Instagram. Y, claro, ejercita una de sus aficiones favoritas: los videojuegos.

–¿Qué tal con los videojuegos?

–Empecé a emitir hace cinco años en Twitch. Siempre me ha gustado jugar, pero me falta tiempo.

–Últimamente está en inauguraciones de restaurantes y locales...

–Me encanta la gastronomía y me gusta hacer estos vídeos. Me dije ¿por qué no? Y está yendo bastante bien, me llaman de empresas y restaurantes y me invitan a ir para que pueda hacer mis vídeos. Es genial.

–En Instagram está haciendo también vídeos divulgativos.

–Creo que estos vídeos están gustando mucho por los comentarios que me dejan: 'gracias, no sabía esto', 'me ha venido muy bien'...

–¿Qué hace exactamente?

–Intento aclarar la idea del porno. La gente tiene una idea muy confusa y a los jóvenes no se les da información. Los padres sabemos que es algo que está ahí, pero la mayoría no se sienta a decirles mira, vas a ver esto, porque lo van a ver antes o después, que sepas que es esto, esto y esto… Que tengan claras ciertas cosas. En estos vídeos explico la diferencia entre el sexo real y el porno.

–Su hijo tiene 5 años. En tres años tendrá la edad media de inicio de acceso al porno.

–El acceso temprano de los niños al porno es complicado. Para empezar, creo que darle un móvil a un niño de 7 u 8 años es una locura. Debe haber un control de los padres sobre cómo usa el móvil. Y, cuando llegue el momento, hay que contarle a los jóvenes lo que se pueden encontrar, hacerles saber que el porno es ficticio, es cine, que no es la realidad. Que no tienen que imitar lo que hay ahí. Darles la confianza para que ellos puedan preguntarte cosas sobre el tema, que sepan que pueden contar contigo.

–En su caso, esa conversación parece bastante más difícil.

–Lo pienso mucho. Mi idea es ir contándole cosas poco a poco. Ahora nada, tiene 5 años y no va a entender nada. Le iré contando conforme crezca. No le voy a ocultar a mi hijo que fui actriz porno, es lo peor que puedes hacer con un niño: engañarle. Quiero que si en algún momento alguien le dice 'oye, mira este vídeo', él vaya sabiendo, que no le pille por sorpresa. En fin, todo depende de muchos factores, a lo mejor no es tan catastrófico como imaginamos. O sí. Hasta que no esté en esa situación, prefiero no adelantarme.

–¿El porno provoca violencia?

–La violencia va más allá de ver porno o no. Todos hemos visto porno y no vamos por ahí faltando al respeto a nadie. Si un adolescente accede al porno y es su único referente en cuanto a relaciones sexuales, puede llegar a una chica y cogerle del cuello… eso es lo que quiero transmitir en redes: no. Hay que preguntar, tiene que haber consentimiento. Todo lo que vemos en el porno está pactado y ambos están de acuerdo. Sí, puede ser perjudicial si el adolescente no tiene información, si no sabe diferenciar el sexo en la vida real y el porno.

–¿Cómo ve su futuro?

–Seguiré creando contenido y tengo pensado estudiar cuando tenga algo más de tiempo. Algo relacionado con Psicología infantil, que es un tema que me atrae bastante. Incluso la carrera. Conforme avance, a lo mejor con más tiempo, sí podría hacerla.