Juan Torres López | Catedrático de Economía y escritor

«No hay ningún gobierno que pueda tomar hoy decisiones libres e independientes»

El granadino, divulgador incansable de su materia, acaba de publicar 'Para que haya futuro', un libro que invita a la acción común a escala mundial

Domingo, 14 de julio 2024, 00:00

El catedrático de Economía Aplicada y escritor granadino Juan Torres López (1954) tiene a sus espaldas una larga trayectoria como divulgador, con libros como 'Economía para no dejarse engañar por los economistas' (2016) o 'Econofakes' (2021). Su más reciente obra es 'Para que haya futuro'. ... Como las anteriores, la ha publicado Deusto.

Publicidad

–En el año 1989, tras la caída del Muro de Berlín, algunos pronosticaron el fin de la historia, pero este no se produjo.

–Era imposible que se produjera, porque lo único inmutable es el cambio, como decía Schopenhauer. Lo estamos viendo de forma más acusada en los últimos años, en que los procesos de transformación se están acelerando.

–¿La política ha dejado paso a la economía, definitivamente, en este nuevo orden?

–Hay que ser muy ingenuo o conocer poco la realidad que vivimos para pretender que una y otra no están conectadas. El problema es que a veces la política destroza la economía, mientras que en otras ocasiones la economía es la que entorpece o degrada la política. Son dos hermanas que necesariamente van de la mano. Ysaberlo es fundamental para entender lo que ocurre en el mundo, porque los poderes económicos marcan las decisiones políticas.

–Hace escasas fechas se celebró en Madrid la reunión del Club Bilderberg. Un grupo de poder que permaneció en la sombra durante años, pero que, tras salir a la luz, está teniendo una fuerte contestación. ¿Tienen tanta importancia estos 'gobiernos paralelos' como la que se les atribuye?

Publicidad

–Hoy día, la riqueza está concentrada en muy pocas manos, en menos que nunca. Ello lleva también a una concentración de poder también. Hay pocos grupos con una gran capacidad para incidir en nuestras vidas. A veces, se reúnen de forma pública, y otras no. Si pensamos que un solo fondo de inversión, Black Rock, controla activos por un valor que supone el 10% del PIB mundial, y el 30% de las acciones más valoradas de EE UU, cómo no pensar que quienes controlan esos fondos están condicionando nuestras vidas. No hay un solo gobierno que pueda tomar decisiones libres, independientes y sin ser permanentemente obstruidos por estos poderes. Un grupo parecido al Bilderberg, la Trilateral, ya afirmó en los 70 que el principal enemigo al que se enfrentaban esos grupos es la democracia.

–El consenso de Washington, al que usted se refiere en el libro, no incluía una democracia prístina para ser reconocido como socio económico admisible.

–Así es. Y cada vez son más frecuentes las declaraciones de dirigentes empresariales en el sentido de señalar que la libertad es incompatible con el capitalismo. Y es normal. Cuando la lógica que domina el mundo es que unos pocos se queden con todo, es difícil admitir la idea de que todos puedan decidir sobre los intereses de todos. No es en los parlamentos donde se toman las decisiones; hay grupos que preparan los proyectos de ley. Ya lo dijo Soria, en su día ministro de Economía:las empresas llegaban con los decretos que les favorecían ya redactados. Las democracias están filtradas por poderes que están fuera de las instituciones.

Publicidad

–¿Cuán grave es la destrucción de la clase media?

–Creo que la clase media ha sido una manera de hablar que más tiene que ver con las metáforas. La concentración de la renta ha sido tan fuerte que esa presunta clase media ha existido más en términos numéricos que efectivos. Lo que sí es cierto es que la concentración de la renta empobrece no solo a las clases trabajadoras más empobrecidas. Es que hoy día, hay pequeños y medianos empresarios que dependen de las grandes empresas y bancos para poder subsistir. Las grandes empresas del Ibex 35 deben a las pymes más de 80.000 millones de euros, porque les pagan tarde. Este es un ahogo del que se habla muy poco. Esto coloca, no solo a los trabajadores, sino a los propietarios de esas pequeñas empresas, al límite.

–En estas elecciones europeas han vuelto a aparecer partidos 'disruptivos'. ¿Debemos temer la aparición de estos?

–La aparición de Ciudadanos o Podemos fue fruto del desencanto con los partidos tradicionales. Pero eran constitucionalistas. Estas agrupaciones nuevas, que a veces defienden posiciones contrarias a la Constitución, son fenómenos más inciertos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad