Arqueología en Granada
El Niño de Orce murió arrastrado por una riadaArqueología en Granada
El Niño de Orce murió arrastrado por una riadaPasará tiempo, mucho tiempo, hasta que se olviden las imágenes de los últimos temporales. En Valencia, donde el desastre se cobró la vida de más de doscientas personas, y también en Granada, donde pasará año y medio hasta que se reconstruyan las infraestructuras más dañadas ... por lo ocurrido durante la madrugada del 29 de octubre en el norte de la provincia.Y justamente ahí nos vamos, al norte de la provincia. Hace 1,42 millones de años se produjo una devastadora riada que, según los indicios científicos, provocó muertes.
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Una de las hipótesis que se manejan desde Proyecto Orce es que uno de los fallecidos por aquella DANA fue el niño –o la niña– de entre ocho y diez años al que se le atribuye el dientecillo hallado en 2002 en Barranco León.Un dientecillo que cambió la Historia, con mayúsculas, ya que se ha demostrado que es el resto humano más antiguo de Europa. Por si alguien puso en duda en algún momento que Orce fuera la cuna de los primerísimos pobladores del viejísimo continente.
Pero ¿por qué esta conjetura resulta verosímil? Lo cuenta el director de Proyecto Orce, Juan Manuel Jiménez. «Lo primero que debemos de tener en cuenta es que si se trata de un molar aislado, pudo haberse perdido por caída natural o por reemplazamiento, pero la aparición de otro fósil del mismo individuo abriría las puertas de un óbito 'in situ', siendo una de las causas la virulencia de las aguas». Y en este punto es donde hay que atar cabos. En 1994 se halló en el BarrancoLeón una pieza dental. Inicialmente se atribuyó a un hipopótamo, pero posteriormente se demostró que era de un homínido. Lo que queda por comprobar es si ambas muelas eran de la misma persona. Se acometerán pruebas para despejar la incógnita.
De lo que no existe ninguna duda es que hace 1,42 millones de años cayó la mundial sobre Orce. Lo evidencia el análisis de los estratos. El torrente cruzó Barranco León, arrastró materiales desde otros lugares y dañó los sedimentos. «Se creó un canal muy marcado y profundo;las precipitaciones fueron muy potentes», recalca. Y la torrentera se llevó por delante al zagal, que no tuvo tiempo material de huir colina arriba.
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Investigaciones como esta, realizada por el profesor Juan Manuel Jiménez, arrojan luz sobre cómo era la prehistoria en Orce. Y también sobre quiénes habitaron en Orce en aquellos tiempos remotos. «El descubrimiento del diente en 2002, que no se conoció hasta una publicación en 2013, marcó un antes y un después, y seguirá siendo una fuente valiosísima de datos en la medida que se avance tecnológicamente», ha señaladoJiménez. Aún no se puede saber cuál era el sexo del chiquillo, por ejemplo, porque no se puede hacer un análisis de las proteínas del esmalte. «El diente está tan agrietado que la aplicación de cualquier herramienta lo destruiría en mil pedazos», dice. «Hay riesgos que están descartados por completo porque lo más importante es la integridad física».
En este sentido, Juan Manuel Jiménez resalta la enorme importancia que tiene este vestigio, que cualquiera puede ver, por cierto, en la sala número uno del Museo Arqueológico de Granada, en la Carrera del Darro. «Su trascendencia es asimilable a la de la Alhambra porque aporta información clave», afirma.
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Una de las próximas iniciativas que acometerá Proyecto Orce será precisamente la realización de una reproducción del Ñiño de Orce mediante una ilustración científica y, posteriormente, mediante el desarrollo de una réplica en forma de escultura que se ubicará en el Museo de los Primeros Pobladores de Orce, uno de los grandes equipamientos divulgativos de Granada –también un punto de atracción para un elevado número de turistas que visitan Orce–.
El diente fue localizado en julio de 2002 en el transcurso de una campaña estival en Barranco León. En la cuadrícula J54 sonó la flauta. Fue Caroline Souday quien dijo «esto parece un diente humano». «Sacar algo tan pequeño, diez milímetros de longitud y 8,5 de anchura, requería una precisión quirúrgica», asegura Juan Manuel Jiménez. Once años después se publicó el artículo que, entre otras novedades, databa el yacimiento de BarrancoLeón en 1,42 millones de años.
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El Niño de Orce medía 1,10 metros y tenía una capacidad craneal similar a la de los adultos, de unos ochocientos centímetros cúbicos. No habitaba en BarrancoLeón, «sino en la Sierra de la Umbría, al abrigo de formaciones rocosas que le permitieran cobijarse de las inclemencias meteorológicas y de las amenazas de los animales». Se alimentaba básicamente de vegetación y animales como caballos, ciervos, cabras y mamuts. No eran cazadores. Subsistían gracias a la carroña.
Otra de las novedades es que, probablemente, el Niño de Orce dejará de ser anónimo. Se barajan dos nombres: Antón si es chico o Lola si es chica. Como los patrones de Orce. No está mal tirado ¿verdad?
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