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Atardece en casa de la joven concertista granadina Norah Wanton. Llaman a la puerta. Y cuando se abre, se desata un terremoto en forma de una niña rubia y sonriente de 7 años. Se llama Elena, Elenita para sus amigos y todas las personas que la quieren, empezando por sus padres, José y Laura, y su hermana Carla. Todos ellos son una piña en la 'pelea de almohadas' que Elenita mantiene con la mutación genética IRF2BPL, un desorden del neurodesarrollo con regresión, movimientos anormales, pérdida de habla y epilepsia.
Elenita entra en la habitación, se presenta a Norah con un abrazo y se sienta al piano. «¿Te gusta la música?», es la primera pregunta de la concertista. «Sí», responde la pequeña. «¿Sabes que voy a dar un concierto para que toda Granada esté contigo?». Y la respuesta vuelve a ser sí. La sonrisa más contagiosa de la ciudad comparte la banqueta con quien el próximo viernes, día 19, a las 20.00 horas, interpretará un programa integrado por obras de Beethoven, Tchaikovsky, Chopin, Glinka / Balakirev y Rachmaninov. «¿Conoces a Beethoven?», le pregunta Norah a Elenita. Vuelve a responder que sí.
Laura, la madre de Elenita, asegura que cuando esta se enteró de que se iba a organizar un concierto para ayudarla, dijo estar «muy emocionada. Fue lo mismo que dijo justo antes de entrar en este salón». La pequeña interviene, mira a Norah y solo le dice: «Gracias». Se ha dedicado en los últimos días a ver vídeos de actuaciones de la concertista, y se siente feliz de conocerla. A la pregunta de qué música le gusta, ella responde que toda. Habitualmente, acude a una clase con compañeros de su edad en el Colegio Maristas, y luego recibe apoyos de logopeda. «¿Puedes jugar conmigo?», reta a Norah. Y empieza el juego, pero sobre las teclas. Primero tocan juntas 'Cumpleaños feliz', luego 'Brilla, pequeña estrella' y a renglón seguido, Norah, con el mismo tacto con el que acaricia las manos de la niña, toca algunas de las piezas que se oirán en el concierto, mientras Elenita se concentra en las notas bajas y hace un acompañamiento 'a suo modo'.
Este es un concierto para la esperanza, porque el trabajo de investigación combinada que se realiza entre Murcia y Granada, con conexiones en EE UU, paralelamente en la investigación de fármacos y en una terapia genética que pueda inhibir el desarrollo de la enfermedad, podría dar sus frutos si se cuenta con los medios adecuados. «Ella todo lo hace fácil», dice con emoción Laura. «De lunes a sábado tiene terapia todos los días, y nunca se ha quejado». Las acciones van a continuar pronto con una comida solidaria en el Colegio San Fernando, en la plaza de Gracia, muy cerquita de su casa, y se puede colaborar con la investigación enviando un Bizum al número 09157. Toda la información se puede encontrar en Google buscando 'Por la sonrisa de Elenita'.
Norah Wanton es inmensamente feliz por poder compartir su arte para conseguir un bien tan importante como es la curación de la pequeña. «Tengo unas creencias firmes, y siempre he estado allí donde se me ha necesitado», comenta. De momento, está centrada en completar sus estudios académicos (está terminando la ESO), y acude una vez al mes al Liceo de Barcelona y a la Fundación Barenboim Said, a Sevilla, a recibir clases, a la espera de que, dentro de dos años, le permitan ingresar en el Conservatorio Superior, algo para lo que está capacitada de sobra. Vayan a oírla el próximo viernes al Falla, y además, colaborarán con una buena causa.
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María Díaz y Álex Sánchez
Alicia Negre y Lidia Carvajal
Edurne Martínez y Sara I. Belled (gráficos)
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