Eduardo Peralta y Juan Manuel de Prada, durante la intervención del escritor en el Aula de Cultura. PEPE MARÍN

Aula de Cultura | Juan Manuel de Prada, escritor

«La novela puede ser incómoda, ofrece una versión de la historia distinta de la que nos han contado»

Quienes acudieron al salón de actos de la ONCE compartieron con el autor los detalles de su pensamiento estético y su concepción literaria

Miércoles, 25 de septiembre 2024, 00:48

El Aula de Cultura de IDEAL propuso en la tarde de ayer un encuentro con el novelista Juan Manuel de Prada en el salón de actos de la ONCE en la plaza del Carmen, con el patrocinio de la Fundación Unicaja. El director del Aula, ... Eduardo Peralta, fue el encargado de presentarle y de acompañarle en la mesa. Peralta recordó la trayectoria literaria del autor, desde aquella vitriólica 'Coños' hasta su más reciente obra, 'Mil ojos esconde la noche', dividida en dos partes, de las cuales se ha publicado de momento la primera, que lleva por título 'La ciudad sin luz' (Espasa). El director del Aula hizo un análisis de la obra en la que destacó su riqueza literaria, su acertada mezcolanza de géneros y su excelente dibujo de personajes. «De Prada utiliza la grandeza de nuestra lengua para escribir obras valientes. Es un escritor barroco», destacó.

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El escritor comenzó su intervención agradeciendo la presentación y afirmando que en 'Mil ojos esconde la noche' se ha dejado la vida. «Soy cincuentón, la decrepitud acecha y he tratado de ponerlo todo en el papel». El primer asunto del que hablaron Peralta y De Prada fue el personaje recuperado de 'Las máscaras del héroe', Fernando Navales. «Navales apareció en mi obra siendo yo muy joven, cuando tenía 25 años. Le coloqué en los ambientes literarios madrileños de los años 20 y 30, como narrador de un periodo que siempre quise continuar narrando, pero que fui dilatando, porque me parecía que iba a ser una obra difícil de escribir, descriptora de los primeros meses de la guerra civil, difícil de documentar, y sin duda polémica». El escritor dijo con humor que no renuncia a escribirla, pero quizá cuando esté «mayorcito», dado que intuye el ataque furibundo de determinadas personas «que me arruinarán la carrera».

El personaje clave para entender 'Mil ojos tiene la noche' es la poeta catalana Ana María Martínez Sagi, a quien De Prada conoció siendo ella ya nonagenaria. «Me contó su vida, y me cedió inéditos suyos para que los publicara 20 años después de su muerte», contó. Cuando comenzó a estudiar su vida de cara a la redacción de su tesis doctoral, el autor descubrió que algunos hechos no habían ocurrido tal y como Sagi le había contado, y que en otros asuntos, directamente, le había mentido. A partir de ahí, fue reconstruyendo la historia de aquellos primeros años de exilio, con varias oleadas de intelectuales españoles que salieron huyendo del régimen franquista, republicanos convencidos como Marañón y personas que quisieron vivir la experiencia parisina, como González Ruano. «Navales llega a la capital francesa con la misión de apacentar a los intelectuales españoles, integrándolos en las actividades culturales de la Falange en París. Es un saco de pus, resentido aunque con flaquezas», destacó.

Ficción y realidad

Eduardo Peralta preguntó a De Prada si utilizaba a Navales para realizar un relato descarnado, políticamente incorrecto, quizá. El autor contó que la novela podía chocar porque hay personas a las que puede incomodar el hecho de que muchos intelectuales de izquierda participaran con entusiasmo en las actividades de la Falange en París. «El cine ha estereotipado la imagen de los nazis, y ha convertido a la Gestapo en el enemigo público número uno, cuando era la policía más laxa del régimen de Hitler. Aquí aparece sin embargo la SD, la policía política de las SS, mucho más implicada y dura. Y también ha idealizado la resistencia francesa, cuando esta no existió hasta que Stalin hizo un llamamiento a los comunistas franceses a que golpearan a los alemanes».

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El público llenó el salón de actos de la ONCE. P. M.

Navales no es un alter ego del autor. «He intentado dibujar un personaje coherente: un falangista decepcionado con las circunstancias históricas que han minimizado la influencia del partido creado por José Antonio Primo de Rivera. Tiene aversión por los franceses y disfruta observando la humillación de Francia y de los intelectuales alineados con el bando perdedor de la guerra. Pero tiene muy poco de mí».

La vida privada de los autores y su influencia en la admiración pública fue otro de los temas tratados en la conferencia. De Prada desveló algunos aspectos oscuros de la vida de Cervantes, y dijo que, sin embargo, estos no pueden empañar nuestra lectura de 'Don Quijote de la Mancha', como la vida de crápula de Caravaggio no debe obnubilarnos a la hora de juzgar su obra. «Se ha puesto de moda la cultura de la cancelación en EE UU, y esto es algo indeseable. El hecho es que personas malvadas han hecho obras buenas, y políticos detestables han tomado buenas decisiones. O Alejandro VI, un Papa muy indigno, instituyó el rezo del Ángelus o encargó a España la evangelización de América». La cultura de la cancelación, la vida de Picasso –«un ser deleznable», según el autor– y lo que las cartas revelan fueron otros de los temas tratados por De Prada.

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