«Tiene mucho que ofrecer»

«Debuta Beatriz Peñalver en la pasarela madrileña» (Marisol Navarro, ABC)

Aunque ya desfilara en la pasarela de las jóvenes promesas de la moda, este salto ha sido grande. Y aunque necesita tiempo, tiene mucho que ofrecer

Con solo seis años de carrera, llega a la pasarela madrileña con una colección, de nombre «Nómada», inspirada en los desiertos del Sahara y con ese aire de las tribus tauregs, los que llamaban los hombres de azul, «porque teñían las telas de unos tintes azules que con el calor del día se derretían por la cara y las manos», dice divertida la diseñadora mostrándonos ese color en un vestido drapeado soleil. Pero además de esos azules oscuros, el color que gana protagonismo es el «naranja mandarina», combinado con ocres y tierras.

Esta inspiración desértica está dividida en noche y día. Las propuestas para el día pecan de exceso de punto, y aunque es la primera vez que lo hace, no lucía especialmente bien en pasarela. Grandes ponchos en punto y mucho jerséis, además de faldas guateadas. Reforzaba sus looks con grandes hombreras por encima de la prenda. La idea era buena, el hombro es lo que proporciona la figura, pero el dar importancia al largo de las mangas, desproporcionaba.

Ganó en la segunda parte de la colección, en la noche, casi siempre en negro, con algo de brillos. Y es que es cierto que ella se inició, y continúa haciéndolo, en vestidos de fiesta, en su Granada natal, donde tiene su tienda.

No dejó fuera de su colección sus esencias andaluzas, como siempre hace, los volantes no pueden faltar. ¿Será nuestra nueva Juana Martín? Y así, inspirada en su tierra y en su etapa como bailarina de flamenco, apareció un traje de cola en tull. Y cerró la colección con una capa, que según nos contó en el backstage, pesaba unos 15 kilos, con unos 70 borlones de fleco de seda. El salto del EGO a la pasarela oficial es complicado y necesita tiempo.

«Beatriz Peñalver, entre flecos y volantes tuaregs» (Teresa Iturralde, EL MUNDO).

Las tribus nómadas del desierto del Sáhara (los Tuaregs) le sirven de punto de partida a Beatriz Peñalver para crear su colección de otoño-invierno 2019/20. A pesar de que la primera parte es un estudio de sastrería, el resto de la serie va evolucionando e incluyendo distintos adornos como flecos, plumas y volantes que decoran muchas de las prendas. Los estampados de cuadros del inicio dan paso a otros looks de rayas multicolor, teñidos con los tonos del desierto. Mezcla de manera inusual un naranja subido de tono con el celeste que recuerda al cielo del desierto. Destacan las prendas de punto, de mohair y cuello alto, el poncho con flecos interminables, el mono verde militar con detalle dorado, los sombreros y las botas altas.

«Las tribus nómadas del Sahara se suben a la pasarela de Beatriz Peñalver» (Fotogalería SMODA de EL PAíS)

El estreno de la diseñadora en el calendario de los diseñadores consagrados se llena de colores cálidos y mezclas arriesgadas inspiradas en el desierto de Teneré.

«La ilusión óptica de Beatriz Peñalver para llevar escote en invierno» (Luis Javier Merino, HOLA)

Su apuesta, una colección donde, entre otras tendencias, nos presenta un efecto óptico de falso escote conseguido mediante la combinación de texturas diferentes creando juegos visuales. Nómada es el título de esta colección que se inspira en la mujer Tuareg y en el desierto. De ahí, esa superposición de prendas y texturas muestra del espíritu errante de esta tribu; y el triunfo de los tonos marrones y naranjas, propios del paisaje desértico. Como prendas, apuesta por jerséis y camisetas de cuello elevado y vuelto, y los tops o vestidos con volantes que recuerdan al efecto ondulante de las dunas. Destacan también sus propuestas confeccionadas en tejido acolchado y guateado.