«El pasado y la experiencia son un arsenal para el presente»

- Tener el que han dicho que es 'mejor disco' de 2017... ¿Halaga, obliga o las dos cosas?

-Más que nada anima a seguir adelante en este oficio, por lo general tan ingrato. Porque la obligación está ahí de por sí, al subirte a un escenario siendo consciente de que el público ha pagado por verte actuar.

-Usted, Lapido etc. están en racha... La edad en el rock de nuestro país empieza a ser por fin un galón...

-Al menos ya no es un impedimento, somos muchos los que seguimos actuando por ahí y grabando canciones nuevas una vez rebasada la cincuentena. Mantener los achaques de la edad a raya se lleva casi todo el tiempo libre que le queda a uno, pero, por otro lado, el pasado y la experiencia constituyen un arsenal cuyas armas siempre puede uno utilizar en el presente.

-Leo los créditos y su 'asesor' sirve para todo, desde el neoflamenco, al rock de autor... ¿audacia o inconsciencia?

-Raül Refree es un músico inquieto, polifacético, curioso y atrevido. El tipo de músico frente al cual los puristas arquean la ceja instintivamente. Yo lo admiro y lo respeto una barbaridad.

-Con un personaje así al lado ¿hay que tener las cosas muy claras para que no sea el disco del productor en vez del de uno?

-Suelo entrar en el estudio con las canciones terminadas. Pero me gusta llevarlas muy desnudas, con una idea sobre el camino a escoger a la hora de vestirlas pero con la mente abierta a las sugerencias no sólo del productor, sino también de los músicos. Al final decido yo, naturalmente, pero las tengo muy en cuenta.

-Cuando hablamos para la presentación me dijo que grabaron múltiples posibilidades de cada canción ¿verán la luz alguna vez?

-Pues es posible que haya algo interesante por ahí guardado. Lo que no sé es si alguien sería capaz de arriesgar pasta con su publicación. Porque no está uno para muchos dispendios, la verdad.

-¿Qué relación hay entre 'Transilvania' y la revista satírica 'Hermano lobo'?

-Soy un entusiasta de Chumy Chúmez, Ops, Gila, Manolo Summers y toda aquella panda. Aquel tipo de humor ponía realmente el dedo en la llaga y te ayudaba a entender el cotarro en el andabas metido a la vez que te arrancaba una sonrisa o una carcajada. Un regalo se mire por donde se mire. Aún hoy en día lo primero que hago con el café caliente en la mano es buscar la viñeta de El Roto.

-Transilvania... Por cierto: ¿estaca, crucifijo, ajo y agua bendita... o prefiere como el gran Krahe la depurativa hoguera?

-En cualquier caso, de Javier Krahe puedo decir lo mismo que todos estos maestros del humor gráfico. Lo que él hacía puede considerarse como su equivalente en forma de canciones: un ejercicio perfecto de economía, equilibrio y puntería.